CAPITULO 1

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De noche en Manhattan la ciudad es vibrante y hermosa con sus grandes rascacielos, luces brillantes y sobre todo las calles inundadas de jóvenes que salen por un poco de diversión entre la música y el alcohol.

Uno de estos jóvenes es Adam, un alfa dominante de 27 años, hijo menor de los Bourne una familia con un antiguo linaje de líderes empresariales y gran prestigio, dueños de varios negocios entre los cuales el principal es la fabricación de armas y tecnología militar.

Al ser el menor siempre le han considerado todos sus caprichos y perdonado todos sus escándalos, pues es bien conocido por su promiscuidad, ya que a su corta edad tiene un récord de parejas sexuales escandaloso, siempre rodeado de hermosos omegas que pasan fogosas noches con él y al poco tiempo son reemplazados por otro.

Y es que su espléndido físico atrae las miradas en donde sea que este, esos ojos azul celeste tan claros como un lago cristalino, su piel blanca, su cabello castaño rojizo como el cobre y su bien formado cuerpo con músculos notables digno de un alfa dominante es difícil pasar por alto pero aparte de eso posee un carisma único que encanta a todos.

Debido a su personalidad simple y desenfadada parece superficial, pero es un genio en el diseño de armas motivo por el cual se ganó el respeto de los peces gordos del negocio dándole el puesto de director dentro de la empresa manejada por su padre William Bourne.

Su último diseño de un misil balístico terrestre a puesto sobre él ojos indeseables pues desde hace un mes había estado recibiendo amenazas de varios grupos terroristas y grupos conservadores radicales, por lo que el gobierno de E.U. se vió en la necesidad de intervenir y desplegó un equipo de Élite para cuidar de Adam hasta que el diseño del arma este terminado.

***

El lunes por la mañana cuando Adam llegó a su oficina se encontró con la noticia de que un grupo de los oficiales mejor entrenados de la CIA llegaría para instalarse en la oficina y pasar con él los próximos meses con el motivo de cuidar tanto de él, como del arma que estaba diseñando.

Adam vestido con su impecable traje azul marino entró a su oficina refunfuñando y se dejó caer en su silla.

"¿Que se supone que es esto? Phillip me explicas porque voy a tener a un grupo oficiales de la CIA metidos en la oficina" Adam se frotaba las sienes con ambas manos intentando calmar su humor que cada vez empeoraba.

Philip apenas era dos años mayor que Adam pero al estar trabajando como su asistente desde hace tres años ya sabia bien como lidiar con sus berrinches así que con la voz más tranquila que pudo intento calmar a su consentido jefe que ahora estaba haciendo un puchero como si fuera un niño de 5 años.

"Joven Adam esto es lo mejor, con tantas amenazas llegando es imposible garantizar su seguridad con solo nuestro equipo de escoltas"

"¿Si y por eso voy a tener a un grupo de niñeras tras de mi?" dijo Adam quien ahora jugaba con un lapicero y volteaba los ojos.

La puerta se abrió de golpe y entro un grupo de 6 oficiales con trajes negros impecables cada uno más alto que otro entre ellos se destacaba un joven de apariencia hermosa que se dirigió a Adam.

"Somos el grupo de contra terrorismo élite de la CIA entrenados para enfrentar cualquier amenaza que se nos presente, llamarnos así es un insulto no solo para nosotros sino para la institución que representamos le sugiero que modere su vocabulario"

Adam soltó el lapicero que tenía en la mano y miro fijamente al joven que le decía esas palabras, era hermoso, de ojos verdes profundos y cabello rubio dorado, sus labios rojos y su fino rostro resaltaba entre todos los oficiales que entraron y el cual lo miraba fijamente con una mirada penetrante.

La Manzana AcarameladaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora