-Mira, quien decidió dormir en casa - La voz de Max hizo reír a Juliana. Eran casi las 11 de la noche cuando finalmente había llegado a casa. La noche estaba fría, exactamente como todas las otras.
-¡Hola! - Lo saludó.
-¿Vamos a beber para entrar en calor? - Sugirió el chico.
-Hoy no. Mañana quizá ¿Sí?
-Yirena está en la cocina - Le dijo en voz baja.
-Gracias. Te amo por eso - Le respondió la morena, dándole un beso en la mejilla al chico antes de subir corriendo las escaleras y dirigirse a su cuarto, el cual compartía con Kate. - ¡Kate!
-¡Carajo! ¡Qué susto! - Kate gritó, cubriéndose.
-¿Es que ustedes cogen todo el tiempo? - Indagó Juliana, viendo a Alice ruborizarse. - ¿O solo cuando saben que voy a llegar?
-Alice da clases todo el día y yo trabajo. Nos gusta aprovechar cuando tenemos tiempo. - respondió Kate.
-Lo entiendo, pero podrían ponerle seguro a la puerta ¿No creen? Es la sexta vez que las atrapo así esta semana.
-¿Así que llevas la cuenta? - pregunto Kate riendo - ¿Será que quieres practicar?
-¡Idiota! - Juliana exclamó rodando los ojos.
- Sería interesante hacer un trío - Dijo bromeando, viendo a Juliana ruborizarse fuertemente.
-¡Ew! Ni de broma - Dijo haciendo una mueca. Ella consideraba a Kate como parte de su familia. No la veía con otro tipo de ojos y sabía que era algo recíproco.
-Entonces vete de aquí, porque aún no me he venido - Dijo Kate riendo, viendo a Juliana aventar su mochila a la esquina del cuarto y dirigirse hacia el baño.
-Me voy a bañar. Ese es el tiempo que tienen - Dijo la morena y cerró la puerta.
- Menos mal que eres una pajera. Tenemos tiempo de sobra! -Grito Kate, haciendo a Juliana rodar los ojos.
La morena se quitó la ropa y entró al agua caliente que salía de la regadera. El agua acariciaba su piel, la hacía suspirar de placer, un buen baño caliente después de un largo día de trabajo, definitivamente era lo mejor del mundo.
Súbitamente, la imagen de Valentina con las piernas abiertas cruzó su mente. Valentina se había excitado por su toque. Juliana suspiró e intento pensar en Gal Gadot, su eterna fuente de inspiración en sus largos baños.
Maldición, Kate tenía toda la razón, pensó Juliana.
Conforme iba enjabonando su cuerpo, la imagen de Valentina cruzaba su mente, haciendo que la morena se frustrara. No se tocaría pensando en Valentina. Eso estaría mal en muchas formas.
Cuando vio que su cuerpo estaba en estado de alerta, tomó una decisión drástica, abriendo la llave fría del agua a todo lo que daba. Estaba helada y tenía gran probabilidad de coger un resfriado, peor en su mente, Valentina no tenía malicia, no sería justo ni tampoco correcto aliviar su excitación pensando en Valentina. Cuando consiguiera enfocarse en Gal o en cualquier otra persona, terminaría el trabajo.
La chica se agachó temblando por sentir el agua fría castigando su piel. Puso las manos en su rostro y suspiró. No estaba dispuesta a volverse una pervertida en este pudo de la vida.
Cuando su cuerpo volvió a la normalidad, abrió nuevamente el agua caliente, terminando de bañarse de forma normal.
[...]
El ruido de una corneta hizo que Juliana se llevara un gran susto que casi la hizo caer de la cama. Sus ojos analizaron el lugar y encontró a Kate, Jim y Max saltando en su cama.
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En un parpadeo
أدب الهواةValentina Carvajal tenía 6 años cuando sus padres decidieron salir de vacaciones en familia, se dirigían hacia Chicago, pero el destino fue cruel chocando contra un carro mientras se dirigían al aeropuerto. Los hermosos ojos azules se abrieron nueva...