Resiliencia (En proceso)

Capitulo 01

Nunca se han preguntado¿porque necesitamos de otras personas para vivir? Pues es sencillo si te pones a pensar es que todos somos uno, a lo que me refiero uno necesita de otro, cada acción de alguien afecta a otra persona ya sea buena o mala, cada cosa que hagas tiene consecuencias ya sea que te afecte a ti o repercute a otras personas.

Porque hablo de ellos pues es simple, es justo lo que me está pasando en este momento.

–Señorita Blake este es el último aviso que tiene del Señor Tompson para pagar la renta o si no ya sabe las consecuencias–. me dijo el reportero del edificio luego de que se marchara, no puedo creer que esto me esté sucediendo a mi, no solo tengo que pagar las cuentas del banco, si no que ahora tengo que pagar cuatro meses de renta que debo y lo peor de todo que mi trabajo ni siquiera alcanza para pagar la universidad, creó que me voy a vivir en la calle después de todo no creo que esté tan mal acompañar a las ratas que viven en las alcantarillas.

–Digamos que no soy una persona muy buena dios, pero porque me haces esto!!– grité al techo de mi departamento como si él me fuese a escuchar, seguramente tenía mejores cosas que hacer que escuchar mis lamentables quejas.

Dejen les pongo en contexto de mi situación lo que le debo al banco no es por mi si no que es por el hombre que se hace llamar mi padre, ese hombre es el responsable de todas mis desgracias, ahora entienden porque les dije eso en un principio de que toda acción tiene conciencia y del porque necesitamos de alguien para vivir, por ejemplo el señor Tompson necesita de los residentes del edificio para poder comer y nosotros necesitamos de él para poder tener un techo en el cual dormir,¿ahora me entienden?. Y sobre lo de la universidad solo tengo una beca que paga sólo por un tiempo y ese plazo está llegando a su fin.

Mi trabajo no ayuda con ello, trabajo de bartender en una discoteca reconocida, no solo hago un trabajo también hago de mesera de lunes a jueves en la tarde y por la noche soy bartender, no me enorgullece decir que también he tenido que trabajar de stripper en el bar pero en mi defensa soy más virgen que una monja, bueno ni tanto pero ya hace años que no e tenido nada de acción, además solo fue para suplir a una compañera, pero lo mejor de todo es que trabajo para el lado VIP oyeron bien VIP, ganas bien el lo que cabe y te dan muy buena propina, podría vivir sin problemas si no fuera por el banco.

Cómo odio los bancos y lo injustos que son, por lo menos lo único bueno que me dejó mi padre fue su innegable atractivo, eso no me ayuda de nada pero algo es algo.

Lo único que me ha traído mi impresionante atractivo son problemas con clientes del VIP, por andar de borrachos y digamos que a sus parejas no les a hecho ninguna gracia ver cómo coquetean con la servidumbre o mejor dicho con zorras, por lo menos yo si intento ganarme la vida honestamente y no lamiendole los zapatos a imbéciles hijos de papi con mucho dinero, que ni siquiera saben lavar un mísero plato o incluso cocinar, pero en consecuencia mi jefe me ha obligado a usar una máscara, que es por mi bien según él y en parte sí quería seguir conservando el trabajo no me quedaba de otra.

Pero en mi humilde opinión solo hace llamar más la atención, ya llevo dos semanas usando esa cosa, pero la poca iluminación del lugar ayuda un poco.

En resumen amo mi vida noten el sarcasmo.

Dentro de poco tengo que prepararme para ir a mi segundo trabajo en dónde pueda ser yo, sin máscaras que oculten mi rostro o una máscara en la cual tenga que fingir una sonrisa.

                             ★

Me encuentro saliendo del trabajo, como amo esa cafetería y esos abuelos que son tan amables conmigo, incluso me invitaron a jugar bingo con ellos este fin de semana pero tuve que rechazarlo por cuestiones del trabajo y la universidad, ahora estoy saliendo de la vía pública.

El autobús o camión como ustedes le digan no es mi medio de transporte favorito pero se ajusta a mi presupuesto supongo que no me puedo quejar, estoy tan concentrada mirando a la nada que no me percato que mi teléfono suena, y ese sonido lo conozco perfectamente bien, significa que llegó tarde al bar.

Ni modos me toca correr hacia el bar para no recibir un nuevo regaño de mi jefe.
No me percato mucho de cuánta gente he empujado y cuántas disculpas he pedido pero llegó cinco minutos tarde al bar, mis esfuerzos han sido en vano.

Abro la puerta de atrás del local y siento el olor a sudor y alcohol que bueno que no trabajo en esta zona, pobre para la persona que tiene que soportar a tantos cuerpos sudorosos y jóvenes con hormonas alborotadas, pero si conozco a esa persona y es mi mejor amiga, Keyla Makenzie, pelo rubio rizado, tez morena, ojos color avellana, creó que mide un metro setenta, bastante alta comparándola conmigo soy un minion, se me olvidaba decir tiende a ser una persona muy empalagosa.

–Thea llegas tarde, otra vez, cuántas veces te lo e dicho que pongas una alarma y no pongas ojo a la cama que ella una vez que te ve usa sus encantos para seducirte–dice mientras me pasa mi uniforme y lo único que puedo hacer es reírme de sus ocurrencias, que sólo consiste en un mantel negro y la máscara.

–Sabes cuánto odio esa cosa– la única respuesta que recibo es una mala cara de parte de ella.

–Lose, no me lo tienes que repetir cada vez que te la pones, sé cuánto odias esa máscara y al mundo, pero ve el lado bueno, ya no te acosan los clientes!–. lo único que ella escucha de mi son mis quejas antes de subir por las escaleras a la zona VIP.

Aquí empieza mi tortura por la noche, el lado bueno no pueden ver mi rostro lo malo solo cuchiechean de la bartender, lo común que se suele escuchar es que de seguro es una persona horrible que le da vergüenza mostrar su cara de parte las clientas y de los clientes pues que puede decir de ellos, son los que mejor me han tratado por ahora.

–Señorita sírvame un Whisky escosés y para mí compañera un vino tinto–. dijo el hombre con un porte elegante y su acompañante me escaneo de pies a cabeza con una mirada curiosa, milagro que no me miró con asco,lo único que hice fue asentir y servirle lo que me pidió lo más rápido posible, así es como empieza el comienzo de una larga noche.

Mientras tanto todo mi turno me la pasé sirviendo lo habitual, sentí una mirada que me quemaba la nuca, solo la ignore y seguí con mi trabajo a de ser mi imaginación o eso creí porque en el transcurso de la noche solo pude sentir esa mirada que me atravesaba hasta el alma, volteé a ver quién era el dueño de esa mirada pero no encontré a nadie y con la máscara puesta no veo nada bien.

–Oye estúpida, está no era la bebida que pedí–dijo la peliteñida con una mirada de asco, parece ser que se me quería lanzar encima, conozco a las de su tipo, está situación me a pasado más veces de las que me gustaría contar, por sus pupilas dilatas la voz pastosa se que está droga y ebria hasta la médula espinal.

En estos casos lo único que puedo hacer es seguirle la corriente al cliente, así me ahorro problemas o eso creía.

–Lo siento señorita, por mi imprudencia pero la siguiente bebida que pida será por cuenta de la casa–la peliteñida se quedó con la boca abierta tanto qué parecía que se le iba a caer la mandíbula al piso.

–¿No me vas a refutar?–pregunta la peliteñida, ja acaso no te la esperabas verdad.

–No señorita, el cliente siempre tiene la razón, por lo tanto corre por cuenta de la casa,¿qué bebida desea ordenar?–le dije a la peliteñida y ella seguía sin poder mencionar palabra alguna, pero de pronto en su rostro apareció una sonrisa maliciosa y en mi mente eso solo significaba una cosa y eso eran problemas.