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  Como pasó toda la tarde junto a su hermano, Adhara fue de las primeras en llegar al Gran Comedor, que se encontraba casi vacío. Eso fue un alivio para ella, pues así nadie se daría cuenta del enrojecimiento alrededor de sus ojos, el cual no pudo disimular luego de una buena tarde de llanto. Tampoco tenía mucho apetito, por lo que logró salir rápido de la cena.

  Para su desgracia, se encontró al trío de oro en la entrada del comedor. Como siempre, Potter se lanzó a atacarla sin siquiera pensarlo, pero en ese momento no le hacía gracia.

-- Potter, te agradecería que te callaras, pues no soporto tu horrenda voz un segundo más.

-- ¿Quieres celebrar en silencio? Seguro están desbordantes de felicidad luego de esta tarde -- continuó Harry, con el tono odioso que usaba para dirigirse a ellos.

-- Quiero pasar una noche sin tener que verte y escucharte, pero ya lo estropeaste como siempre -- respondió, pidiendo en su cabeza que la dejaran en paz y no se dieran cuenta de que había estado llorando.

-- Harry, vamos a cenar -- dijo Granger, para sorpresa de Adhara, pero luego notó cómo la estaba viendo y ahora solo suplicaba para que no dijera nada.

-- Hermione, por culpa de ellos van a echar a Hagrid. Seguro tenían todo planeado -- exclamó sin bajar el tono de voz.

-- ¡Por Merlín, eres insufrible! -- gritó Adhara, desesperada por la actitud del chico --. Potter, entiende de una vez que el universo no gira a tu alrededor, que no estamos todo el día planeando como hacer tu vida más miserable de lo que es, a pesar de que nos entretenga verlo. Eres solo un punto insignificante en el mundo, igual que todos, y a nadie le interesa lo que creas -- descargó toda su frustración contra el chico, llena de veneno y cruda sinceridad, haciendo una pausa para que procesara lo que había dicho --. Buenas noches a los tres.

  Volteó, batiendo su cabello, y continuó con el camino hacia la sala común de Slytherin. Se sentía cansada, frustrada y sola. Sabía que era su culpa que Potter reaccionara agresivamente hacia ellos, pero no era su culpa que tuviese el ego más grande que su frente y miopía combinados. Sabía que no eran las personas más queridas de la escuela, pero no podía evitar querer algo de empatía o que por lo menos la dejaran sola, luego de aquel susto. Sin embargo, no iban a dejarla sola, pues sintió como alguien la tomaba del brazo delicadamente.

-- ¡Potter, entiende que no quiero lidiar contigo! -- exclamó por instinto, pero se sorprendió al encontrarse con otra persona.

-- Lo siento, pero te vi salir algo mal del comedor y me preocupé -- dijo a manera de explicación, luego de soltarle el brazo.

-- ¿Me estabas siguiendo, Diggory?

-- No, para nada... -- respondió rápidamente, se notaba apenado --. Digo, sí te seguí, pero este también es el camino a mi sala común y se te cayó esto cuando corriste de la puerta.

  Le extendió su libro de Aritmancia. Ni siquiera se había dado cuenta de que llevaba la mochila abierta.

-- Gracias, Diggory -- dijo y tomó el libro que le estaba devolviendo.

-- ¿Estás bien? -- preguntó como si le hubiese dado la confianza para hacerlo, lo que volvió a ponerla a la defensiva.

-- ¿Por qué no debería estarlo?

-- Tienes los ojos enrojecidos, como si hubieses llorado -- respondió Cedric, manteniendo la calma y gentileza.

-- Yo no lloro -- volvió a responder a la defensiva.

-- Todos lloramos, pero está bien si no quieres hablar de eso -- dijo antes de hacer una pausa, en la que se miraron fijamente, analizando al otro --. ¿Sabes? Junto a la sala común de Hufflepuff están las cocinas, podría acompañarte y pedirle a los elfos que nos preparen un chocolate caliente.

  Su voz tranquilizante y ojos cálidos, hicieron que la oferta sonara sumamente tentadora en vez de ofensiva. Sabía que a sus padres no les agradaría la idea de ella conversando con un Hufflepuff, pero era de sangre pura y sus padres no estaban ahí. También quería chocolate caliente, lo necesitaba. Notó que Cedric, bajo esa máscara de paz, estaba nervioso mientras esperaba una respuesta.

-- Te sigo, Diggory.

Pire Cauchemar [Cedric Diggory x OC].Donde viven las historias. Descúbrelo ahora