Sin poder contenerme voltee hacía donde Nicole había señalado.
Se dirigian a nuestra mesa. El y sus amigos. Parecia una típica escena de pelicula donde entran en camara lenta y todas babean por ellos, o bueno, yo sentía que estaba a punto de hacerlo.
Cuando llego a nuestra mesa, se sentaron como si nos conocieramos de toda la vida.
-Hola de nuevo, preciosa -me dijo Antonhy al oído, pues justo el se había sentado a mi lado.
Después de eso, comenzó a comer de su almuerzo tranquilamente, como si nada hubiera pasado, aunque de vez en cuando me dedicaba miradas complices.
Yo sólo podía apartar la vista, pues me ponía demasiado nerviosa.El receso se basó prácticamente en pláticas superficiales.
...
Me dirigía hacía la salida del colegio, hasta que de pronto, siento unos brazos rodearme.
-¿Quién soy cariño? -me susurraron al oído.
-¿Zayn?
-No, lo siento, pero de castigo tendras que acompañarme a un lugar -dijo cuando al fin me destapó los ojos, y como no, era Antonhy.
-Pues, yo lo siento más, porque no ire.
Comencé a caminar hacia mi casa, dejando a Antonhy hablando sólo.
-¡Oye!,espera -comenzó a perseguirme.
No podía dejar que me alcanzará, no admitirá que me gustara y si lo acompañara, lo único que conseguiría, es que en verdad me enamorara de el.
Deje de caminar y empecé a correr sin fijarme por donde iba. Voltee hacia atrás, para saber si continuaba siguiéndome. Si, lo hacia. Me hacia muecas con la cara. No entendía que me quería decir, hasta que grito...
-¡Cuidado!
Antes si quiera de poder voltear, me estampe contra algo y al instante senti que algo me empapaba de pies a cabeza. Tenía que ser una broma. Ese "algo", era pintura azul, ¡AZUL!, maldita sea. Parecia un puto pitufo. ¡Un pitufo!
De todo lo que me podía pasar, justamente tenia que chocar contra una especie de escalera con un bote de pintura en lo alto.
Un minuto después Antonhy llega a mi lado. Me ayuda a levantarme y cuando me ve completa suelta una carcajada. Dios, sentía que moriría feliz si lo último que escuchara fuera eso. Pero también me daban ganas de matarlo.
-¿Y tu de que te ríes? -tenía que admitirlo estaba enojada, pero no con el, si no conmigo, por ser tan tonta pra haber chocado de esa forma.
-No te enojes, pero asi pareces una pitufa.
Lo sabía, pero eso no significara que me lo tuviera que decir. No conteste absolutamente nada.
-¿Sabes? Ahora asi te dire, mi pitufa.
-Si lo haces...
ESTÁS LEYENDO
Embarazada y abandonada
Fiksi PenggemarElla es buena estudiante, dulce aunque traviesa, alocada y sobre todo le gusta llevarle la contra a las personas que le parescan groseros con los demas. El no es muy buen estudiante, es lo que muchas dicen atractivo, el es un mujeriego que trata a l...