Maestros de Maya [Viper's #2]

Capítulo 24

Maratón 3/3

La sangre de Derek corría caliente y fría. El pánico acalorado luchó con el escalofrío helado del miedo mientras la adrenalina bombeaba en su sistema y su cuerpo se preparaba para luchar. El problema era que hasta que Viper pudiera decirles una dirección, en realidad estaban sentados en sus manos esperando.

Maldijo el hecho de que conducía un coche de policía marcado. Habría podido formar equipo con Viper y Logan en cualquier otro automóvil, pero los colores distintivos y las luces intermitentes solo pondrían a Maya en mayor peligro. No tenía idea de lo que esos bastardos le estaban haciendo en el auto, pero prometió una rápida retribución contra cualquiera que lastimara a la mujer que amaba.

"La recuperaremos", dijo su compañero sombríamente. Solo recientemente habían sido asignados para trabajar juntos, pero Derek conocía a Brick Darnell desde hacía muchos años. Era un buen policía y, a menos que Derek hubiera interpretado mal al hombre por completo, estaba contento de tener la oportunidad de interrumpir las actividades de esta pandilla en particular. Al igual que Cam, recientemente había entrevistado a demasiadas víctimas que se negaban a nombrar a sus atacantes por temor a represalias.

“Hijos de puta arrogantes”, dijo Viper por teléfono. "Han entrado en un taller industrial en Vine Street. Parece tranquilo desde donde estamos sentados”.

“¿Puedes ver a Maya?” preguntó Derek con preocupación, los latidos de su corazón latiendo en su garganta mientras movía el patrullero hacia el tráfico y se dirigía hacia su ubicación.

"No en este momento." Viper estuvo en silencio por un rato, y Derek lo conocía lo suficientemente bien como para saber que eso significaba que estaba eligiendo sus palabras con cuidado.

"Escúpelo, Viper", dijo irritado. Él no quería endulzar. Quería información, y quería sacar a Maya y Elise de allí.

“Necesitas quedarte atrás por un tiempo. Mantente fuera de la vista. Logan y yo estamos entrenados para infiltrarnos en una base enemiga y extraer rehenes, así que danos diez minutos para ponernos en posición y luego llamar a tantos patrulleros como puedas. Asegúrate de que entren con las sirenas encendidas. Podríamos necesitar la distracción"

"Está bien", dijo Derek, mirando a Brick brevemente antes de volver su atención a Viper. "¿Estás armado?" Había una parte de él que realmente no quería saber la respuesta a eso: esta pandilla había causado más dolor a más personas que cualquier otra que hubiera conocido, pero el oficial de policía responsable en él sabía que solo haría que el la situación general sería peor si las acciones de Logan y Viper fueran vistas como las de los vigilantes.

“Relájese, oficial Chambers. Logan y yo solo estaremos allí para proteger a Maya y Elise. No planeamos matar a nadie. Demasiado papeleo"

Derek sonrió ante la respuesta de Viper incluso cuando reconoció en silencio que ni Viper ni Logan necesitarían un arma para matar a nadie. También sabía que ambos hombres harían lo que tenían que hacer para mantener a salvo a Maya y Elise a pesar de las consecuencias que podrían enfrentar más adelante.

Solo esperaba que no fuera necesario.

* * * *

 
Cam contó los segundos en su mente. Cuando faltaban treinta segundos, se levantó de la silla y se dirigió a la cocina. "¿Dónde está Maya?" preguntó a los ocupantes de la habitación. La camarera y el ayudante de camarero negaron con la cabeza, pero parecían preocupados. El jefe de cocina se encogió de hombros y sugirió: "¿Revisaste arriba?"

Habría sido una pregunta perfectamente razonable si Cam no hubiera sabido a ciencia cierta que el hombre había visto a Maya irse por la puerta trasera. Lo peor era que el hombre parecía perfectamente tranquilo. No parecía nervioso de ninguna manera, lo que le sugirió a Cam que el chef no estaba siendo amenazado ni coaccionado por nadie. Dejó a Cam con un solo pensamiento: que el hombre estaba trabajando con la pandilla que se había llevado a Maya.

Cam se volvió hacia los otros dos ocupantes de la habitación con la intención de que se fueran para poder interrogar al hombre en silencio, pero el chef debió haber sentido lo que Cam estaba pensando.

El cuchillo habría golpeado a Cam en el pecho si no lo hubiera visto venir. Se giró empujando a los dos empleados de Maya fuera del camino cuando el cuchillo pasó junto a ellos. Golpeó la pared y cayó al suelo con un suave sonido metálico. A pesar de ser un lanzamiento bastante preciso, a juzgar por la caída de la hoja de un extremo a otro, lo más probable es que lo hubiera golpeado primero en la empuñadura. Cam cruzó la cocina casi antes de que el hombre pudiera agarrar una segunda arma. El hombre sonrió maliciosamente mientras sostenía el cuchillo del chef frente a él de manera amenazante.

Pero era obvio para Cam que el chef estaba más acostumbrado a usar cuchillos para picar que como armas. Fácilmente desarmó al hombre y luego miró para encontrar a la camarera que ya estaba hablando con la policía por su teléfono celular. Ella sonrió, le hizo a Cam una señal con el pulgar hacia arriba y continuó respondiendo las preguntas del operador de emergencia. Tanto ella como el ayudante de camarero siguieron a Cam al área principal del restaurante mientras él conducía al chef hasta una silla en la esquina. Lo empujó al asiento, gruñó una advertencia para que no se moviera y luego tomó el teléfono que la camarera le entregó y habló con el operador de emergencia.