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  Al día siguiente, despertó tranquilamente con los rayos de sol que entraban por la ventana junto a su cama, la cual le pertenecía desde primer año por un acuerdo tácito entre sus compañeras. Realmente nunca se llevó bien con las chicas Slytherin de su curso, solo toleraba a Pansy porque se conocían desde niñas, pero este año las hormonas la tenían algo irritante. Luego de estirarse, entró al baño que tenían en la habitación para aprovechar el agua caliente que le daba el beneficio de ser la primera en levantarse. 

-- Gracias por el consejo, madre -- agradeció en voz baja al notar que sus compañeras deberían usar el agua fría, cosa que no es una buena opción cuando eres de Slytherin y vives bajo el lago. Al estar lista salió nuevamente al dormitorio para ordenar sus cosas mientras esperaba a Pansy, solo guardó algunos útiles pues era el primer día y nunca hacían gran cosa; a menos que tuviesen clase de Historia de la Magia, ese fantasma era despiadado.

  En la sala común se encontraron con su hermano, Theodore Nott, Blaise Zabini y los dos gorilas que siempre los seguían a todas partes. No eran realmente amigos de Crabbe y Goyle, ni siquiera podían mantener una conversación coherente con ellos, pero se habían acostumbrado a su compañía. Necesitaban pertenecer a algo y ellos disfrutaban de la imagen amenazante que les agregaban. Es por eso que salieron de las mazmorras en formación, tal y como si lo hubiesen ensayado: Crabbe y Goyle en el frente, listos para empujar a los alumnos que se atravesaran; a unos cuantos metros lideraban los mellizos Malfoy, acompañados por Pansy y Blaise junto a Draco, mientras que Theodore caminaba junto a Adhara. 

  Su imagen era imponente. A pesar de tener solo trece años, el grupo de serpientes transmitía un aire de superioridad y fuerza que aterraba incluso a algunos alumnos mayores, lo retribuían a su educación como parte de las familias más importantes del mundo mágico y al simple hecho de ser Slytherins. Disfrutaban del poder que les brindaba ese simple acto que habían coordinado torpemente antes de su primer viaje a Hogwarts, pero que fácilmente se convirtió en un acto natural para ellos.

  Una vez en el Gran Comedor, tomaron sus correspondientes asientos al centro de la mesa de su casa. Era el punto ideal para observar todo lo que ocurría a su alrededor y mantenerse como el centro de atención, lo cual fue mucho más simple ese día gracias al numerito que ideó Draco en base al "accidente" de Harry Potter. De inmediato se acercaron estudiantes de todos los años a escuchar la fascinante historia de derrota del niño intocable, obviamente adornada con exageraciones por parte del enemigo declarado de los leones. Después de unos minutos, dicho trío de amigos ingresó al comedor, por lo que Malfoy actuó un desmayo cuando pasaron por su lado, siendo coreado por las carcajadas de sus compañeros.

  A los pocos minutos apareció su jefe de casa, el profesor Snape, repartiendo los horarios para este nuevo año escolar. Su horario seguía prácticamente igual, a excepción de las materias optativas que eligieron a final del año anterior.

-- ¿Qué clase tienes ahora? -- preguntó Draco a su hermana, ya que no habían inscrito las mismas materias extra.

-- Aritmancia, ¿y ustedes?

-- Adivinación -- contestó Pansy por su hermano.

-- Sigo sin comprender la razón por la que escogieron esa materia, es absurda -- comentó Adhara antes de terminar su jugo de calabaza. 

-- Déjalos, ya se arrepentirán -- dijo Theodore Nott apoyándola, este año compartían Aritmancia, pero debía cursar Runas Antiguas sola pues sus amigos decidieron inscribirse en Cuidado de Criaturas Mágicas. Durante el verano no paró de repetir que su hermano era un perezoso y sus amigos unos seguidores sin cerebro, no encontraba otra razón para que hayan inscrito esas horrendas asignaturas.

  Al terminar de desayunar salieron juntos del Gran Comedor y se separaron. Por suerte para Adhara, el salón de Aritmancia no estaba tan lejos, por lo que llegaron antes de tiempo y lograron sentarse juntos en una mesa al centro del aula. No querían llamar la atención en una clase nueva, menos en el primer día. A diferencia de su hermano y el resto de sus amigos, a este dúo no les gusta ser el centro de atención más de lo necesario, solo quieren que los respeten. La clase transcurrió tranquila, sin mayor inconveniente, incluso la disfrutaron pues era una materia interesante y el grupo no era tan desagradable como esperaban: además de su amigo y ella, estaba Daphne Greengrass de Slytherin, Justin Finn-Fletcher de Hufflepuff, dos chicas de Ravenclaw y Hermione Granger. Esta última es la peor parte de todo, siempre se las arregla para ser la persona más irritante de todo Hogwarts.

  Sus clases continuaron con tranquilidad, por suerte no compartían más clases con los Gryffindors durante la mañana. En el almuerzo, cuando pudieron nuevamente hablar con calma, Draco procedió a narrar lo sucedido con Potter en la clase de Adivinación, a lo que su hermana no pudo más que reír como si le hubiesen contado la cosa más graciosa del mundo. Le entretenía la idea de todos sus compañeros de curso aterrados por las mentiras de una mujer charlatana que aseguraba ver cosas en el té, ella tenía el verdadero nombre para eso: ingenuidad y demencia, pero no era de extrañar que los idiotas de ese castillo cayeran en trucos baratos.

-- Admite que te inscribiste en esa asignatura solo para aprobar fácilmente -- susurró Adhara solo para que la escuchara su hermano, quien se encontraba junto a ella --. Prometo no decirle a padre que su niño estrella es un flojo.

-- Silencio, Ciss. Te van a escuchar -- murmuró su hermano y ambos rieron como los niños que eran.

Pire Cauchemar [Cedric Diggory x OC].Donde viven las historias. Descúbrelo ahora