Capítulo 1.

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El delicioso pastel de queso con crema batida estaba decorado con fresas y un rectángulo de chocolate blanco que encima tenía escrito "Feliz cumpleaños" con plumón de tinta comestible. Seung Min escuchó a sus padres y a su hermana mayor cantar con cariño para él, después pidió un deseo en silencio y rápidamente apagó el par de velas que tenían forma de los números dos y tres.

Se sentía feliz. Su familia siempre se esforzaba por hacer que cada cumpleaños fuera especial, tal vez con cosas repetitivas, pero siempre particular, diferente al resto de los días que tenía el año.

—Tenemos algo para ti, te encantará —afirmó una mujer de ojos claros y corto cabello negro hasta los hombros, justo antes de sonreírle a su esposo, como si ese gesto fuera una señal para indicarle que debía traer a la cocina el obsequio que habían preparado.

El más joven de la familia Kim sonrió también y acomodó discretamente unos pocos mechones rubios de su flequillo que estaban fuera de lugar, sabiendo que su hermana mayor ya estaba activando la cámara de su teléfono celular, lista para capturar el momento en el cual su padre le entregara su regalo.

—Mira hacia acá, Seung Minie —pidió Ji Heon, una bonita pelinegra de complexión delgada y 165 centímetros de estatura, con el cabello recogido en una coleta alta—. ¡Ah! ¡Esperen! No quería tomar una fotografía, quería grabar un vídeo... —Se quejó.

—Aquí está, hijo —un hombre bastante alto de cabello café oscuro se acercó al cumpleañero y le dio una caja mediana envuelta en brillante papel azul, adornada con un listón blanco—. Felicidades.

—¡Gracias!

El chico castaño con fleco teñido de rubio esperó a que su hermana estuviera lista para comenzar a grabar y sólo hasta entonces retiró el papel de la caja, la abrió con cuidado y dejó que una sonrisa se extendiera por sus labios al ver el álbum más reciente de Hwang Hyun Jin, su artista favorito.

Parecía un libro plateado. En la portada se podía apreciar a un chico muy apuesto de cabello castaño cenizo, de alguna manera casi llegando a ser rubio claro, que llegaba hasta sus orejas. Tenía una oscura mirada hermosa e hipnotizante –según Seung Min–, piel pálida y un lunar pequeño debajo de su ojo izquierdo. Posaba con la espalda recargada contra un muro en una calle.

—¿Sí te gustó? —Preguntó el señor Kim.

—¡Claro que sí! —Gritó Seung Min mientras sostenía el álbum contra su pecho en una especie de abrazo—. ¡Es el álbum que salió al mercado hace dos semanas! No se pueden imaginar cuánto lo quería, en serio. ¡Gracias, gracias, gracias! —Se levantó.

—Ya ni siquiera le prestas atención a... ¿Cómo se llamaba la banda de esos chicos? ¿Day6? —Su padre hizo una breve pausa—. Como sea, se nota que adoras a ese tal Hyun Jin desde que lo escuchaste por primera vez —comentó, riendo bajito.

El cumpleañero, sin soltar su regalo, miró al mayor como si intentara decirle que eso era evidente.

—Sí me gusta mucho Day6, es sólo que las cosas con Hyun Jin son diferentes —suspiró—. ¡Lo amo! Pocos me entienden, pero su música se volvió fundamental en mi vida, él es la persona más linda y más maravillosa que existe.

—¿No abrirás el álbum? —La mujer de cabello corto lo volteó a ver algo extrañada.

—Sí, pero no aquí, mamá. ¡Tengo que grabar cómo lo abro! —Exclamó antes de irse corriendo hasta su dormitorio, apenas alcanzando a escuchar que le preguntaban algo acerca de cuándo cortarían el pastel.

Las paredes de la habitación de Seung Min estaban decoradas con pósteres de Hwang Hyun Jin, algunos muy exclusivos que se podían conseguir sólo si se compraban ciertas cosas en páginas oficiales durante el periodo de preventa; su colección de álbumes y mercancía era impresionante.

Dejó su nueva adquisición sobre la cama momentáneamente, encendió su computadora y se aseguró de que la cámara web estuviera conectada de manera correcta.

—Perdón por interrumpir —escuchó la suave voz de Ji Heon.

—¿Qué pasa, noona? Necesito grabar el momento exacto en el que veo cuál tarjeta coleccionable me salió.

—Sé que te gustó mucho el regalo que te dieron nuestros padres, pero seré sincera, es sólo porque aún no has visto el mío —sonrió de lado.

—¿Eh? ¿Tú también me conseguiste algo?

—Sí —entró a la habitación del menor—. Algo genial.

La pelinegra extendió un bonito sobre de color rosa pálido hacia su hermano, pero lo alejó en un movimiento veloz cuando él estuvo a nada de agarrarlo. Una sonrisa traviesa apareció en sus labios y Seung Min no hizo más que mirarla confundido.

—¿Qué estás haciendo?

—Creo que olvidaste decirme una cosita.

Seung Min soltó una risa suave, movió su cabeza de izquierda a derecha un par de veces, mas finalmente complació a Ji Heon y le dijo lo que quería escuchar.

—Está bien. Eres la mejor hermana mayor del mundo.

—¡Qué lindo! —Rio un poco y sin más juegos le entregó el sobre—. Feliz cumpleaños, Seung Minie.

El castaño abrió su segundo regalo, quedándose mudo y bastante quieto al ver lo que había en el interior de aquel sobre. De un momento a otro, Ji Heon ya estaba grabando la reacción ajena, misma que no era muy distinta a la que había esperado.

—E-esto es... —Logró murmurar Seung Min—. Oh, cielos... ¡Oh, cielos! ¡¿Es real?!

—Cien por ciento real —contestó la pelinegra.

—¡¿Cómo lo conseguiste?!

Ji Heon se encogió de hombros. La verdad era que, incluso si frente a su hermano menor se comportaba como si aquel obsequio no fuera la gran cosa, realmente había tenido que trabajar mucho y sacrificar una gran parte de su tiempo libre para obtenerlo... Pero eso podía seguir siendo un secreto. Todo valió la pena cuando vio a Seung Min corriendo por toda su habitación, gritando emocionado y subiéndose a la cama para saltar como si fuera un niño de cinco años.

Entre sus dedos, Seung Min sostenía un boleto de entrada a un evento para convivir con Hyun Jin. Claro que, con el propósito de que el tiempo fuera suficiente para atender a todos los admiradores que asistirían, la interacción con él no duraría más de sesenta o noventa segundos. ¡Pero eso era lo que menos le importaba en esos momentos! Estaría frente a la persona que más amaba, podría saludarlo, tocar su preciosa mano, darle un regalo, decirle todo lo que sentía por él...

—Supongo que te encantó —habló Ji Heon, sacándolo de sus pensamientos—. Si es así, mi trabajo aquí está terminado.

—¡Voy a conocer a Hyun Jin! —Rio.

—¿No quieres decir algo más, antes de que corte el vídeo?

—¡Muchas gracias, noona! —Miró hacia la cámara e hizo un pequeño corazón con su pulgar y su índice.

Continuará.

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¡Hola!

Ahora sí, el primer fanfic del año... que no mandaré a la sección de Borradores. 👀

Espero que les guste, lobitos. 💕

Yo sé que no me amas [HyunMin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora