(☉。☉)!→Créditos creativos a s-starjn
¡Muchas gracias por tu idea! ♡Jin y YoonGi son niños pequeños. (✷‿✷)
YoonGi miró con ojos llorosos como todos sus peluches eran arrojados en diferentes cajas.
― Dios mío, YoonGi. ¿Estás viendo todos esos juguetes? Creo que podrás sobrevivir con ellos por un par de años más.― Habló la mujer rubia. En un intento de bromear, pero que para el menor sonó a regaño total.
Intentando ser un niño fuerte, como decían sus primos, retuvo sus lágrimas en un máximo esfuerzo. Sin embargo, al sentirse regañado, no tuvo otra liberación más que llorar.
La rubia lo vio preocupada y rápidamente se acercó a él. Verlo en llanto removió sus propios sentimientos, así que ella tampoco soportó más.
― Lo siento mucho, mi niño. Sé que no es fácil para tí, ni para mí, pero verás que haremos todo lo posible para estar bien.― Se sintió terrible al causar esa angustia en su propio hijo, así que abrazándolo trato de explicarle todas las ventajas de mudarse.
― No me fue fácil dejar a todos mis conocidos aquí, así que me imagino que para tí tampoco. Eres un niño muy bonito, tendrás muchos más amigos en Seúl y mamá también los tendrá, todos sus amigos te amarán tanto que te vas a sentir feliz de habernos mudado.― Viendo que todavía no podía hacer entender al pequeño, se rindió por el momento y limpió su nariz para seguir empacando.
El rubio menor se quedó en silencio escuchando las palabras de su mamá. Se distrajo intentado descifrar de lo qué hablaba su mamá.
¿Amigos? ¿Seúl? ¡Pero él sólo quiere saber qué pasa con sus peluches!
Cuando vio sus juguetes ser arrojados de nuevo, se sintió nuevamente terrible y su llanto incrementó.
La mujer, conteniendo el dolor al escucharlo, solo negó con la cabeza y continuó con lo suyo. Ideando un buen plan para hacerlo sentir mejor.
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El niño dormía plácidamente, disfrutando de su nueva colcha de superhéroes.
Y de su cuarto en general.
No se dio cuenta de la mudanza hasta que todas las cajas estaban tiradas por la nueva casa. Durante el viaje en auto, ni siquiera se inmutó de los kilómetros recorridos; estaba tan angustiado por los peluches, que fue muy fácil para la mujer no escuchar sus rabietas.
Yoona, siendo una buena madre, hizo todo lo posible para que su hijo no sufriera tanto. Sí, fue difícil, principalmente por el hecho de no tener tanto tiempo para poder organizar todo. Pero aún así se las arregló hábilmente.
Siendo su enfoque principal la comodidad del niño.Se sorprendió gratamente al no ver cambios negativos en él. De hecho, también le preocupó. Esperaba algún desánimo o cualquier reacción que indicara molestia o tristeza, incluso curiosidad, sin embargo, lo único que había era un niño acomodando animadamente cada juguete en la sala.
― Maaa. ¿No me estás llevando a la guardería hoy?― Preguntó en uno de esos días. Yoona se preocupó y cuidadosamente le explicó que no volvería a la guardería pues ya era un niño grande. YoonGi celebró en grande.
― ¿Por qué, Gi? ¿Quieres ver a tus amigos?― El niño solo dijo que siempre está viendo a sus amigos.
Bueno, Yoona se asustó. Solo un poco.