El padre de una familia muy adinerada busca desesperadamente pagar las deudas pendientes con un capo de la mafia italiana, así que cuando éste se fija en su hijo mayor, decide dárselo a cambio de saldar todas sus deudas. Ahora, alejado de su familia...
El jet hizo su aterrizaje y uno a uno iban bajando con sus respectivas maletas.
—Llegamos Señor Suppasit, espero haya tenido un buen viaje —habla el piloto.
—Fue muy tranquilo y muy confortante, volveré a Italia en unos días más, les haré saber que día, por el momento, pueden descansar en esta ciudad. Tay ya arreglo para que el jet sea guardado —responde Mew estirándose un poco—. Cuando nos vayamos los llamaré.
—Así será señor Suppasit —dice la azafata.
—Esperaremos su llamado señor Suppasit —manifiesta el piloto.
—Tay asegúrate de pagarles bien y un hotel por la estadía —ordena Mew—. ¿Vamos?
—Como ordene, señor Suppasit. Ya les reservé un hotel y en sus cuentas hay un depósito, aquí está el hotel ya pagado. —dice Tay con una corta reverencia a Mew y entregando un papel al piloto y azafata—. Solo digan sus nombres y no deberían tener problemas.
—¡Muchas gracias! —dicen ambos para hacer una corta reverencia e irse.
—Vamos a esperar a Bright adentro —dice Mew tomando su maleta.
Todos toman sus maletas e ingresan al aeropuerto, ninguno pasaba desapercibido por su porte y elegancia. Todos los quedaban mirando con gran asombro.
—Creo que jamás han visto tantas bellezas juntas —dice Yoon riendo.
—Pienso que no —responde Mile—. ¿Estás bien amor?
—Algo de náuseas, pero estoy bien —responde Apo sacando agua de su bolso.
—¡Pero qué hombres más bellos! —grita Bright corriendo a abrazar a su Primo—. ¡Qué alegría verte!
—¡Bright! —grita Mew al abrazarlo de igual forma—. ¿Cómo estás? Ya te extrañaba primo. ¿Te cortaste el pelo?
—Sí, Gulf lo hizo, estaba aburrido —responde Bright arreglando su chaqueta—. Así que aquí está el que declara la guerra.
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—Jajaja, sí —responde Mile—. Aquí estoy.
—Qué alegría saludarlos a todos. Yoon, Zee, Ton y hasta al señor Apo. ¿Cómo estás Tay? —pregunta Bright al saludar a su amigo.
—Vivo —responde Tay—. Pero casi fui violado por el señor Zee y el señor Mile.
—¿Ah? —interroga Bright asombrado.
—Estaban jugando en el jet, empezaron a molestar a Tay, sabes cómo son Zee y Mile —le aclara Mew riendo.
—Oh, jajajaja —se ríe Bright—. Ellos son así de juguetones Tay.
