•Good Little Girl•/{Marshall x Fionna}/

I.- No Era Necesario

—¡Dios Fionna, para ya!— Una gata mágica admiraba con terror como su mejor amiga le estaba moliendo la cara a puñetazos a un sexy vampiro.—¡Al final vas a matarlo de verdad..!

Y aunque aquel chico era prácticamente inmortal, con la fiereza con la que la chica lo estaba golpeando podría, literalmente, estar muerto fácilmente ahora mismo.

Una vez los golpes cesaron, Marshall Lee miró a los ojos de aquella hermosa chica de cabello rubio. Era nada más y nada menos que la heroína del reino de OOO: Fionna la Humana; la cual le miraba con rabia, demasiada.

—¡Eres un imbécil, Marshall!— La chica suspiró con fastidio, ignorando completamente que Marshall tenía toda su cara llena de moretones y heridas provocadas por sus propios puños.

Sin más, Fionna tomó a Cake en sus brazos y se dirigieron directas a casa, habían pasado la noche en vela en aquel concierto y en la pelea por salvar a la pobre gata, que no se dieron ni cuenta cuando el demonio-vampiro empezó a ser calcinado por los primeros rayos de sol del día. Una vez en casa, la humana acostó a su amiga en el cajón donde dormía.

—Será mejor que te duermas Cake, que luego te pones hecha una fiera...— Arropó a la mencionada antes de dirigirse a su cama y desplomarse en esta, durmiendo al instante.

Esto no era nada comparado con las misiones y aventuras que las dos habían tenido, después de todo eran heroínas en todo el reino de OOO. Habían pasado hasta semanas sin dormir en muchas de sus aventuras, pero por muy fuertes que fueran, seguían siendo un dúo de un gato y una humana adolescente, especies que necesitan dormir bastante.

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Las dos chicas despertaron a la mañana del día siguiente, durmieron todo un día entero para poder recobrar fuerzas. Fionna se levantó de la cama, yendo directamente al baño para ducharse. Se vistió tras salir, colocándose una toalla en el pelo y bajó con intención de desayunar.

—¡Buenos días, Cielo!— Una animada Cake la saludó desde la cocina al oír el crujir de la madera a sus espaldas.

—Mgh..

—Venga, no sigas molesta con ese tonto, ¡que te hice el desayuno!

Y era verdad. Fionna fue recibida con unos pancakes y huevos con bacon hechos por su gata en la mesa, donde se sentaba y desayunaba un alegre BMO. Se sentó en la mesa, aún un poco adormilada, y comenzó a comer de su plato servido por Cake. A veces la admiraba mucho, aún siendo un animal que dedica la mayor parte de su vida a dormir, se levantaba temprano para poder recibirla con un desayuno digno de reyes y con la mejor sonrisa que pudiera ver, cosa que motivaba y alegraba a Fionna cada vez que despertaba. La quería mucho.

—Ugh.., Entiende de una vez, Cake— Habló con la boca llena de bacon —Me dió mucha rabia lo que hizo contigo, ¡no fue para nada necesario!

—Entiende tú que es un vampiro demonio, es un chico malo por naturaleza— Cake canturreó lo último, mirando a Fionna mientras levantaba las cejas y se acercaba a la mesa para, por fin, sentarse —Es obvio que le gustas, chica. Sólo quiere.. impresionarte.

Fionna miró a su amiga comer con la cara apoyada en su mano, de inmediato frunció el ceño.

—¿Y por qué querría hacer eso? Si eso trataba de hacer... Podría haber hecho otra cosa, no intentar devorarte...

La gata tan solo miró a su compañera, dándole una sonrisa.

—Oye, oye, no pasa nada, ¿vale? Yo estoy y estaré bien. Además, ¡ese creído no puede conmigo!