Seventh Ink

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-¡Me dejaste chupones! ¡Que mierda Boss! - dije entrando indignado al baño.

Primero lo primero, ya se donde vive el descarado de mi jefe.

Era bastante obvio luego de subir al segundo piso, y ver la estancia como un departamento. Mas por que esta vez sus paredes eran
negras, pero estaban llenas de cuadros con diseños intrincados.

Gritaba Quackity por donde lo miraras.

Porque me hace la vida tan difícil, me enoja que no sea capas de hablarme normalmente de cosas de su vida, no eran complicadas de responder, pero él se encarga de complicar toda mi existencia.

-¡Dioses, Nalgón! ¿Qué mierda haces aquí? - dijo dándose vuelta ya que se encontraba prendiendo la regadera. Aun se encontraba sin polera y solo con unos pantalones que dejan ver que aun tenia un problema que resolver.

-Oh, tu sabes bien lo que hago aquí. - dije acercándome mientras disfrutaba de la vista.

-¿Por qué no te quedaste abajo? ¿Por qué te encanta hacer todo mas difícil? - dijo revolviéndose el pelo frustrado.

-¿¡YO!? ¡Joder Boss! ¡Tu no haces mas que complicarme la vida!

-¿Yo? ¿Roier de que hablas?

Oh, este imbécil....

-¡Por supuesto que tu! ¿Tan difícil es decirme tu nombre cuando te lo pregunto? ¿Por qué disfrutas tanto avergonzándome? ¿Por qué eres tan descarado en tus coqueteos, pero sigues excluyéndome de tu vida? ¡¿Por qué te empeñas tanto en hacerme sentir especial, para luego huir?!

-¡¿Yo?! ¡Joder Roier! ¿Esta mal querer proteger mi privacidad?

-No... Pero-

-¡No, déjame hablar! ¡Segundo! ¡Me gustas Roier! ¿Cómo mierda no voy a disfrutar verte avergonzado si te ves jodidamente tierno? ¡¿Es un crimen ahora?!

¿G-Gustar....? ¿Le gustó?

- ¡Yo no soy el que huye! ¡Tu lo eres! ¡Eres Imposible Roier! ¡Has huido de mi cada vez que te he tenido entre mis brazos! ¡Me ignoraste! ¡Después de que te besé! ¿Como crees que me sentí....?

No lo deje continuar, porque tomé su rostro y fui yo el que lo besé.

Oh dios, amaba besarlo.

Solo basto que me acercara un poco a su cuerpo, para que sus brazos me rodearan por mi cuello, aprisionándome a su cuerpo. Ese pequeño gesto, hizo estragos en mi interior, sentir como nuestros cuerpos se amoldaban,
hacia que mi corazón pegara brincos.

-¿Yo te gusto? - dije cuando corte el beso, y me dediqué a mirarlo hacia abajo.

-¿Es enserio Roier? ¿Qué mierda haré contigo? - dijo mientras suspiraba exasperado- ¡Como puedes si----!

Y lo volví a besar pero esta vez solo un pequeño para lograr que se callara.

-¿Te gusto? - volví a preguntar, con una sonrisa divertida en mi rostro, al ver el rostro de rendición de mi jefe.

-¡Si! ¡Roier! ¡Me gustas! -

-Tu igual me gustas, un poco.- dije restándole importancia.

-Si claro. Un poco. Estoy seguro que tu cuerpo piensa distinto- dijo mientras dejaba un beso en mi cuello.

-¿Desde cuando te gusto? ¡No, espera! ¿Como es que te gusto? llevamos menos de una semana conociéndonos. Es decir no me conoces. Ni yo a ti... -No pude continuar porque fue esta vez mi jefe el que ocupo mi técnica para callarlo. La diferencia es que él fue mucho mas atrevido que yo, porque su lengua me estaba haciendo perder todos mis sentidos.

TATTO ARTIST - Quackitoier Donde viven las historias. Descúbrelo ahora