Segunda Parte.

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Los tres chicos ya habían terminado de comer y ahora se encontraban en el living de la casa, con varias botellas de alcohol sobre la mesada, algunas ya vacías.

Heeseung y Jake estaban sentados sobre el sofá, mientras sus miradas se mantenían fijas en el chico que estaba bailando frente a ellos.

Sunghoon movía sus cadera lentamente y de una forma bastante sensual al ritmo de una canción de The Weekend.

El menor solo había tomado cuatro vasos de Soju, pero al parecer el alcohol comenzó a hacer efecto en sus sistemas. Volviendolo un chico bromista y un poco atrevido, aunque no se sobrepasaba con sus mejores amigos, él tenía bien en claro que ambos eran unos simples heteros.

Solo le gustaba molestarlos un poco.

Ahora, Sunghoon no creía que sus acciones estaban molestando de alguna forma a sus amigos, él solo se estaba divirtiendo, bailando tranquilamente una canción de su artista favorito. Algo inocente.

Pero Sunghoon no podía notar el revuelto que estaba causando en los otros dos chicos.

Jake no podía quitar la vista de su cintura, sus ojos seguían cada movimiento que hacía, totalmente hipnotizado.

Jake estaba seguro de su gusto por las mujeres, pero no podía evitar pensar en lo hermoso y sexy que se veía su mejor amigo ahora. Tenía unas extrañas ganas de apegarse a su cuerpo, apretar aquella fina cintura entre sus grandes manos y restregarse contra él.

Mordió su labio con fuerza, intentando borrar esos pensamientos de su mente e ignorando el calor que comenzaba a sentir su cuerpo.

"Mierda, debería dejar de tomar ahora."

Y Heeseung estaba igual que él, o tal vez peor.

Desde que Sunghoon se paró a uno metros de ellos, puso una canción y comenzó a mover sus caderas de lado a lado, dando cortas miradas llenar de diversión hasta donde estaban ellos.

Se veía malditamente sensual. Malditamente prohibido.

Pero lo atraía tanto, de una forma que ninguna de sus ex novias logró hacerlo antes.

De repente su pantalón comenzo a apretarle, en una parte en específico, su entrepierna. Obligándolo a poner un cojín para ocultar el bulto que comenzaba a formarse.

Dios, esto no podía estar pasándole ahora, y menos viendo a uno de sus mejores amigos.

Heeseung era hetero, estaba tan seguro, él era jodidamente hetero.

Pero ahora tenía ganas de pasar sus manos por todo el esbelto cuerpo de Park Sunghoon.

"No más cerveza para mí."

– ¡Chicos! arriba, vengan a bailar, parecen dos ancianos ahí sentados. – la voz del rubio los sacó a ambos mayores de sus pensamientos.

– Yo paso por ahora. – Heeseung rechazó la oferta con nerviosismo.

– Yo...

– Jake hyung, ven aquí ahora, baila conmigo. Dejemos que el viejo hyung se siga aburrido sobre el sofá. – se burló el rubio, mientras se acercaba a el australiano, tirando se sus manos para levantarlo.

– Hoonie, sabés que yo no sé bailar...

– Eso no importa, solo déjate llevar por el ritmo de la música. – la sonrisa que le dedicó Sunghoon después de decir eso, lo dejó totalmente embobado.

– Bien...

Y Jake se dejó llevar, pero más de lo imprevisto.

Ahora, Heeseung podía observar como sus dos mejores amigos se frotaban entre sí.

𝐟𝐫𝐢𝐝𝐚𝐲 𝐚𝐭 𝐧𝐢𝐠𝐡𝐭 𖹭 𝐡𝐞𝐞𝐣𝐚𝐤𝐞𝐡𝐨𝐨𝐧Donde viven las historias. Descúbrelo ahora