Capítulo 2: Tarde para arrepentirse

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ᴠᴏʟᴜᴍᴇ : ▮▮▮▮▮▮▯▯▯

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⋘ 𝑙𝑜𝑎𝑑𝑖𝑛𝑔 𝑑𝑎𝑡𝑎... ⋙

⋘ 𝑃𝑙𝑒𝑎𝑠𝑒 𝑤𝑎𝑖𝑡... ⋙

➤; ᴡᴇʟᴄᴏᴍᴇ ᴛᴏ ᴛʜɪs History.↶

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O no, sus miradas se habían cruzado en ese preciso momento en el que las tres potencias habían cruzado el marco del pasillo, las miradas de los tres Titanes para el argentino eran como agujas que se clavaban en todo su cuerpo frágil hasta fragmentarlo, el pánico lo invadía al sentir como uno de éstos carraspeó y luego habló en un tono frío y ronco que podría jugar que en cualquier momento lo cagaban a trompadas.

-...- Argentina... A pasado un largo tiempo desde la última vez que nos vimos.

La mirada más penetrante que había visto acababa de fulminarlo en cuestión de segundos, el silencio era incómodo y uno de los más grandes ingresó para acercarse al menor a paso acelerado y resonante, cosa que al llegar lo tomó con fuerza de la mano para estrecharla en un "saludo" no tan agradable para ambos, parecía que se lo comía con la mirada.

-Argentina- Re-Reich...

Su saliva parecía a tirarse en su garganta evitando que pudiese pronunciar bien sus palabras, el contrario quien ejercía presión en su mano amplió su expresión siniestra a la vez que comenzaba a lastimar su mano celestina y tornarla a un morado rojizo. El dolor se hacía cada vez más intenso, provocando que un quejido saliera de entre sus labios mientras intentaba mantener la compostura, el sufrimiento acabó al oír una tintineante risilla acercarse y la figura de la chilena abalanzarse sobre el nazi para aprisionar en un gran abrazo que no podía rechazar.

-Chile- Amor, me preocupaste.

-Reich- Lo siento cariño, ya estoy aquí.

Los besos no tardaron en aparecer ni mucho menos los típicos sonidos obscenos que se provocaban los mismos, totalmente incómodo retrocedió un paso para luego sentir un agarre ligero en su pequeña cintura que lo hizo dar media vuelta y terminar en el pecho del inglés, un porte muy elegante y soberbio patentizaba.

-...- ¿A dónde pretendes ir, pequeñín?~

Su rostro se le acercaba a un punto que invadía demasiado el espacio personal de Argentina, el cual solo lo empujó para poder liberarse del desagradable agarre y con firmeza dejar una marca roja con la forma de la palma entera de su mano en su mejilla, haciendo resonar el sonido de la defensa todos guiaron su vista hacia él atónitos por lo que acababa de hacer.

-Argentina- No vuelvas a tocarme...

Quien lo había tocado recientemente se ergió acomodando su corbata y el cuello de su camisa, con una risa nasal giro su cabeza al más bajo y así brindarle su mejor sonrisa arrogante para luego posar su vista al grupo a su derecha y volver hacia el albiceleste. Perplejo abrió sus ojos con el belfo semiabierto por la actitud desvergonzada del britano.

-...- Vaya Argie, no te han enseñado modales tal parece.

El inconveniente se agravó cuando los ojos acusadores de todos se centraron en él, la impotencia de poder resguardarse después de que el grupo lo viera como el villano al proteger su cuerpo vulnerable de las sucias manos del inglés que le daba aquél roce desagradablemente perverso que él ya conocía, comprendía que la agresividad no era la forma de solucionar las cosas, pero sus traumas con aquél hombre invadían día y noche su mente. Una persona del grupo que se encontraba presente se acercó frunciendo el ceño en señal de molestia hacia el argentino, demostrando que su movimiento ágil era claramente una intimidación para el ojidorado que a acto seguido regresó vía atrás unos pocos centímetros mientras que asustado levantaba sus manos en son de paz. 

-México- ¡Oye!, ¡¿Qué mierda te pasa?!

-Argentina- Perdoname, pero no me gusta el contacto físico con éste... -vió a Reino Unido de arriba a abajo con temor-... Éste enfermo.

-México- ¡Sé que eres nuevo, pero no tienes el derecho a tratarlo mal solo porque no te agrada!

-Argentina- Esque no lo entiendes.

-México- ¿¿Entender qué??

Argentina no quería gritarle a la mexicana porque él no era agresivo y sinvergüenza, solo guardó silencio mordiéndose el labio para tragarse sus palabras y no empezar un quilombo. Pero una presión fuerte al rededor de su cuello se hizo presente, una mano firme y más grande que las suyas se encontraba haciendo presión en aquella zona vulnerable, entre quejidos de dolor y lágrimas intentaba desesperado en pequeños temblores trataba de librarse de aquél agarre que lo lastimaba, sus ojos llorosos se posaron en su agresor de tez roja y tamaño colosal quien levantaba su indefenso cuerpo del suelo mientras le cortaba el aire.

-Bielorrusia- ¡¡¡Padre, sueltalo!!!

Era la bielorrusa quien salvó la vida del pobre argento tras correr hacia su progenitor y rogarle que lo soltaste en lo que en intentos desesperados de evitar un posible homicidio apretaba con fuerza el brazo del más alto. Gracias a su acto logró enmanciparlo y resguardarlo bajo sus brazos. México solo podía ver asombrada lo que el soviético había echo solo por un enojo de ella.

-Bielorrusia- ¡¿ESTÁS LOCO O QUÉ!?

-Urss- No me gusta que hagan enojar a México...

-Bielorrusia- No lo trates mal y él no le hizo nada a México.

El ojidorado que se encontraba a un lado sujetando su cuello adolorido se apartó del par de europeos para poder huir entre lágrimas mientras tapaba su rostro con la manga de su buso blanco y salir de la vivienda en la que se encontraba.  Se dirigió en su corrida a lo que sería un busque, adentrándose entre los grandes pinos y lastimándose sus manos con las afiladas ramas hasta teñirlas en rojo. Una vez dentro logró visualizar un gran Arce verde que adornaba el pequeño espacio vacío con sus abundantes raíces asomadas con el cual solo se limitó a admirar su gran belleza. Desconsolado se acercó a paso deprimente y se sentó entre las mismas protuberancias de la planta para luego abrazar sus piernas y comenzar a soltar su deprimente llanto silencioso.

-Argentina- Qu-que bien Argentina... Apenas ap-parecés y ya te ca-cagan a trompa-padas. ¿Por qué soy t-tan débil?

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El tiempo parecía haberse detenido en el hermoso cielo dorado que yacía sobre él, sus ojos destellaban con la iluminación. Su vistazo hacia arriba le indicaba que la esperanza de poder salir al frente y ser feliz se encontraba allí arriba, en la eterna paz, pero por el momento, trataría de esforzarse lo máximo por seguir adelante perseverando... Aunque fuese tarde para arrepentirse de ingresar al santuario.

Tomó una piedra y la lanzó por aburrimiento hacia a un lado, al haber echo aquél acto un sonido metálico sacudió sus oídos a lo que por curiosidad se levantó y se acercó hacia su orígen para así descubrir entre las plantas y enredaderas, una gran cerca de metal que a simple vista se podía contemplar que era incluso muchísimo más alta que el mismísimo ONU. Por chismoso, intentó tocar, pero quitó rápidamente su mano al sentir un pinchazo que volvía loco su cuerpo y retrocedió más de tres pasos, una valla eléctrica. ¿Por qué?...

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Gracias por leer
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☭⃟🍁Junto Al Arce🍁⃟☭   (Urssarg/Urss X Argentina) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora