El padre de una familia muy adinerada busca desesperadamente pagar las deudas pendientes con un capo de la mafia italiana, así que cuando éste se fija en su hijo mayor, decide dárselo a cambio de saldar todas sus deudas. Ahora, alejado de su familia...
Mew despierta y ve a Gulf dormir a su lado arrodillado en el piso, el termómetro suena y lo saca marcando 35°. Mira que el sol había aparecido y con cuidado se levanta y carga a Gulf y lo acuesta para arroparlo.
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—Seguro te desvelaste cuidándome, descansa —dice Mew para dejar un beso en la frente y salir de la habitación en búsqueda de algo de comer. . . . .
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★★ Escaleras ★★
—Mi niño Mew, perdón, señor Mew, qué alegría verlo mejor —dice Nana mirando a Mew bajar las escaleras—. ¿Ya está mejor?
—Años que no me llamabas mi niño —dice Mew llegando abajo—. Supongo que fui el causante por mi forma de actuar, si estoy mejor, tengo hambre, quiero algo de comer para mí y luego para Gulf, seguro no ha comido nada tampoco.
—Sí, no ha comido nada el joven Gulf —responde nana—. No sé quiso despegar de usted y no dejo que nadie más lo cuidara, es un joven muy bueno.
—Sí, muy bueno —dice Mew mirando por todos lados de su mansión—. Bright tiene razón y Gulf también, es tan oscuro aquí, parece que sí vive el conde Drácula.
—Nana se ríe un poco. —Perdón, no me quise reír, pido perdón.
—Hazlo, ríete —dice Mew haciendo cosquillas a Nana y luego la abraza fuertemente—. Perdóneme por como he actuado todos estos años, me sumergí tanto en el dolor y la pena que no vi que estaba haciendo mal las cosas, prometo remediarlas.
—¡Mi niño! —dice Nana escondiendo su cabeza en el pecho de Mew y llorar—. No sabe cuánto deseaba que usted volviera a ser mi niño, me hace tan feliz tenerlo en mis brazos otra vez.
—Ya no llores, ordena que quiten todas esas cortinas negras y que mi mansión tenga hermosas flores. Girasoles… ¡Sí, Girasoles! Como amaba mamá, quiero que esta mansión tenga vida otra vez, ya no será fría y oscura, eso nunca más pasará otra vez.
