TATTO ARTIST - Quackitoier

Third Ink

El fin de semana pasó muy rápido. El sábado pensé en hacerme un cambio de look, sentía que era el momento de un cambio, no podía ser la misma persona de siempre si voy a entrar a trabajar a "The black Duck". Así que me compré otra bandana, una de color azul.

No pues, que cambio.

El domingo, me dedique a seguir investigando. Anoté todo lo que pude o encontré relevante en mi libreta. Pero no fue mucho la verdad.
Tendré que esperar las instrucciones de mi nuevo Jefe.

De acuerdo, mi nuevo ardiente jefe no me había dejado en paz todo el fin de semana. No precisamente porque él me enviara mensajes o algo. No podía sacarlo de mi mente. Lamente mucho no haberle tomado una foto apenas me abrió la puerta, donde no tenía su sudadera y ese molesto gorrito, la podría haber ocupado para fines prácticos. Pero no podía quejarme aun con esa polera negra puesta se veía sensual.

Hoy es lunes, me puse mi nueva bandana, me vestí sencillo y de negro, solo para hacer feliz a mi futuro Jefe. Ya lo estaba extrañando cuando siento que me vibra el celular con un mensaje.

Sexy Boss:
¿Cuándo vienes Roier?

Yo:
¿A que hora me necesitas?

Sexy Boss:
Tengo una hora para tatuar a las 12. Ojalá llegaras antes para explicarte algunas cosas.

Yo:
Son las 9am, puedo estar allí a las 10:30. ¿Te sirve?

Sexy Boss:
Claro que me sirve Guapo, mueve tu humanidad para acá luego.

Yo:
Ya voy Boss:

Ay este idiota. Cómo este enano puede contagiarme una sonrisa tan rápido.

Yo:
Hey, Quackity... ¿Te gusta el café?

Sexy Boss:
¿A quién no le gusta?
¿Es una de tus preguntas?...

Yo:
No de las que tengo pensado hacerte, pero te conviene. ¿Cuál te gusta?

Sexy Boss:
Me gusta los que tienen Vainilla.

Yo:
Oh, inesperado. Ok.

Lo gracioso es que cerca del taller hay una tienda de cafés muy buena. Lo sé porque de hecho ayudé Part Time el verano pasado. Por lo que era mi primera opción para trabajar este año, pero con esta tentadora oferta de trabajo no me queda más que rechazar a mi ex Jefe.

Por lo que apenas pude escaparme de mi clase de la mañana, fui a esa cafetería. Lo mejor es que convenientemente que queda a 2 cuadras del taller.

Cuando entre a L.I.N.O. agradecí que había poca gente dentro del local, lo que me daba un poco más de tiempo para poder hablar con el gerente de la tienda.

-¡Roieeeeeer! ¡Volvisteeeee! - dijo apenas me vio.

-No por las razones que tú crees Vegetta, vengo solamente por 2 cafés. - dije sonriente.

-¿Qué?... yo te echo de menos Roier, vuelve a trabajar conmigo - dijo el mayor.

-No, no puedo Vegetta, hoy voy a empezar a trabajar en otro lado. Pero lo bueno es que es cerca de aquí, por lo que me veras muyyyyyy seguido.