-¡Ya voy mamá! Grite desde mi habitación con la esperanza de que dejara de gritarme. Odio que me despierten así, a los gritos y apurándome.
Era el primer día de escuela, lo cual a mi madre le emocionaba mas que a mi. Todos los años era lo mismo. La misma gente desde que tengo 3 años, los mismos profesores, las mismas clases pero siempre con alguna información extra. Y es que era obvio, Buford tenia los mismos habitantes desde hace años y años. Nada nuevo pasaba, nada interesante. Y lo peor de todo, es que todos se enteraban de todo.
Este día sentí que algo iba a ser diferente, tenia que serlo. No solo por mi ultimo verano en el que me di cuenta que crecí y que ahora mi futuro dependía 100% de mi, (que debo decir que fue muy duro caer en esa realidad.) Si no por que necesitaría encontrar un motivo para seguir, para hacerme sentir viva. Algo por que mejorar, cambiar y sacar lo mejor de mi. Necesitaba encontrar ese "algo" que sentía que había perdido hace mucho tiempo.
-Último llamado Cassie Kyle. No me hagas subir a buscarte!
-Ya voy mamá. ¿Podes dejar de gritar alguna vez?
Odiaba empezar el día así, con los gritos de mi madre, haciendo las cosas apurada y olvidándome de casi todo. Baje a querer desayunar algo, de todas formas era mi primer día de clases y debía ir con el estomago lleno ya que hoy regresaría tarde a mi casa, como todos los primeros días. Era un ritual que teníamos con mi mejor amiga Miley. Después de clases ir al parque a hablar de lo mismo. Como habían cambiado todos nuestros compañeros desde el verano, las ultimas tendencias y debatir de la vida de las personas que pasaban a nuestro alrededor. Esa era nuestra rutina todos los días después del primer día. Una rutina que hacíamos desde hace 8 años.
Miley llego a mi escuela cuando tenia 8 años, era de lo único que se hablaba en nuestro pueblo. Una familia recién llegada de Alaska. La primera vez que la vi me pareció interesante. Como era nueva, nadie se le había acercado. Al final del día, volviendo a mi casa, me di cuenta que ella venia por el mismo camino que yo. Ella se había mudado a 2 cuadras de mi casa! Obvio cuando me entere, enloquecí. Nunca tuve amigas, era bastante solitaria y las pocas amigas que había tenido vivan super lejos y por alguna razón terminaban mudándose.
El día siguiente la espere en la esquina de su casa, cuando la vi salir me acerque y hablamos durante todo el camino hacia la escuela. Miley era super divertida, me dolía la panza de tanto reírme. Ponía toda mi atención en escuchar sus historias en Alaska. Realmente nos hicimos amigas en muy poco tiempo, y desde ese día, nunca mas nos separamos. Es la hermana que nunca tuve.
-Me encantan los waffles en el desayuno.
-Lo se hija, y como es tu primer día después de un duro verano te los hice especialmente.
Mi madre era así, me complacía en todo. Era hija única y ella realmente me cuidaba como un tesoro. Eramos nosotras dos.
Agarre todas mis cosas y salí corriendo. Como siempre, estaba tarde. Tenia que pasar por la casa de Miley, ya que me quedaba de paso y siempre íbamos juntas.
Apenas me abrió supe que estaba emocionada por contarme algo. La conocía muy bien y sabia todas sus expresiones, de que se trataba cada una.
-¿Ya te enteraste??
-Hola primero. Y no, no me entere de nada. ¿Paso algo?
-Una familia se acaba de mudar enfrente de tu casa! No viste nada?
-Pero claro que no, ¡Mira la hora que es! No me fije en nada. Y dale, apúrate que si no llegamos tarde.
No le preste nada de atención a lo que me había dicho Miley. Estaba mas preocupada en que llegáramos a tiempo que en todo lo demás.
Dicho y hecho, lo que me había dicho mi mejor amiga era cierto. Toda la escuela hablaba de un nuevo chico. Todas las chicas estaban como locas, hablando a los gritos y todas preguntándose como sera, a que curso iría y todas esas cosas. Miley se sumo a hablar, ella era mas sociable que yo. Sabia integrarse muy bien a otros grupos y siempre sabia de que hablar. En cambio yo no era así, mi única amiga era ella y jamas sabia de que hablar. Capaz por eso nos complementábamos tan bien
-Tengo que pasar por el tocador antes. Vos entra y eleji nuestros lugares. -Le dije a Miley.
Ella siempre se encargaba de encontrar los mejores lugares del aula, ni muy atrás ni muy adelante.
Me retoco el poco maquillaje que tenia puesto, no me gusta maquillarme tanto. Soy muy básica para eso, solo un poco de corrector, rubor y rimel. Nada mas.
Me quede mirándome en el espejo. Otro año empezaba, este año dependía de mi, como voy a ser en el futuro. Después del verano quede media triste. ¡Odiaba los cambios!, y este año solo implicaba eso. Cambios y mas cambios.
Me quede pensando en todo esto y como me afectaba a mi, cuando de repente alguien abrió la puerta y me saco de todos mis pensamientos.
El era alto, tenia rulos, ojos marrones y unos labios enormes. Me quede embobada mirándolo. Jamas me había pasado esto, y menos estar en el baño a solas con un chico!
-Perdóname, pensé que este baño era el de chicos. Ya me voy.
-No... Espera. Este si es el baño de chicos...
Me temblaba toda la voz, apenas podía hablar. No sabia que me pasaba.
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Si quieres las estrellas vuelco el cielo
Romance"así sin miedo, si quieres las estrellas vuelco el cielo No hay sueños imposibles ni tan lejos Si somos como niños ..." Y ahí comprendí todo. Jamas me había sentido tan amada y jamas nadie me había mirado con esos ojos.