Miradas Prohibidas

Capítulo 7: El reencuentro

Tras este largo castigo, la menor de mis ganas era ir al instituto, iba a empezar bachillerato y en mi instituto solo hay ESO, así que... Digamos que iba a cambiar de instituto.

Iba caminando hacia el nuevo instituto cabizbaja, sin emoción, sin ganas, y sin duda, con un miedo importante a esta nueva etapa de mi vida.

Pronto este sentimiento cambió cuando me encontré con Tom.

¡¡¡CON TOM!!!

Nos pusimos muy felices y le pregunté:
- Pero tío, ¿tú no estabas en Austria?
- Pues mi madre me maltrataba y he vuelto aquí, porque mi madre vive en Austria y tras las agresiones por parte de ella y mi padrastro le devolvieron la custodia a mi padre.

Rápidamente, ambos, desviamos la mirada hacia una silueta que doblaba la esquina. Esa silueta empezó a correr hacia mi y yo me asusté.

Hasta que me di cuenta de que era él muslos (me dió fuerte la miopía) y es que solo faltaban Tegri (que aún no sé si se vendrá a este instituto) y...

Se me paró el corazón por un momento, mis pulmones no se expandían, no había sistema nervioso y se me puso la mirada en blanco.

- Claire, ¡CLAIRE, ¿ESTAS BIEN?! - exclamó Tom.

Recordé a Luna...

- Si, si. Tranquilo...
- No me lo trago, si te ocurre algo dilo. - insistió.
- Tranqui.

Estos dos años han sido horribles, he tenido varios intentos de suicidio y estuve con un chico llamado Sergio, el solo me quería por sexo y todo lo relacionado, sufrí mucho con ese subnormal. Ojalá Luna no hubiera desaparecido. Ojalá...

Me arrepiento muchísimo de que la hubiera perdido con ese pedazo de mierda.

Era amigo del muslos, que esperaba...

Tegri cruzando la esquina me sacó de mi mente.

- ¡Hola Claire! - exclamó Tegri
- Eh, hola Tegri, ¿ni dos besos ni nada? - dijo Tom con una sonrisa juguetona.
Todos nos empezamos a reír por el estupido comentario de Tom.

Él muslos muy cambiado y con una voz muy grave habló por primera vez en todo el momento y dijo:

- Deberíamos ir entrando, estaría mal llegar tarde el primer día. - dijo.
- Tienes razón. - dije.

Cuando nos dirigíamos a la entrada vi una persona, sentada en la puerta.
Parecía que lloraba, Tegri quería acercarse, pero no quería que nada saliera mal.

Pasamos junto a su lado.
Nos llamaban por nuestros nombres para asignarnos nuestros cursos.

¡¿Tegri Ramírez?! - exclamó una vieja gorda.
Sí. - contestó Tegri
1ºB - replicó.

¡¿Claire Smith?! - exclamó una joven rubia.
1ºC - prosiguió.

A Tom lo metieron en mi clase y al muslos también, Tegri se quedó solo en 1ºB.

Cuando iba a entrar al instituto.
Escuché algo, que al momento, no creí.
Se congeló mi sangre. Se paró el tiempo. Todo, se desvaneció.