Capítulo 6.

111 15 2
                                    

Seung Min durmió tres horas y media en el hotel, pero la poca energía que recuperó con ese tiempo fue suficiente para regresar a su casa sin levantar sospechas de dónde estuvo. Se alistó para ir a la universidad, por más ganas que tuviera de saltarse sus clases ese día, y desayunó tranquilamente.

Tan pronto como llegó al campus, buscó a Felix para pedirle su ayuda. El pecoso ni siquiera le preguntó por qué quería que dijera que habían estado trabajando en su casa la noche anterior si alguien –por no decir "Jeong In"– llegaba a preguntar, sólo sonrió débilmente y le dijo que estaba bien, agregando con un tono bromista que hasta parecía que lo estaba utilizando para cubrir algo malo. El castaño más alto pudo asegurar que su cuerpo empezó a temblar por culpa de su nerviosismo.

¿Era malo saber en dónde encontrar a una persona a la que ambos admiran mucho e incluso convivir con ella, pero no contarle nada al respecto? No era como si en verdad quisiera mantenerlo como un secreto, pues sí confiaba en Jeong In, pero también tenía una promesa que cumplir... y así su dilema regresaba.

—¡Oigan! —Repentina y afortunadamente, la voz de Jeong In llegó hasta sus oídos e interrumpió sus confusos pensamientos—. ¡¿Ya vieron?! ¡Hyun Jin publicó que hará una transmisión en vivo a las once! —Les contó emocionado mientras se acercaba corriendo hacia ellos, sosteniendo su teléfono celular en una mano—. ¡Podré verlo porque es mi hora de descanso!

—¡Oh! La buena suerte decidió sonreírte hoy —contestó Felix—. Me alegro, Innie. No me gusta verte triste cuando te pierdes las transmisiones de ese chico.

—No había visto la publicación... —Casi murmuró el joven con flequillo rubio, sabiendo que se perdería todo porque, a diferencia de su mejor amigo, él tenía una clase a las once.

Cuando llegó la hora, el pelirrojo se escondió debajo de unas escaleras para estar tranquilo mientras Hyun Jin hacía su transmisión. Le prestó mucha atención a todo, pues más tarde querría contarle a Seung Min las partes más importantes de lo que su artista preferido dijera, sentía que eso era lo menos que podía hacer por él.

Horas más tarde pudo darle un resumen, mismo que Seung Min agradeció bastante. A pesar de todo, el mayor seguía con su plan de aprender a ver a Hyun Jin como la persona normal que era y, sólo por ello, buscó una excusa para estar fuera de su casa esa noche e ir secretamente a Maxident. En esa ocasión fue suficiente inventarse la fiesta de cumpleaños del amigo de un amigo de Felix.

—No vayas a regresar muy tarde —fue lo único que pidió la señora Kim.

—No lo haré, mamá.

El castaño se dio prisa y fue a la tienda de música, pero a pocos pasos de la entrada exclusiva en la cual la voz de Chan Yeol lo recibía, la puerta se abrió antes de que él pudiera tocarla y vio cómo Hyun Jin salió de ahí, usando su disfraz de "Sam".

—¿Seung Min? —Se sorprendió al verlo ahí—. Oh... Perdón, me imagino que viniste hasta acá para pasar algo de tiempo conmigo —se rascó la nuca—. No puedo quedarme hoy. Veré a unos amigos, de hecho ya están esperándome —explicó con un poco de pena—. Me habría gustado tener una manera de avisarte.

—¡Oh! N-no te preocupes...

—Chan Yeol ya está estacionado por allá —señaló hacia la banqueta—, en serio tengo que irme.

—Está bien, volveré a casa... y... eh... espero que te diviertas mucho.

—Gracias.

—¿Nos vemos otro día? —Preguntó—. Bueno, otra noche —aclaró de inmediato, acompañado de una risa corta y suave, sacando su teléfono celular para pedir un taxi.

—Claro —le dedicó una sonrisa sincera—. Y... tal vez sí puedo hacer algo por ti antes de irme. Ayer te dije que firmaría la fotografía que llevas en tu teléfono, ¿lo recuerdas?

—¿Eh? —Se quedó paralizado durante unos segundos, procesando las palabras ajenas—. ¡Oh! Es verdad...

Seung Min trató de no emocionarse de más y, con cierta torpeza, le quitó la funda protectora a su teléfono para poder tomar la pequeña fotografía que medía unos ocho centímetros de largo por cinco y medio de ancho. En ésta se podía apreciar al rubio con ropa casual, sentado entre algunos arbustos con flores de pétalos amarillos, sonriendo a la cámara, guiñando un ojo de manera simpática y haciendo un pequeño corazón con ayuda de los dedos de su mano derecha.

Hyun Jin se le quedó viendo por un momento y el más bajo no fue capaz de descifrar qué ocultaba su expresión facial.

—La novena... —Dijo con simpleza.

—¿Perdón?

—Recuerdo bien el día de esta sesión, fue para una revista de moda de verano... —Le empezó a contar mientras sacaba un plumón negro del bolsillo de su sudadera—. Estaba agotado, me pidieron posar en muchos puntos bajo el sol, tenía tanta sed y era imposible pedir un descanso porque necesitábamos aprovechar el tiempo... En total me tomaron trescientas noventa fotografías y al final el fotógrafo y mi representante eligieron la quinta, la novena y la décima para la revista —suspiró—. La que tienes aquí es precisamente la novena.

Seung Min se sorprendió tanto que se quedó sin palabras. Por supuesto que sabía de cuál revista estaba hablando el contrario, él tenía un ejemplar en su casa, la había comprado porque que el rubio apareciera en sólo dos páginas le era suficiente razón para desear tener una. Sin embargo, nunca se detuvo a pensar en todo el trabajo que hubo detrás de las imágenes tan preciosas en esas hojas. Lo que cargaba la voz del más alto cuando mencionó el número de fotografías que se tomaron en realidad... ¿Era tristeza?

Pensó en aquel par de páginas que conocía tan bien y que incluso lo habían hecho sentir feliz tantas veces. Cualquiera que viera la sonrisa de Hyun Jin y el brillo en su mirada en esas fotografías nunca podría imaginar todo lo que pasó después en esa misma tarde.

—Hyun Jin... —Susurró, aún inseguro respecto a qué decir.

El más alto le devolvió la fotografía, ahora con su firma en la esquina inferior izquierda. Sus dedos rozaron los de Seung Min y los latidos del corazón del mismo se aceleraron inevitablemente.

—Nos vemos después —se despidió el artista, guardando su plumón y empezando entonces a caminar hacia el automóvil en el cual Chan Yeol lo esperaba para llevarlo a su próximo destino.

Seung Min se quedó solo y completamente inmóvil por al menos otros dos minutos, hasta que por fin tomó aire por la nariz y lo dejó salir por la boca.

—Nota del segundo intento: fallé —pensó en voz alta—. Pero... me siento... diferente...

Estaba consciente de que había sentido ganas de abrazar a Hyun Jin al escucharlo hablar acerca de la sesión de fotografías para la revista de moda, no por admirarlo y querer ser feliz con poder rodearlo con sus brazos por unos instantes, sino para consolarlo. Como si eso fuera lo que el rubio necesitaba. En verdad fue extraño.

Continuará.

.............................

¿Cómo están? 😊

Yo he estado ocupada y por eso no he tenido mucho tiempo para actualizar fanfics, así que en verdad les agradezco la paciencia. ❤️🥺 Espero que este nuevo capítulo haya sido de su agrado.

Nos leemos en el próximo capítulo. ~

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jan 29 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Yo sé que no me amas [HyunMin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora