Un simple semi-dios no podía estar al lado de dioses así de poderosos...menos si es de forma romántica.
Castiel, el semi-dios de la musica y la crueldad fue rechazado por sus destinos...los dioses...en medio del dolor y las lágrimas, Castiel tomo la...
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Por los pasillos del Valhalla corría con desesperación un azabache de ojos perlas con un brillo azul claro en ellos, iba directo hacia la sala del consejo.
-¡Castiel, espera!- La pequeña zorrita rosa se encontraba volando al nivel del hombro de Castiel lo más rápido que podía, pero su dueño era más rápido.
Los pedidos de Rin fueron ignorados por Castiel, después de haber recibido la carta de la diosa del Destino Dorado Carysse, se había alterado y mucho.
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F L A S H - B A C K
Castiel se encontraba en la playa de Veracruz, México, Disfrutando el sol mientras tenía puesto su traje de baño negro, lentes de sol y un sombrero negro y estaba acostado en unas sillas de playa y comía una pizza de queso con salsa Valentina y un refresco de fanta de fresa mientras leía y Rin estaba jugando, fuera de la sombría que lo cubría, a hacer castillos de arena.
El sonido del mar relajaba a Castiel mientras que a Rin la animaba a meterse al agua pero Castiel no la dejo, según su dueño; debe esperar media hora o sino le iba a doler la panza, ella a veces piensa que Castiel es su mamá y no su protegido. Mientras cada quien andaba en lo suyo, Lin, el pequeño dragón dorado de Carysse, llegó volando con una carta en sus garritas.
-¡Lin!- Sonrió Rin al notar la presencia de su mejor amigo. Castiel se quitó los lentes al ver a Lin.
-Oña!- Sonrió el pequeño dragón mientras su colita se movía de felicidad al ver a Rin.
-Hola Lin, dime, ¿Que traes para mí?- Pregunto Castiel con una pequeña sonrisa.
El Dragón extendió la carta contestando la pregunta de Castiel, y El nombrado tomo la carta y la abrió.
-¡Adiós!- Se despidió Lin lo que puso un poco triste a Rin, y notaba por qué ella bajo sus orejas. -Adios Rin- Lin se acercó a Rin para darle un beso en la mejilla y después alejarse volando.
