Mi Cantante Preferido. Niall Horan y Tu. Novela Gay.

Capitulo 3: La vida puede ser larga, pero también puede ser corta.

Capitulo 3: La vida puede ser larga, pero también puede ser corta.

"Narrador"

Había pasado ya 1 semana desde que los chicos recibieran las malas noticias, cada vez notaban como Delia estaba más pálida, con ojeras, o simplemente dormía más de lo común.

A ___ (tn) eso le ocasionaba tristeza y miedo. En esa semana ___ (tn) pensó que su madre había muerto 2 veces.

Era fin de semana y ___ (tn) estaba preparándose para ir al hospital. Los chicos de su edad normalmente se preparaban para salir con sus amigos e ir a fiestas, pero ___ (tn) no tenía a nadie.

Sus únicos amigos eran sus hermanos.

___ (tn) termino de vestirse y fue a tomar el autobús, ya que sus hermanos trabajaban y llegarían más tarde al hospital. Tardo 15 minutos, se registró y se dirigió a la habitación, entro y ahí estaba su madre dormida.

"Narra ___ (tn)"

Entre a la habitación y ahí estaba, dormida, estos días a dormido más de lo común... y eso me preocupa.

Saque un libro, no quería despertar a mi madre, pasaron las horas y ya casi terminaba mi libro cuando de pronto sentí que mi madre despertó.

-¡___ (tn)!- dijo mi madre un poco sorprendida- ¿Cuánto tiempo llevas esperando?

-Unos minutos- mentí.

-¡Seguro?- me pregunto mi madre no muy convencida.

-Si mama- le volví a mentir- no llevo ni 30 minutos.

-Está bien- dijo mi madre no muy convencida- ¿Y tus hermanos?

-Trabajando- le conteste- ya no deben tardar en llegar.

-Está bien- dijo mi mamá y luego comenzó a toser.

-¡Mama! ¿Estás bien?- le pregunte un poco asustado.

-Tranquilo- me dijo mi madre con una sonrisa- estoy bien, solo fue una tos.

Me calme un poco, pasaron 10 minutos y mis hermanos llegaron.

Mamá ¿Cómo te sientes?- pregunto Stefani.

-Bien hija- dijo mi madre- chicos ¿Podrían dejarnos a solas a Stefani y a mí? Quiero hablar a solas con ella sobre algo de mujeres.

Seguro- dijo Steven y después salimos los 2.

Esperamos afuera de la habitación por unos minutos, hasta que Steven me dirigió la palabra.

-Y bien ¿Me dirás quien te hiso eso?- me pregunto Steven señalando mi moretón en el ojo.

-Ya te lo dije, me golpeé cuando salí corriendo del hospital- le mentí.

-Por favor- dijo Steven- a mi no me engañas, ni a mí ni a nadie. Solo dime ¿Quien te lo hiso? ¿Te asaltaron? ¿O fue ese tipo Chake o Chase otra vez?

Yo solo me quede callado, me sorprendía la intuición de Steven.

-¿Fue el verdad?- me volvió a preguntar.

Yo solo asentí sin mover la boca.

-Debes aprender a defenderte- me empezó a decir Steven- no puedes dejar que ese estúpido te intimide solo porque eres diferente a él.

-Sabes que no soy fan de las peleas- le conteste- y que yo no sé pelear.

-No me refiero a los golpes- me dijo Steven- pero mínimo aprende a esquivar los golpes.

-Okey... lo intentare- le dije en forma fría.

-Bien. Ahora ponte esto- me dijo Steven mientras sacaba de su bolsillo una crema- úntatelo en tu ojo para que se te quite más rápido ese moretón.

-Gracias- le dije y tome el tubo de crema.

-Chicos- dijo Stefani cuando abrió la puerta de la habitación- ya pueden entrar.

Los 2 asentimos y entramos. Ahí estaba mi madre, pero la vi mucho más pálida.

-¿Estás bien mamá?- pregunto Steven en tono preocupado.

-Si hijo- le contesto mi madre.

Vi a mamá más seria, y triste, no quería imaginarme lo peor pero al mismo tiempo no podía sacarme de la cabeza esa idea.

-Chicos...- comenzó a hablar mamá- temo... que este será mi ultimo día.

-¡¿Qué?!- dije mientras e hincaba para abrasarla- no mama, no digas eso.

-Lo siento hijo pero- mamá comenzó a toser más y más fuerte- ya no aguanto estos dolores.

Los 3 comenzamos a llorar.

Pero ¿Saben qué?- su tos aumentaba- me alegra... (cof)... (cof)  estar... en mis últimos minutos... (cof)... (cof)... con... ustedes.

De pronto sentí como mi madre se quedo dormida y su monitor cardiaco dejo de funcionar.

-¿Mamá?- dije aterrado- mamá... mamá ¡contesta!

Pero ella no contesto. Nunca lo hizo.

El doctor Carl entro, examino el monitor  y después tomo una sabana para cubrirla.

-Lo siento- dijo el doctor- acaba de fallecer.

Mi mundo se fue encima, no quería aceptarlo. Pero era verdad... mi madre, la mujer  que me dio la vida... había muerto.