Capitulo único

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No era una sorpresa que a mucha gente le gustase Sirius. Sirius Black, era un niño como cualquier otro, sin embargo, cada vez que llegaba a la escuela llamaba la atención y hablaba con todos, no se le complicaba hacer amigos.

Sirius tenía un hermano, Regulus, no era tan social ni tan conocido como Sirius, pero tenían ese parecido que solo los Black tienen. Siempre lo podrías ver al lado de su hermano, intentando llamar su atención, no muchos lo tomaban en cuenta, pero todos sabían lo que pasaba en la casa Black, no eran famosos por su amor por los niños, y sabían lo hambrientos de tacto que estaban los hermanos Black.

Remus tenía un plan, iba a alimentar el voraz deseo de tacto de Regulus. Remus estaba obsesionado con Regulus, pero, como culparlo, con sus grandes ojos viendo todo y a todos, como agarraba su libro con sus huesudas manos, enterrando su rostro en él, mientras intentaba llamar la atención disimuladamente, sus rizos cayendo armónicamente decorando su delgado rostro, su escuálido cuerpo tapado por suaves telas sobre él y, sobre todo, su ansia necesidad de tacto, de amor, de atención.

No debería de ser complicado que sintiese la necesidad de estar con él, un 'hola', una mirada mientras hablaba con su hermano, un cumplido a la hora de despedirse, pequeños detalles que harían hacer al niño sentirse importante, cosa que, como supuso, funciono.

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Allí estaba Regulus, buscando a su hermano, luciendo como un ciervo recién nacido, maldecía que, otra vez, su hermano estuviese haciendo sus estúpidas bromas con su estúpido amigo, a veces pensaba que debería hacer caso a su hermano y buscar algún amigo para que dejase de estar pegado a él. Se dio por vencido buscando algún sitio sin mucha gente cuando una profesora lo regaño y mandó al patio después de encontrarlo dando vueltas por los pasillos.

Cómo pensó el patio estaba lleno de personas, algunas sentadas otras de pie, pero todas haciendo ruido, estudio el patio hasta que encontró a Remus, Remus era un chico que siempre le notaba, a veces hablaba con su hermano y le decía algo, lo hacía sentir importante. Pensó si le molestaría que se sentase con él, se le veía leyendo un libro tal vez no le molestaría mucho que se siente a su lado con su propio libro.

Pero, oh, pequeño y inocente Reggie que equivocado estaba, Remus el día anterior le hablo a James contándole magníficas bromas que podría hacer con Sirius, y también se las soluciono para hacer que cerrasen la biblioteca ese día, todo planeado de forma perfecta para que su pequeño Reg se sentase con él. Asique cuando su "pequeña" obsesión se acercó a él cabizbajo, temeroso y prácticamente temblando, no se sorprendió, puso una cara inexpresiva y levemente molesta cuando le habló y volvió a su libro tras resoplar y apuntar con su mirada el sitio al lado de él, y la satisfacción llenó su cuerpo cuando Reggie se asomó levemente intentando ver el contenido de su libro.

— ¿Qué se supone que haces ? — preguntó fingiendo molestia y pintando sus amorosos ojos con desinterés e irritación.

— Yo solo quería saber que leías — Le respondió tartamudeando y cabizbajo, como le gustaba a Remus lo sumiso que era Regulus.

— Y porque te tendría que interesar, no seas metiche. — Despotrico contra él con tono regañón.

— Perdón... — Susurro volviendo su mirada a su libro, pero lanzando pequeñas no tan disimuladas miradas hacia el.

— Agh, que entrometido y poco disimulado eres. — Soltó en una de esas miradas que el menor le daba, avergonzando al menor. Regulus solo susurro una disculpa apenado. — Dios, solo sígueme calladito.

En ese instante Remus se levantó empezando a caminar dando una pequeña mirada satisfactoria cuando vio como el otro le seguía como un perrito obediente.

Cuando llegaron al sitio donde Remus los guiaba, Regulus se dio cuenta que estaban en un pequeño cobertizo que no se usaba casi nunca.

— ¿Qué hacemos aquí ? — Odiaba lo avergonzado que se sentía cuando hablaba con Remus.

— Yo fumar, ¿quieres? —

— Nunca antes he fumado —

— Acaso te he preguntado, solo responde a mi pregunta, es simple. — Remus se moría de ganas de ver a Regulus tener un ataque de tos, seguro se vería tan tierno con sus ojos llorosos.

— Vale... — A continuación Remus tendió un cigarrillo apagado agarrando a Regulus de su nuca y juntando sus cabezas para encender su cigarrillo con el que él tenía y disfrutando del pequeño y tierno sonrojo que tuvo Regulus por su cercanía. A los segundos del suceso Regulus empezó a tener un ataque de tos cuando la nicotina llegó a sus pulmones, Remus soltó una pequeña risa e intentó controlarse cuando vio el brillo de los ojos de Regulus por contener las lágrimas. No hizo falta que le quitase el cigarrillo ya que lo esculpió cuando empezó a toser.

— ¿El pequeño Black no puede mantener un cigarrillo, ni una sola calada? — dijo con burla mientras lo miraba con superioridad.

— No te rías. — Respondió a su burla gimoteando por el ataque de tos que acababa de tener. Remus se iba a volver a burlar pero se quedó quieto cuando escuchó un ruido cerca. Rápidamente acerco Regulus hacia él agachándose justo cuando una profesora abrió la puerta.

— Malditos niños, con sus bromitas para hacerme perder el tiempo, 'profesora creo que hay alguien en el cobertizo', no me pagan lo suficiente.

Cuando la profesora se fue se dio cuenta de lo cerca que estaba de Regulus y lo lindo que se veía su cabeza bajo su barbilla temblando levemente y lo asustado que estaba. Y Regulus no le costó mucho ver la erección de Remus.

— Que miras tanto, Regulus. — preguntó con burla cuando se dio cuenta de lo que Regulus estaba viendo. Regulus negó rápidamente, aunque tampoco se le estuviese acusando de algo, girando la cabeza hacia otra dirección.

Remus se río y levantó, manteniendo una mano en la cabeza de Regulus mientras seguía agachado.

— Te ves como una pequeña puta, agachada esperando por una polla. — Comento con superioridad mientras acariciaba su pelo girando al mismo tiempo a Regulus, dejándolo con una buena vista de su polla dura. — Venga Reggie, se buena putita y chúpamela, quieres?

Y sorpresivamente Regulus acercó sus manos temblorosas hacia la hebilla del cinturón de Remus y con sus dedos tiritando abrió el pantalón de Remus, tragando duro cuando se dio cuenta del tamaño del pene de Remus. Dio pequeñas lamidas por encima de la tela dándose cuenta del líquido que se traspasaba por los bóxers, Remus seguía acariciando su pelo como forma de decirle que siguiese.

Regulus saco la polla del bóxer de Remus curioso, cuando estuvo fuera lo recibió con lamidas a la punta, cuando metió la cabeza del pene en su boca Remus lo sorprendió agarrando su pelo y echando su cabeza hacia delante hundiendo su pene en su boca y ahogándolo en el proceso. Remus se río y lo retiró lentamente dejando aun parte de su pene en la boca del contrario.

Regulus se recuperó rápido y empezó a mover su cabeza hacia adelante y hacia atrás lenta y plácidamente. Remus se tomó su tiempo para correrse disfrutando de la, posiblemente, mejor mamada que le hubiesen dado. Cuando estaba cerca de correrse agarró de nuevo a Regulus del pelo, hundiéndolo y corriéndose en la boca de Regulus sin dejarle oportunidad de escupir su semen, cuando supuso que Regulus ya se lo había tragado, soltó su cabeza para dejarlo respirar y recuperarse.

— Muy bien novato, otro día comprobaremos que usos le puedes dar a tu pequeño cuerpo, no le cuentes nada a tu hermanito, o sino las personas equivocadas escucharan que el pequeños Reg estaba fumando en la escuela — Y mientras se iba, dejando a Regulus aun de rodillas, se subió el bóxer y cerró el pantalón. Mientras tanto Regulus procesaba lo que acababa de hacer y pasar, sonrojándose al darse cuenta de que Remus le dijo que volverían a hacer esto otro día.

Cobertizo ˚ ༘✶ ⋆。˚ ⁀➷Donde viven las historias. Descúbrelo ahora