Capitulo 7 parte 1

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pasado


Otra tarde más, como siempre, que Vegas iba con ansias a las orillas del mar. Sin embargo, tenía un presentimiento extraño, que hasta el momento no supo explicar. El día anterior había notado a Pete especialmente decaído, cosa que lo preocupaba. Intentó ignorar sus pensamientos y siguió en camino. Tenía toda la tarde para preguntarle qué le pasaba.

No pasó mucho hasta que logró divisar la pequeña costa. La húmeda brisa comenzaba a golpear sus mejillas hasta que al fin llegó a su destino.

Se bajó del caballo y, al mirar a su alrededor, notó que ese día había sido el primero en llegar. Está bien, Pete a veces se retrasa.

Pero su mal presentimiento seguía.

Procedió a sentarse donde siempre, esperando por esa persona que veía todos los días.

Pero el sol comenzó a esconderse, y éste nunca apareció.


Y así pasaron los días, al siguiente, Vegas también fue y se quedó hasta el anochecer. Al próximo, hizo lo mismo. No tenía ni noticia de Pete, pero ¿cómo la tendría? si al final no conocía casi nada acerca de su vida, y a su vez él no conocía la suya. Eran dos desconocidos unidos por una gran coincidencia, pero no quería despedirse todavía, le importaba demasiado.


Durante el día, Vegas vagaba por el castillo sumergido en su cabeza. No entendía qué hizo mal, por qué Pete dejó de ir. Ya una semana había pasado desde que no se veían, pero sus sentimientos seguían intactos. Vegas paró en seco. ¿Y si le pasó algo? No podía ser, ¿no?

Mientras seguía pensando sin parar, no notó que alguien se posó a su lado. 

Era uno de los sirvientes.

—"El Rey solicita que vaya al salón principal, su alteza."

—"Está bien" respondió. El sirviente le hizo una reverencia y se fue.


Al llegar al salón lo esperaba su padre, como era de esperar. Siempre con esa mirada fría, a veces creía que su padre lo odiaba, y quizás por eso siempre intentaba ser suficiente para él.

—"Ah, Vegas. Debo anunciarte sobre algo." dijo en gran tono. 

—"Sí, padre"

—"En una semana tendremos una visita. Es el Rey Kinn, del reino vecino, por eso debes alistarte y comportarte para la ocasión. Una alianza es algo que podría sernos de gran utilidad a futuro, ¿entendido?"

Era bien sabido que Vegas y el rey Kinn se odiaban, por algo mandaban tantos espías diarios. Muy pocas veces se encontraron cara a cara, pero la idea de volver a verlo lo hacía querer desaparecer. Sin embargo, su padre parecía querer una alianza, y culpaba a Vegas por conseguir todo lo contrario.

Pero él no podía desobedecer a su padre.

—"Sí, padre" hizo una reverencia y se retiró de la sala.


En el camino iba maldiciendo su suerte lo más que podia en su mente, deseando no tener que hacer ninguna otra tarea ese día. Hoy volvería a ver el mar, necesitaba desahogarse con Pete, si tan solo estuviera.

Para su mala fortuna, esos pensamientos fueron interrumpidos nuevamente por alguien.

Esta vez era su hermano, Macau.

—"¿Podemos hablar un momento, hermano?

Podría ser peor. Él era la única persona en ese castillo cuya presencia no le fastidiaba. Pensó que estaría bien hablar con él y simplemente asintió, mientras era llevado al jardín.

Se sentaron frente a la hermosa fuente, escuchando el sonido del agua caer.

—"Me preocupas" soltó.

Vegas frunció el seño.

—"¿Cuál es el motivo de tu preocupación?" dijo, un poco a la defensiva.

Su hermano rodó los ojos y suspiró.

—"Estás volviendo al castillo más tarde de lo usual, y cuando estás no haces más que deambular, ¿se puede saber qué pasa?"

—"No es nada" respondió, levantándose del asiento. "Estoy cansado, nada más, ¿puedo volver con mis actividades?"

Macau agarró su mano para que no se fuera.

—"¿Puedo pedirte algo?" esperó a ver respuesta en el rostro de su hermano mayor, más éste no se inmutó. "Podrías dejar de ir a dónde vas, y pasar tiempo aquí conmigo, blanquear la mente por un tiempo..."

Tenía razón, quizás era lo mejor. Vegas sabía cuánto lo amaba su hermano, y no quería verlo mal por su culpa. Además, tal vez Pete no tenía intenciones de volverlo a ver.

—"Está bien, lo prometo"

En el rostro de su hermano creció una sonrisa y éste se levantó a darle un abrazo. Vegas podía contar con una mano la cantidad de veces que había recibido uno, y la mayoría de éstas eran con Pete. No le gustan, para nada, pero él fue el único que pudo ablandar esa parte de él. 

—"Ya ya ya" decía mientras intentaba alejar a su hermano mientras éste todavía intentaba conseguir un abrazo del mayor.

—"Vamos por favor, uno solo" Macau fingía que iba a llorar.

—"Si seguís te voy a mandar a matar" bromeó Vegas pretendiendo sonar serio, pero ambos no tardaron en estallar de risa a los pocos segundos, mientras se retiraban a seguir con sus respectivos deberes.


Y entonces Vegas ya no fue a visitar el mar.


Al otro día, le llegó una noticia.

Se encontraba en sus misiones diarias con sus caballeros, estaban persiguiendo a uno de los que parecía ser otro hombre mandado por Kinn.

Ese día, Vegas se encontraba especialmente frustrado, así que no iba a dudar en torturar a aquel individuo. Ni siquiera cuando al fin lo capturó y lo llevó a los calabozos.

Y así fue como la piel del retenido se iba llenando de marcas mientras los azotes del príncipe seguían sin parar, tan fuertes que la sangre terminó manchando todo a su paso.

—"Por favor, tenga piedad" logró exclamar el hombre en medio de su delirio "puedo darle información"

—"¿Ah si? ¿Vas a hablar?" tres latigazos sonaron. "Adelante"

El hombre estaba ahí, disperso en el piso, se le cerraban los ojos y se sentía mareado, ya estaba perdiendo mucha sangre.

Al no tener respuesta inmediata, Vegas reaccionó, haciéndolo abrir los ojos y gritar.

—"El rey Kinn... el día de la visita.." se quedaba sin fuerzas.

El príncipe volvió a hacerlo reanimar.

—"Su sicario... mandó a matarlo" 

A Vegas se le congeló la sangre. La visita era toda una farsa, lo iban a matar. Tenía una información tan importante en sus manos, definitivamente no lo iba a permitir, quería saber más.

—"¿Y quién es el sicario?"

El retenido ya apenas reaccionaba, ni siquiera tuvo la voz para gritar frente a los azotes que vinieron después. 

Con todas sus fuerzas susurró.

—"Su nombre... el sicario del rey es..."

Y no reaccionó más.

El mar en donde te volveré a encontrar (vegaspete/BBB)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora