He oído el timbre...
-Papá. Salí hacia la puerta.
-¿Esta todo listo pequeña?
-La mayoría ya esta, faltan algunas cosas...
-Yo termino, organízate-Sonrió y entro observando con que podría empezar.
Subí, me bañé lo rápido posible, decidí vestirme lo mas sencillo posible, un buso rojo oscuro, jean y zapatillas, aun con el cabello mojado salí, para mi sorpresa el estaba en mi cuarto.
-No te agrada mucho el rosa, ¿Eh?
-P-prefiero los neutros.
-¿Ya estas lista?
-C-claro- Siento mis mejilla ruborizadas ¿Por que? si solo es mi padre, ah, en fin pronto se me pasara.
Había llegado la hora, la casa donde crecí, donde había sido llenada de un amor inmenso quedaría vacía, y con ella, todos sus recuerdos se querían ahí junto con mi madre, rápidamente ya que no podía llevar mucho, tome el joyero de mi madre y una ultima foto, como final un ramo de esas flores violetas que tanto nos gustaban junto a la puerta, era un adiós; el ultimo.
El camino fue largo, bastante para mi gusto, aunque no hubo un tema en especifico, supongo que hablamos bastante, por lo que me dijo, no hay clases este día y estudiare con mi hermano...¿Un hermano?eh?... ¿Cómo sera? Bueno, espero que nos llevemos bien, o al menos, convivamos en armonía, creo.
La casa no era nada comparado con la mía, era tan hermosa, su jardín parecía sacado de un cuento, nada que ver con mi antigua pequeña y acogedora casa, eramos papá y yo, me mostró mi habitación.
-¡Es muy grande!
-¿No te agrada?La hemos hecho especialmente para ti.
-E-es demasiado-Era mucho para mi, me sentí avergonzada de pensar en ellos escogiendo todo esto.
-Ni que lo digas, en fin, dejare que te instales, iré a arreglar unos asuntos, nos vemos en la tarde pequeña.
-Claro, adiós. Esboce una sonrisa.
La habitación era demasiado ostentosa, tocador con vitrales lleno de perfumes y joyas, biblioteca, la cama con tallados, el tono crema de las paredes, la mesa rodeada de cojines, era mucho, no soy muy refinada y femenina para eso...aunque bueno, no es rosa.
Lo ubico que llamo de inmediato mi atención fue una planta con diminutas flores blancas y vino tinto, que recitaba una nota "bienvenida, Elizabeth"
Después de casi terminar de organizar, me tope en el closet con una caja.
-¿Qué podrá ser?
Al abrirla, era un hermoso vestido en tono rojo ciruela junto a unas flats negras con una pequeña nota:
¿Te gustará? Úsame.
Me dispuse a colocármelo, parecía hecho a la medida, y, al salir, por un momento pensé que me veía bella, hermosa, claro, solo por un momento.
Escuche la cerradura ¿Quién podrá ser?
Al bajar me tope con la esbelta y elegante figura.
-¡Eli!-Dijo la bella señora soltando las bolsas que llevaba con sigo.
-H-hola Ritsuko.
-Cuanto tiempo, y mírate, tan bella como tu madre, iré a preparar la cena ¿Vienes?
-Claro.
Mientras cortaba las lechugas, con cuidado de no manchar el vestido, la puerta sonó de nuevo.
-Supongo que se adelanto...en fin...¿Podrías abrir Eli?
Suponiendo que era papá, corrí tan rápido como pude.
-¡Bienv..e...!-caí al suelo, y, seguido el sujeto también tropezó encima de mi.
-P-pero que!!
-Ahh!
A centímetros de sus labios, note a simple vista que no era quien yo pensaba, esos ojos negros, su piel blanca, ese cabello semi-ondulado en su cara, su agitado respirar, nunca antes había sentido a alguien tan cerca, su aroma...sentía como un rojo subía a mis mejillas, con sus brazos apoyados a pocos centímetros de mi cara, sus piernas abarcando todo como si me estuviese enjaulando, sus labios en mi oído dándome la melodía de su voz agitada.
-Linda noche...hermana.
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Touch Me
RomanceDespués de la muerte de su madre, Julietta Evanns decide mudarse a casa de su padre al cual no ha visto durante 8 años, así la vida de esta joven cambia por completo, desde ahora ella convivirá con su madrastra y su medio hermano Niccolas Evanns, el...