4: Fall, fall.

23 1 0
                                    

(Reproduzca Coldplay - Sparks)

¿Me extrañaste Graham? - pregunto su hermanita hayley mientras era abrazada con fuerza por el castaño.-

Claro que te extrañe, hermanita, no estoy acostumbrado a que estés tanto tiempo ausente. - sonrió ante lo que dijo y acaricio la espalda de la contraria, está soltó una leve risita y apartó un poco a graham.-

Pero si solo estuve dos días fuera de aquí, no me imagino cuando entre a la universidad.. - alboroto los esponjados lienzos castaños y ambos rieron.-

Mejor no digas eso, ¿Te fue bien? - dijo mientras ayudaba a la menor a ordenar sus cosas, está asintió.-

Si... Me fue excelente, de hecho, hay algo que quiero contarte. - dejo en la cama su pijama y se sentó en la cama, Coxon imitó la misma acción y tomo asiento al lado de ella.- Lo que pasa es que... Bueno, no sé cómo decirlo...

Anda, me estás dejando con la intriga.. - para que sintiera más confianza le sonrió de forma dulce, aún así la castaña seguia teniendo esos nervios transmitidos en todo su cuerpo.-

Lo voy a decir directo, muy directo... - apretó sus puños y respiro hondo.- Esa chica, la amiga con la que fui bueno... Ambas nos gustamos mutuamente y.... Y me beso... Y ahora estamos saliendo.. - tapo su rostro, se estaba arrepintiendo de todo lo que había dicho y esperaba una reacción fuerte, sin embargo Graham aunque estaba procesando todo destapó el rostro contrario y por parte de él respondió con una sonrisa.-

¿De verdad? - pregunto con tono dulce y la nena asintió.- Mira, pequeña hayley, el amor no busca un sexo fijado, si encontraste tu amor adolescente en una chica créeme, estoy muy orgulloso de ti.

¿Enserio....? ¿Y si nuestros padres desde donde nos miran no lo aceptan? - cuestionó con temor y soltó un suspiro.- es que en verdad me gusta ella...

Es tu vida, son tus sentimientos, y te aseguro que igual ellos estarían muy orgullosos de ti como yo lo estoy ahora, el amor es preciado... Así que atesoralo, y por supuesto espero que ambas se cuiden mutuamente, el amor adolescente va a marcar tu vida así que haz que eso sea realista pero dulce, ¿Oíste? - abrazo de lado a la jovencita y está sonrió ampliamente asintiendo varias veces, la emoción y felicidad estaban presentes en ambos.-

¿Y tú? ¿Hiciste algo interesante estos días? - pregunto en tono amable, Graham no sabia que responder a eso, no sabía cómo le iba a decir que ya estaba en planes de forjar una amistad con alguien.-

Pues... Pues ayer pinte, y.... Y me quedé a ver el cielo. - añadió pasando por alto que el no había estado solo, las imágenes del rubio llegaban a su mente de forma rápida, recordar esos ojos verdosos, esos cabellos heredados del sol, su bonita nariz respingada y el perfume que emanaba lo hacían ejecutar varias pausas en sus oraciones, no podía evitarlo.- Y tal vez, solo tal vez... Tuve unos cuantos encuentros con....

¿Con quién?! Anda hombre, ¡Dime! - comenzó a insistir la castaña, ahora Graham se sentía en líos.-

Ah, no, con un tipo, nada importante. - negó con la cabeza y se levanto.- Vamos, vamos, a almorzar.

Hayley hizo pucheros, mientras Graham se dirigía a la cocina no podía dejar de escuchar "¡Ya cuéntame! No seas malo" de parte de la jovencita, él simplemente negaba y trataba de cambiar el tema, hasta no estar seguro no volvería a referirse a Damon; cuando ella se fue al colegio Graham salió a toda prisa para comprar en la tienda algunas botanas y unos cigarrillos, porque sí, él de vez en cuando fumaba, estaba a punto de pasar a la registradora cuando la puerta de la tienda volvió a abrirse, Graham no hubiera puesto atención si no fuera porque el perfume que acariciaba su nariz era perfectamente reconocible, cuando alzó la mirada noto que quien miraba los aparadores de comida era nada más y nada menos que Damon, aún así el mencionado pareció no prestar atención a las personas que lo rodeaban, típico de ese joven, aunque igual Graham no se molestó en llamarlo, no quería originar una reacción extraña en el tipo, paso a registrar sus cosas y cuando pago salió de ahí, no precisamente para irse, sino para esperar a Albarn, pasaron casi 4 minutos cuando el ojiverde abrió la puerta, en mano tenía una cajetilla de cigarros y una caja de cervezas.

El Jardín (Gramon)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora