Introducción

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Siete amigos estaban celebrando que cada vez estaban más cerca de cumplir su anhelado sueño: convertirse en un reconocido grupo de música dentro de la competitiva industria del entretenimiento surcoreano.

Bueno... no, realmente estaban fantaseando demasiado.

Todavía les falta mucho camino por recorrer ya que ninguna agencia los aceptaba en conjunto, optando por ir entrenando entre ellos hasta que alguna les prestara la debida atención o que, milagrosamente, reunieran el dinero necesario para debutar por su cuenta.

Sí, se fueron por la primera opción.

Ya que hicieron de todo para perfeccionar sus habilidades innatas, teniendo de meta más próxima ser admitidos en alguna escuela de música. Y lo fueron logrando cuando Seokjin lo consiguió, siendo seguido por los demás en los años posteriores.

Justo como ese día, que estaban festejando que su último grupo restante de 3 amigos habían alcanzado un lugar en la misma institución donde estaban estudiando los mayores.

Ahora sí nadie podría detenerlos.

—¡Somos imparables! —vitoreó Namjoon frente a la fogata que habían armado en su santuario musical.

O al menos así era como le gustaba llamarlo, aunque solo se tratara de un terreno abandonado a medio construir que se encontraron a las afueras de la ciudad cuando apenas estaban iniciando su adolescencia.

Gritaron en coro y con Soju en mano, excepto uno que permaneció con el pico de la botella sobre sus labios, ocultando así la torcida y felina sonrisa que sacó por ellos antes de tomar un trago de la botella.

Pero no logró esconderla de todos, ya que nada se le escapaba al chico de cabellera perfectamente alisada y mejillas sonrosadas, menos si su hyung favorito estaba a la vista; sin embargo, la voz de Seokjin a su costado rápidamente lo distrajo.

—Estamos tan orgullosos de ustedes. —Sus ojos castaños brillan con fuerza en él, Taehyung y Jungkook. Completando así el trío de menores en el grupo.

—¡Muy orgullosos! —lo secunda Hoseok.

Jimin les corresponde tales palabras con una pequeña sonrisa de por medio.

—Realmente no lo hubiésemos logrado sin ustedes, hyungs. Nos han apoyado muchísimo.

—Y siempre lo haremos. —El mayor de los siete se levanta del sofá desgastado que estaba compartiendo con Namjoon, dejando la botella vacía a un lado del suelo—. Porque de eso se trata nuestra amistad.

—Jin hyung... —Quien enseguida lo toma de la mano, pero para detenerlo.

—Ya es tiempo. —El susurro que hace Seokjin no es tan bajo ya que todavía es percibido por los demás.

—N-no creo que sea el momento adecuado para eso —le replica Namjoon sintiéndose un poco nervioso, poniéndose a la misma altura que él.

—Pero no debemos seguir ocultándoselos, ¿qué clase de amigos seríamos si-

—Chicos, los podemos escuchar. —Yoongi, que hasta ese entonces había permanecido callado, decide intervenir porque realmente todo eso le estaba empezando a aburrir.

Porque la noticia era bastante evidente a sus ojos.

—¡Bien! —Namjoon le lanza una furiosa mirada, para luego dar un paso al frente, a la vez que refuerza la unión que había hecho con sus manos. Quería proteger a Seokjin porque algo le decía que no se lo tomarían de la mejor manera—. Lo que pasa es que Jin hyung y yo-

—¡Estamos saliendo! —Este se le adelanta con la tímida emoción burbujeando en sus perfectas mejillas—. Ya saben, lo previo a tener una relación formal porque no queríamos avanzar sin que ustedes estuvieran al tanto de esto.

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