𝐁𝐞𝐚𝐮𝐭𝐢𝐟𝐮𝐥 𝐆𝐚𝐰𝐢𝐧𝐊𝐫𝐢𝐬𝐭

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POV Krist

Al igual que el trastorno, la recaída se apoderó de mí. Poco a poco, me estaba mirando en el espejo mirando mis defectos por haberme descontrolado. Volví a usar la báscula obsesivamente y vi cada onza que ganaba como un fracaso personal. No pasó una hora en la que no pensara en lo mucho que me odiaba. Todo lo que quería era sentirme normal otra vez, pero era como si hubiera olvidado como hacerlo.

Sin mencionar que mi recaída no podría haber ocurrido en peor momento. Porque al final de esa semana, estaba conociendo la familia de Gawin.

A diferencia de los míos, los padres de Gawin vivían al norte del país, por lo que no fue un viaje largo llegar a la casa en la que creció. Me dijo enfáticamente, varias veces, que no necesitaba sentirme presionado para ir con él. Si el entorno empeoraba las cosas, se me permitía decir que no. Dije que sí en un momento en el que estaba seguro que podía manejar las cosas, pero ahora había estado en una espiral descendente durante días.

No pude obligarme a echarme atrás. Necesitaba ser fuerte. Una parte de mí sabía que estaba volviendo a mis viejos hábitos de mantener mis luchas en secreto, pero la anorexia nerviosa me había entrenado para ser un maestro en la racionalización del comportamiento autodestructivo. Al menos iba a estar con Gawin y eso significaba que estaría bien.

Los dos nos habíamos vuelto aún más cercanos, apenas pasaba una noche en la que uno de nosotros no durmiera en el apartamento del otro. Hablamos y nos enviamos mensajes de texto constantemente. Él era una parte importante en mi vida, y yo era importante en la suya.

Nunca olvidaré la primera vez que Gawin me dijo te amo. Fue un domingo. Habíamos horneado pastelitos de terciopelo rojo en Dalkom Caskey ese día y después vimos una película en mi apartamento. Los dos estábamos acurrucados en el sofá y él me lo dijo como si fuera la cosa más normal del mundo, así que se lo dije de vuelta. Hacía mucho tiempo que no tenía novio, que había olvidado lo feliz que me hacía estar con alguien que me amaba como lo hacía Gawin.

Hablamos al respecto y decidimos que informaría a los miembros de su familia con anticipación sobre mí, y les diría que esperar. Me sentí muy mal por eso, el hecho de que Gawin tuviera que explicar y preparar a su familia para mí, pero hubiera sido mucho peor si no lo supieran.

Era su primer viaje de regreso a casa desde que se mudó para abrir su repostería, y la ocasión especial fue el cumpleaños de su madre. Ella era la cabeza de familia, así que esto era algo que sus hijos nunca querrían dejar pasar. Aparte de Gawin y de mí, también estaría su hermano mayor Kiao, su esposa Darin y su hijo Cooper, todos en la casa. Me reuniría con la familia Caskey de una sola vez.

Llegamos allí por la noche y las cosas parecían ir bien. Todos fueron amables conmigo, nadie hizo preguntas incómodas ni hizo comentarios, ni siquiera Cooper, que tenia 11 años. Pero siempre podía sentir sus ojos en mí, estuvieran realmente allí o no. No estaba mejor, ni siquiera estaba en un buen lugar en mi recuperación. Gawin me estaba llevando a su casa y me sentí indigno.

Las cosas siguieron empeorando durante la cena. Me serví kimchi, lo probé por primera vez, olía raro, pero sabía muy bien. De hecho, todo se veía muy bien, pero eso no era lo que estaba pensando. Todos los demás estaban comiendo barbacoa y arroz mientras yo estaba sentado allí comiendo una aburrida ensalada y verduras asadas. Me sentí como un niño pequeño sentado en la mesa de los adultos.

No era la gente con la que estaba. Todos fueron muy amables y comprensivos. El problema era yo. Me estaba poniendo una máscara, sonriendo y actuando como si todo estuviera bien mientras me atormentaba la depresión y el desprecio por mí mismo. Todos ellos amaban tanto a Gawin qué... ¿qué pensarían cuando lo vieran traer a casa un caparazón por hombre? tan débil. No sabía cuáles eran sus expectativas, pero sentí que los había decepcionado a todos. Estaba viviendo una mentira.