Capítulo 11

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Tras el partido del jueves por la noche no tenía muchas ganas de hablar con nadie.

Estaba realmente enfadada. Pero no con mis compañeros. Con nuestra afición. Los abucheos e insultos que había recibido dentro y fuera del campo. Incluso cuando accedí a que Pedri me llevara a casa, los fans nos esperaban para firmarles camisetas o hacernos fotos con ellos. Recibí uno que otro insultó por su parte pero los ignoré.

Después de la vida que he tenido se tiene que esforzar más para hacerme daño.

Pero pude notar la mirada de Pedri durante todo el camino hasta mi casa. En varias ocasiones me pregunto si estaba bien y le contesté que si. No volvimos hablar hasta que llegamos y nos despedimos hasta el sábado que iríamos de fiesta con los del grupo.

Realmente no se si quiero ir esta noche. A ver me sabría muy mal por los chicos, pero después del encontronazo con Gavi en los vestuarios después del partido. Será Imbécil. No quería hablarlo con nadie. ¿Era tan difícil de entender?

Joder.

Me levante de la cama frustrada y salí al balcón. No sin antes coger mi móvil y mi paquete de tabaco.

Me encendí uno y me subí al bordillo de mi balcón para pegarme a la pared. Miré hacia el horizonte, podía verse el sol salir entre las montañas que tenía enfrente.

Sol. Ese estúpido mote que me había puesto el Imbécil de Gavi. Joder. ¿Por qué cada vez que miro hacia algún sitio me recuerda a él?
Aggghhh.

Lo odio.

Y lo peor es que no se porque. Ósea realmente el chaval no me a hecho nada malo. Aun. Pero no quiero que sea mi amigo.
Creo que es por su faceta de ligón o porque me vacila mucho y eso a mi no me va.

Estaba sumida en mis pensamientos cuando mi móvil empieza a sonar y veo "Don plátano 🍌" en la pantalla. Cojo el móvil y descuelgo.

—¿Quién osa destruir mi hora de ver el amanecer?—pregunto con la voz un poco grave.

—¿Quién coño se levanta tan pronto para ver el amanecer?—pregunta Pedri al otro lado del teléfono.

—Yo. ¿Quién va a ser sino?—dije y lo oigo reírse—Se que te estás riendo Pedri—le digo y deja de hacerlo—¿Cuál es el motivo de su llamada, caballero?—pregunto más finamente.

—Oh, me gustaría saber si la señorita Andrea Fernández ¿podría explicarme porque mi amigo Gavi esta de morros desde ayer?—pregunto.

—¿Como?—dije.

—Comiendo lomo—contesto el canario.

—Pedri, habló enserio—dije seria.

—Yo también, Andrea—hace una pausa—Mira no se que os pasa a los dos, pero entre que tú estás más pasota de lo normal y Gavi mas borde de lo normal. Es que os a pasado algo entre los dos—explico y yo seguía sin entender nada.

—Me halagas al decir que estoy pasota—dije burlona.

—No era un halago, Andrea—dijo serio.

—Jo, me había ilusionado Pedri—le digo con pena—Mira no a pasado nada entre nosotros ¿Vale? Solo una pelea de dos críos y ya está—explique simplemente.

—Cuando se trata de vosotros dos no es solo una pelea de críos, Andrea—dice serio—Cuéntame que a pasado—dijo.

—Mira antes de que él se fuera con Balde y Ansu de fiesta por ahí. Yo tenía los nervios a flor de piel por lo del partido. Que te insulten por fallar un gol y a él no por ser un hombre no me hacia gracia que digamos. No digo que él tuviera la culpa. Solo que...—hice una pausa—En el momento que intento animarme se lo solté todo y de mala manera. No quería que toda mi ira fuera hacia él. Y le solté que no entendía la situación porque era un hombre—no oí nada a través del móvil. Solo silencio—¿Pedri sigues ahí?—pregunte por si se había cortado la llamada.

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⏰ Última actualización: Sep 07, 2023 ⏰

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ROJO Y AZUL| PABLO GAVIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora