© de la introducción, poemas, epílogo y notas: MPimientaL
EL AMARILLO EN VAN GOGH
© del prólogo: Murdo Ortiz
murdortiz.com
A mi madre por la valentía,
a mi padre por la disciplina.
NOTA PRELIMINAR DEL AUTOR
Este libro muestra un recorrido por algunas de las pinturas de Vincent van Gogh donde el amarillo es el color predominante. Está dividido en cinco períodos que recogen la mayor parte de su producción artística, desde 1883 a 1890, y donde ésta fue más prolífica. Ha sido escrito desde la interpretación personal de estas pinturas donde me sitúo en los ojos del propio artista para así concebir una idea poética de la panorámica de éste antes del proceso creativo.
Comienza la caída de las hojas; se ve cómo amarillean los árboles, el amarillo aumenta todos los días. Es por lo menos tan bello como los vergeles en flor.
Vincent van Gogh
PRÓLOGO
Conocí a Manuel Pimienta Lorenzo, MPimientaL, en la prueba de acceso a la Escuela de Arte de Sevilla, ya hace más de una década. Recuerdo aquel momento como cuando se descubre un oasis. Mi relación con él, cara a cara, se condensa en pocos años y fue de una fraternidad absoluta. Comenzamos hablando de Picasso y eso para mí, aunque a algunos les duela, me supuso gloria con tomate. Juntos estudiábamos procedimientos, materiales y locales de Funk. También algunas que otras reuniones de artistas en pleno auge del graffitti sevillano.
En 2006 hicimos un viaje a Madrid a la Feria Internacional de la Piedra pero lo tengo totalmente borroso. Como casi todas aquellas noches de Funk que terminaban con reflexiones sobre las Crucifixiones de Antonio Saura.
Declaro que aquella fue una época en la que aprendíamos de la prisa para acabar pisándonos con nuestros propios pies.
Mi madre me tiene dicho que en estas ocasiones salga corriendo sin mirar atrás.
De Manuel aprendí, de manera indirecta, que utilizar cinta de carrocero, plantillas y pinceles se apartaba de lo ordinario. Era excepcional y divertido. En el pueblo donde viven mis padres aún puedo disfrutar de una de sus piezas con DFK Crew. Le doy gracias al fabricante de la pintura por la calidad y perdurabilidad del material y a Manuel por ser uno de los que no practican el pretexto de crear con la intención de plasmar-complacer sino con la de canalizar-exorcizar.
[...] porque existen seres vivos que crean por necesidad.
Recuerdo, no solo recuerdo, jamás se me olvidará, uno de sus primeros cuadros de la serie I Love Margarita en el que admiré, puede que por primera vez viniendo de alguien tan cercano, la libertad visceral sobre un lienzo controlada por un trance bastante inteligente, una canalización de las emociones que jugaban con el medio y con los materiales para expulsar los demonios que atrapaban a un alma inquieta a la vez que sincera.
Seguimos practicando días y noches de cómo patina el subconsciente, descubriendo el cordero de Dios tras un despiece de supermercado, hablando de cómo vuela la música, bailando de cómo despega la arquitectura, vomitando de cómo aterriza la sangre. No te tires, hay otro punto de fuga. Buceando en batido magenta con dirección a un rincón, no sé si en la Tierra o Marte, comiéndonos palabras pero regalando sus semillas.
Manuel tenía aquella concepción del espacio de la que tanto hablaban los profesores en los talleres de modelado y talla en piedra, el respeto por la materia, la forma, la búsqueda de la armonía en su dura y blanda plenitud y el dinamismo en base a los planos: el abrazo reconciliador entre lo cóncavo y lo convexo. Pero lo más noble de su instinto creador es el no concebir como noble ningún procedimiento determinado. El procedimiento se crea a partir del marco en el que vivimos y para esto no hay santo grial ni prospecto.
Todo esto que os cuento, ligado a la apreciación del amarillo en van Gogh como una función emocional, más que como mera herramienta o efecto pictórico, me traslada a algunas de las piezas del Ballet Triádico de los años 20 de las que hoy podemos encontrar algunas reproducciones. Aquella exploración del espacio y la danza de Oskar Schlemmer en la Bauhaus, que apostaba por liberar las ideas de las restricciones impuestas por los cánones.
La libertad de ser consciente es un precio que no cicatriza.
MURDO ORTIZ, artista plástico.
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El amarillo en van Gogh
PoetryAunque de formato pequeño y haber elegido el verso y no la prosa para su tratamiento, no deja de ser un relato de la obra de Vincent van Gogh mediante cinco narraciones que conforman los cinco períodos en los que se divide el presente libro y donde...