¿Las Chicas Que Me Lastimaron Me Siguieron Hasta Mi Nueva Escuela? (Remake)

Capítulo 13: Karia Konade

Una pequeña niña caminaba en medio de una atmósfera oscura. Mejor dicho, entre demasiados cadáveres y sangre. Se escuchaban sus llantos y gritos desesperados. Agarrando un pequeño peluche en forma de oso se aferraba a este en busca de consuelo entre toda la oscuridad que había.

En medio de toda esa oscuridad, se vería una luz increíblemente brillante. Una puerta que habría mostrado el radiante sol de fondo. Un pequeño niño de aparentemente su misma edad entraba con un rostro de susto y preocupación.

La niña seguía llorando, hasta que el niño la abrazo, esta quedó sorprendido de su acción, estaba tan vulnerable que no se apartó se sentía protegida a su lado. Levantó la mirada siendo recibida por la sonrisa del niño, esa que con solo verla hizo que dejara de llorar.

[...]

—Despertaste—Más tranquilo—. Oh, perdón mi nombre es Yuta, Yuta Konade.

—Y-Yo—. Estaba muy asustada y tímida ante la presencia del chico, le costaba mucho expresarse. La madre del pequeño Yuta había sido avisada sobre todo lo que paso, su hijo había contado gran parte se sentía muy triste por la chica.

—¿Sabes dónde están tus padres?—. La madre de Yuta se agachó para poder escucharla mejor.

Las manos de la niña temblaron—E-Ellos están...—. Fue interrumpida cuando la madre de Yuta la abrazo. No podía soportar más.

—No digas más...—. Acariciaba y consolaba a la pequeña niña. Sentía un gran dolor al verla en ese estado, perder a tus padres de manera atroz ante tus ojos.

[X: Eso quiere decir que... es adoptada]

La niña estaba traumatizada había presenciado una matanza, aun habiendo sobrevivido su rostro refleja un vacío completo, sus ojos se posaron en Yuta pudiendo salir del trance. Quiso a abrazar a la niña, que cedió sin ningún reproche ante eso.

[...]

—¿Cuál es tu nombre?—. La madre amablemente esperaría a que respondiera.

—K-Karia...—. Al parecer se había calmado las cosas por ahora, por lo menos no estaba llorando.

—Mi nombre es Mitsuri—Acaricio la cabeza de la pequeña, Karia con necesidad se movía buscando más cariño por parte de Mitsuri—Es un gusto conocerte Karia—. Mitsuri suspiro, Karia había pasado por una situación realmente crítica en una etapa muy temprana de su vida.

—Será mejor que descanses un poco Karia—. La calmó para que supiera que todo está bien.

—N-No quiero volver a ese lugar—. Temblaba con miedo, había malinterpretado las cosas como si le hubieran dicho que volvería a ese evento.

Como si fuera su propia hija le secó las lágrimas—No vas a volver a ese lugar, te lo prometo—. Mitsuri la vio directamente a los ojos con ternura e impotencia.

Poco tiempo después terminó durmiendo en el sofá—¿Cómo está Karia?—. El pequeño Yuta estaba muy preocupado por la niña.

—Ya está mejor—Algo cansada—. Tú ve a cuidar de ella, yo tengo que hacer una llamada.

—(Esto debo informarle a la policía, por como me lo describe Yuta... hubo un asesinato)—. Rápidamente, tomaría su teléfono para llamar.

[...]

—(Ella se ve muy linda cuando duerme)—. De manera inocente se quedó a su lado. Karia abrió sus ojos suavemente viendo a Yuta, que tenía su vista posada en ella con alegría.

—(¿Qué debo decirle?)—. Sí, no sabía como empezar la conversación. Yuta sacó un caramelo que le extendió a Karia.

—¿Quieres?—. Ofreciendo sin pedir nada a cambio, parece que desde pequeño ha tenido la costumbre de demostrar ese mensaje de "No te preocupes" con acciones. Aunque le costó, Karia lo acepto.