Otto

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Maratón 2/3

Alice.

—¿Vamos por un helado? —le pregunté a mis chicos.

—Vale,¿por que no? —se alzó de hombros Pedri.

Hoy la gente estaba tranquilita,no le habían pedido muchas fotos.

—una tarrina pequeña limón —pedí.

Ellos se pidieron dos de vainilla.

—Que sosos sois —reí mientras chupaba la cucharilla de mi helado.

—Habló,la que se a pedido limón —rodó Pablo los ojos mientras mordía el cucurucho.

—Shhh —les mande a callar.

Estuvimos toda la tarde dando una vuelta por el centro de Barcelona. Y con una cosa y otra se nos hizo de noche.

Fuimos a cenar a un bar que había por ahí y nos sentamos y pedimos.

—¿Hablaras con tu hermana? —me pregunto Pedri bebiendo de su botella de agua.

—¿Debería hacerlo? —pregunté y ellos asintieron en un unísono. —Lo haré,mañana mismo.

—Esa es mi chica —me beso Pablo.

—Oye,la gente está por aquí cerca,podrían verte —dije y él miró hacia los lados,pero antes de que pudiera hablar,lo hizo Pedri antes.

—Y vosotros dos también deberíais de hablar de vuestros sentimientos.

—A la mierda todo,¿quieres salir conmigo Alice? —preguntó Pablo,no sé porqué pero me pillo de sorpresa.

Genial,mi momento.

—Claro que quiero Pablo —atraje su nuca hacía mí y lo besé,ya no me importaba la gente de alrededor.

Luego fuimos a casa y pasaron cosas de pocos amigos,solo espero que Pedri no,nos haya escuchado.

—¿Bonita noche no? —preguntó Pedri riendo en la cocina.

Me tape la cara con las manos de vergüenza mientras mi novio solo le miraba serio.

—Pues la verdad es que si —se sentó Pablo en una silla y apoyo sus manos en la isla de la cocina y Pedri solo reía.

Echamos la mañana limpiando la casa,comimos hasta que ellos tuvieron que irse al entreno y yo fui a hablar con mi hermana.

—Tú... —achinó los ojos y me iba a cerrar la puerta en la cara pero yo puso el pie.

—Déjame pasar —abrí la puerta con las dos maños por si ella me daba un portazo.

—¿Que quieres Alice? —se cruzó ella de brazos.

—Solucionar las cosas.

—No tenemos que solucionar nada,no hemos echo nada —alzo ella una ceja.

—Tienes razón,me he enamorado de él,¿sabes? Es mi puta debilidad,dormir con el,besarlo,sentirlo cerca,es lo que más me gusta en este mundo —admití y comencé a llorar,no obtuve respuesta de mi hermana,solo el calor de su cuerpo en un fuerte abrazo.

Me aferré a su cintura y la abracé,la echaba tanto de menos.

—Es normal Ali,esto no es fácil,yo sabía que te ibas a enamorar —suspiró ella. —¿Quieres café o colacao? Ahí ambos.

—Un café ahora mismo me vendría bien —sonreí y mi hermana asintió y se fue a la cocina.

Mientras nos tomábamos los cafés,estuve contándole lo que había echo estos días y ella había echo algo parecido.

—¿Quieres que te lleve? —me preguntó mi hermana.

Iba a recoger mis cosas de la casa de mi novio,tenía que volver ya a mi casa.

—¿Lo habéis solucionado? —me abrió mi novio la puerta,hizo el intento de darme un beso pero le hice la cobra,estaba mi hermana esperando,estaba todo sudado,acabarían de llegar —¿Que te pasa? —subió detrás mía.

Entre en la habitación y hice mi maleta lo más rápido posible mientras él me mirabas desde la puerta.

—Lo he solucionado con ella,chao —le di un pico y baje abajo.

—Hola —me saludo Pedri que estaba abajo,antes no le había visto,bueno,tampoco me había fijado.

—Lo he arreglado con mi hermana,adiós —le di un beso en la mejilla y salí por la puerta.

Mi hermana estaba bajada con la puerta del maletero abierta.

Metí la maleta en el coche y subimos.

Estuvimos todo el trayecto cantando a todo pulmón Quevedo.

𝙀𝙨𝙨𝙚𝙣𝙯𝙖 || 𝙋𝙖𝙗𝙡𝙤 𝙂𝙖𝙫𝙞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora