CLARAMENTE NO SOMOS COMPATIBLES

El trato

POV Andrew:

Cada vez que mi padre me pedía que conociera más mujeres, que tendría ya que pescar alguna, que ya era momento de sentar cabeza y todo eso yo no lo podía llegar a comprender. He de admitir que yo no soy de esos hombres que quiere tener pegado alguna dama para que me haga la vida mejor, pienso que son un estorbo. Claro que he tenido malas experiencias con ellas, las respeto y todo lo que tenga que ver en sí, pero siento que por la que todos cuentan que debe ser la ideal, perfecta en el hogar, gran madre, y por más que insistan, no lo creo, o no la veo.

Mientras pensaba en todo eso veía través de la gran ventana de mi cuarto, me fascinaban los colores que combinaba la estrella gigante que ilumina día con día la vida, y yo siempre me preguntaba el por qué sucedía esto, que clase de magia era esta. Y el tocar de la puerta de mi habitación hizo que me despertara de mi transe en lo bello del paisaje.

- Adelante...- tome entre mis manos el reloj de mi bolsillo que mi madre me había dado en memoria de mi abuelo, acariciándolo con el pulgar para admirarlo.

- Hijo, ¿estas ocupado? - reconocí esa voz gruesa y autoritaria, eso significaba malas noticias, y aun así negué para prestarle atención. - Quería hacer un trato contigo. Sobre una última oportunidad que des para conocer a una mujer. Sé que es un tema duro para ti... claro, después de lo que paso con tu madre...-

- No metas a madre en esto- dije cortante y guardé con delicadeza el reloj. - Sabes mi opinión sobre eso, y me niego rotundamente a ser partícipe de tu jugada, padre-

- No son jugadas, solo quiero lo mejor para ti, quiero dejarte en buenas manos, antes de que el tiempo pase y todo termine- las expresiones de mi cara, él no podía verlas y no eran nada respetuosas, pero como siempre no dije nada y el continuo. - El tipo de trato te va a agradar, creo que será de las mejores decisiones que podrás tomar. Aparte tienes que ver ya tu futuro, los linajes y riquezas en lo que te beneficiara todo esto-

- ¿Qué clase de trato estamos hablando? - Me gire a verlo, su cuerpo cansado y cara desanimada reflejaban a duras penas que ya no podía contra mí, y entonces fueron alumbrados sus ojos al ver que le prestaba atención de frente.

- Una familia de clase media-alta, los Hempton, tiene a una hija muy preciosa de rasgos llamativos, educada y te podrá ayudar en todos lo que tu planees, dice que una mujer de alto carácter puede levantar el muro de china antes de pestañar- no sabía si creerle a mi padre sobre como hacía que la chica fuera el ultimo vaso de agua del mundo, como si fuera verdad, me llamo la atención, lo que decía sobre su gran carácter, porque mujeres sumisas por donde quiera hay.

- Bien... aceptare, pero si algo no es como tú dices, renuncio a seguir aquí- suspire, lo único que quería en realidad era alejarme de esta casa, todos esos recuerdos cada día me dañaban más y más.

- Excelente, partiremos mañana por la mañana para ir con los Hempton a conocer a tu futura prometida, recuerda dormir bien porque mañana será un largo día- esto último me lo decía antes de dejarme solo de nuevo en la habitación, y se fue.

Tome de nuevo el reloj y lo aprecie entre mis manos, se veía tan pequeño y frágil, por eso lo cuidaba mucho, era muy apreciado para mí.

- Madre... Sé que tú siempre estás conmigo, solo desearía que esta ultima oportunidad en la que estoy abriendo mi corazón hacia alguien de nuevo, sea para bien e igual a ti... como te extraño- cierro las manos en un puño y ahogo un sollozo, solo ella podía verme frágil, tenía mucho miedo de mostrar mi verdadero yo a otra persona.

Solo espero a que todo salga bien.

~ Al Día Siguiente ~

Los pocos rayos que entraban por mi ventana me despertaron y cuando abrí mis ojos estaba Nana dejando la bandeja del desayuno en la cómoda. Le sonreí y ella a mí, sé que no es mi madre, pero su forma de ser desde que está conmigo se ha parecido bastante.