❦︎ [Our Baby]- Agosto Mpreg

ఌ︎ Minfica

- ¡¿Qué no lo entiendes?! ¡Todo lo que estoy haciendo es por nuestro bien!-gritó exaltado el de albinos cabellos.

-¡¿Nuestro bien o el tuyo?! ¡Siempre dices lo mismo! -replicó con enojo el de turquesas ojos- Y hasta ahora el único beneficiado has sido tú. Te pasas encerrado en el trabajo a tal punto que ya ni siquiera vienes a dormir a casa.

-¡No es cierto! El problema es que tú no comprendes el gran sacrificio que estoy haciendo. ¡Te quejas por todo! Y por eso ya no te soporto.

Discusiones como esas se habían tornado frecuentes dentro de aquel matrimonio que empezó como el típico ideal cuento de hadas que, con el paso del tiempo, no fue capaz de mantener su belleza y armonía.

Tal vez porque pudo ser producto de una ilusión..

Ilusión que se presentó desde aquella mañana de invierno en la que se conocieron en esa cafetería de la universidad a la que ambos asistían.

Para Minos aquel día parecía ser como cualquier otro viernes en el que tomaría un café junto a sus amigos, asistiría a su única clase del día y después tendría alguna salida o acabaría encerrado en su habitación jugando videojuegos y viendo películas.

No obstante, al llegar al establecimiento, un bello joven que yacía solitario leyendo un libro, cautivaría y se apoderaría de su corazón desde el primer instante, convirtiéndose en el causante de sus suspiros.

-Cierra la boca o te vas a tragar una mosca a este paso -se le burló Radamanthys, ocasionando que saliera de su ensoñación inicial -Si lo sigues mirando de esa forma, lo único que conseguirás es que te denuncie por acoso.

-Muy gracioso de tu parte- mencionó con sarcasmo sin dejar de apreciar aquel ángel caído del cielo -¿Alguien sabe quién es?

-Un estudiante de la facultad de Educación básica que viene de intercambio de Grecia- dijo Aiacos, quien no tardó en ganarse las curiosas miradas de todos e incluso la suya - ¿Qué? ¿Acaso viven debajo de una roca? Ese tipo no lleva ni un día aquí y ya tiene a sus pies a la mayor parte de mujeres y hombres de aquí. Su llegada es de lo único que se ha estado hablando hoy.

-¿Si es tan famoso, por qué se encuentra solo? -cuestionó Lune.

-Según lo que he escuchado es que pese a su belleza, denota una gran frialdad y el intentar mantener una conversación con él es bastante complicado. Te responde con monosílabos y por lo serio que es, pareciera que en realidad no quisiera que nadie le hablase.

-Es como una hermosa rosa con espinas- expresó suspirando cual enamorado.

-Viejo, sé realista. Si otros ya lo han intentado y no han conseguido hablarle, qué crees que te espera a ti? -mencionó Radamanthys - Todavía hay cientos de peces en el mar que aún puedes conocer.

-El único pez que me interesa es él. No me importa si sus espinas llegan a pretender lastimarme, aún así eso no va a impedir que me le acerque. Iré a hablarle.