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5: Almacén abandonado.

Finalmente había llegado a la iglesia, por motivos tuve que practicar en el salón que teníamos dentro, hoy habían algunas personas en la iglesia confesando sus pecados y algunos rondando en el interior. No pude evitar mirar cómo salía nuestra vecina de aquel confesionario cuando pasé por ahí, tomando mi guitarra sigo mi camino y me siento finalmente en un banco mirando una pizarra que tenía escritas algunas notas musicales.

Mis dedos se posan en las cuerdas de la guitarra y cerrando los ojos comienzo a tocar, buscando serenidad cosa que se vuelve difícil cuando mi subconsciente no buscaba lo mismo, lamentablemente un personaje con unos labios rojos y brillosos como aquella manzana que había comido, aparecía como una distracción muy libidinosa.

Una nota desafinada se me escapa y arrugo mi rostro dejando de tocar la guitarra, frustrado abro mis ojos sintiendo bochorno por estar pensando así de un chico. No estaba bien, y si alguien llegara a saberlo estaría en aprietos.

Paso la tarde tratando de concentrarme y tocando la guitarra, cantaba melodías al azar y otras que conocía de memoria y quedándome en silencio solo con el ruido de las notas de la guitarra, comienzo a pensar sobre aquella vez que Hoseok se encontró conmigo y JiMin, aún tenía dudas sobre lo que habría pasado entre esos dos, aunque he preguntado, suele evadir todas mis pregunta a toda costa.

¿JiMin conoce a Jiwoo?

Jiwoo es la hermana menor de mi vecino, ella hace dos años comenzó a ir al internado por lo que se no se vio más, ella sólo es un año menor que yo y aunque más hablaba con Hoseok, ella solía ser bastante amable, siempre nos observaba escalar árboles o trataba de unirse cuando salíamos en las bicicletas, aunque cuando cumplí quince años ella había cambiado, Hoseok jamás me dijo que pasaba pero siempre ambos discutían hasta que ella término en el internado y Hoseok se vio algo decaído desde entonces.

Ya no sonríe como acostumbraba a ver. La familia Jung también era otra.

Distraído en mis divagaciones, volteo a mi lado y veo la pantalla de mi teléfono se enciende y cuando lo cojo, veo un mensaje de TaeHyung preguntándome donde estaba, en ello observo las llamadas de mi madre que no había atendido. No puedo evitar dejar ir un pesado suspiro, es obvio que ella recurrió a mi amigo para saber mi paradero.

Le respondo que estaba en la iglesia y que tenía el teléfono en silencio.
Guardando la guitarra, tomo mi bolso y apago la luz del salón notando por las ventanas lo oscuro que estaba afuera.

Me había quedado esta vez mucho más tiempo que no había percatado de la hora y que de seguro mi madre me dará un sermón por no contestar sus llamadas y desperdiciar mis horas en la música, caminando por el patio de la iglesia con un poco de prisa, estando cerca de salir por el gran portón, mis pies como si el suelo tuviera pegamento se detienen abruptamente, mis ojos vieron como aquel azabache salía de la iglesia caminando con pasos apresurados hacia la otra dirección.

No cabía duda que era él y como yo, aún llevaba su uniforme puesto, me quedo mirando su espalda sintiendo una mala sensación cuando veo al padre salir algo urgido por la puerta de la iglesia quedando como yo, mirando la dirección del azabache que seguía su camino.

Retrocedo unos pasos rápidamente ocultándome, ¿JiMin y el padre juntos? ¿Era algún delirio y todo era producto de mi imaginación?

Me asusto cuando el teléfono comienza a sonar y rápidamente lo cojo viendo la llamada de mi madre y esta vez sin poder ignorarlo, lo tomo contestando casi sintiendo una pizca de adrenalina.

ㅡ¿JungKook? Ya es muy tarde para que estés afuera, debes volver a casa.

ㅡSí mamá. ㅡ respondo mirando de reojo hacia la puerta de la iglesia, viendo ya el lugar sin ningún peligro de ser visto, salgo del escondite y me voy caminando con cautela. ㅡSe me paso la hora practicando, perdón.

Judas彡༄Jikook°• AdapDonde viven las historias. Descúbrelo ahora