232-Water 7
DESCRIPCIÓN:
Luffy siente cosas que no puede comprender y Zoro le ayuda a comprender todo eso que está sintiendo.
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El sol brillaba y el mar en Grand Line no podía estar mas tranquilo, al igual que cierto capital con sombrero de paja y esta tranquilidad estaba volviendo locos a su tripulación
- Esto me da miedo, Luffy ha estado demasiado tranquilo todo el día - dijo la navegante del barco mientras se acercaba a sus compañeros que estaban reunidos viendo a su capitán sentado sobre la cabeza del Merry.
- Ya chequeé el refrigerador y la bodega, todo está intacto, no se comió nada. Además, en el desayuno no me pidió más comida después de terminar su primer plato - todos los presentes voltearon a ver sorprendido en su dirección, no se lo podían creer.
- Eso es imposible, lo menos que he visto comer a Luffy son 5 platos y eso porque estaba gravemente enfermo.
- ¿Creen que se haya vuelto a enfermar? - dijo Chopper muy asustado, hasta parecía que estaba a punto de llorar
En eso Zoro llegó, había escuchado toda la conversación de sus compañeros y estaba decidido a hacer algo. Solo hablar entre ellos no resolvería nada, si se debía hablar con alguien era con Luffy.
El espadachín se acercó a paso decidido y se sentó a lado de su capital, esta acción hizo que el recién mencionado volteara en su dirección y le dedicara una sonrisa al contrario.
- Hola Zoro. Que paso? - dijo ladeando un poco su cabeza y dedicando otra sonrisa a su contrario, una tan brillante que hacía que el corazón del peliverde diera un salto.
- Yo debería ser el que preguntara. ¿Qué tienes? Estás preocupando a los demás estando tan tranquilo.
Al escuchar esto Luffy se sobresaltó un poco y se quedó pensando en su respuesta por un rato, no sabía cómo expresar lo que le pasaba.
Después de un rato, al no recibir respuesta Zoro decidió tomar a su capitán por el mentón haciendo que sus miradas se conectaran.
- Luffy, no lo voy a repetir, que tienes. - dijo con firmeza viendo fijamente en los ojos del contrario. Darle vueltas al asunto era algo que no hacía ni le gusta - Saber que me puedes contar cualquier co-
Zoro fue abruptamente detenido por los labios del contrario, no estaba entendiendo nada, nadie lo hacía. Los demás estaban viendo desde lejos y estaban igual o más sorprendidos que el propio Zoro.
Luffy se separó de los labios de Zoro y recargo su cabeza en el hombro del mayor.
- No entiendo nada, desde hace un rato cada roce, cada sonrisa tuya, cada vez que llamas mi nombre pareciera que mi corazón se quiere salir de mi pecho y mis manos sudan como locas. ¿Tendré alguna enfermedad rara? ¿Me voy a morir? No quiero, quiero seguir viajando y cumplir mi sueño, no puedo hacer eso si estoy muerto, no? Y he estado-
Una sonora risa retumbó por todo el barco, Zoro se estaba riendo a carcajadas. Él mismo no era el más experto sobre el tema, sin embargo sabía a la perfección que lo que le pasaba no podía estar más alejado de la muerte.
- Tranquilo Luffy, no es una enfermedad ni te vas a morir por ello. Te lo juro - tomó al contrario por los hombros y lo acomodó de tal forma que se estuvieran viendo pero que a la vez estuvieran lo más cerca posible, Luffy de verdad parecía al borde del colapso.
- Entonces que me esta pasando, hay alguna forma de hacer que pare? - sus ojos brillaban, parecía estar más que aliviado al saber que no se moriría. Mientras tanto Zoro no podía estar más avergonzado, después de las risas iniciales al fin cayó en cuenta que su capitán se acababa de confesar. No lo podía creer, nunca pensó ser correspondido.
- Luffy, sabes lo que es el amor? - preguntó después de haberse calmado un poco
- Es cuando 2 personas se quieren muchísimo, no?
- Si. Cuando amas a alguien tu cuerpo reacciona de formas extrañas cuando está cerca de su enamorado. Tus manos sudan, el corazón se te acelera y todo el tiempo quieres estar cerca del otro.
- Y como haces para que esas reacciones paren? - Luffy no se paró a pensar en el hecho de que estaba enamorado de Zoro, él quería muchísimo todos sus compañeros, los amaba como su segunda familia.
- Hay 2 soluciones. En la primera, tus sentimientos son correspondidos y comienzan a salir. En la segunda no lo son, eres rechazado y entonces le toca al tiempo ser parte del juego ayudándote a dejar esos sentimientos atrás y seguir adelante.
El silencio reinó por un momento, Luffy estaba analizando todo lo mejor que podía. Sentía que no había entendido algo bien.
Después de un rato por fin comprendió y cuando lo hizo se puso completamente rojo y nervioso. No podía creer todo lo que acababa de hacer, desde el beso hasta la confesión.
Las risas del contrario lo volvieron a sacar de su crisis existencial. Por la expresión que el menor tenía en cara, Zoro podía predecir lo que estaba pasando en la cabeza del contrario, por fin había entendido todo y se estaba muriendo de vergüenza por ello.
- Tranquilo, no lo sobrepienses. Para tu buena suerte, tu caso cae en la primera solución. - Luffy levantó su cabeza con sorpresa y volteo a ver al mayor, ahora el que estaba en shock era él.
- ¿Tu sientes lo mismo que yo? - preguntó aún estupefacto.
- Si, desde hace mucho, la verdad. - se rasco un poco la nuca, pensando en todas las discusiones mentales que tuvo para llegar a la conclusión de que lo amaba. Lo de él ya no era un simple gusto, ya era un enamoramiento en forma y de los grandes.
Ambos no cabían en ellos de la felicidad. Luffy se abalanzó sobre Zoro y le dio un gran abrazo, el cual fue correspondido. Así pasaron un buen rato, entre abrazos, sonrisas, risas y uno que otro beso.
Esa noche fue de festejo en el Merry, todos felicitaban a la nueva pareja y el hecho de que Luffy se veía mejor ahora que estaba con Zoro.