Capítulo 11: Una reunión esperada

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LBD había estado prisionera durante lo que parecían eras infinitas. Su libertad había sido arrebatada, pero aún conservaba suficiente poder y determinación para su propósito. Durante su largo confinamiento, se había centrado en fortalecer sus habilidades, perfeccionándolas hasta el punto en que podía comunicarse con su pareja y su general, con quienes compartía un vínculo especial a través de la cesión de una fracción de sus poderes. A medida que pasaba el tiempo, LBD se daba cuenta de la magnitud de su separación de sus seres queridos.

Siglos habían transcurrido...

Siglos separada de su hijo

Siglos separada de su hermana

Siglos separada de su pareja

Siglos separada de su familia.

Tang Sanzang, aquel hombre que se llama a sí mismo monje la había puesto en este confinamiento ya hace mucho tiempo, las últimas palabras que le dijo era que permanecería encerrada hasta que viera el error de mis caminos.

Pero las palabras del monje la llenaban de indignación.

"Te quedarás encerrada hasta que veas el error de tus caminos" declaró el monje con solemnidad.

'Qué hipócrita' pensó ella en su interior. No podía evitar sentir que la justicia estaba del lado equivocado. Su corazón ardía de deseo de reunirse con su hijo, y no permitiría que nada ni nadie se lo impidiera.

Traería de vuelta a su Shi Hou de una forma u otra

Pero mientras más tiempo se mantenía encerrada, más se desesperaba por encontrar una salida. Siguió fortaleciendo su poder, no obstante sentía como su cuerpo se descomponía con el paso de los siglos, por lo que tomó una decisión arriesgada. Llena de determinación dejó atrás su cuerpo físico y su alma fue arrastrada al Diyu.

El Diyu, un lugar nauseabundo donde las almas afligidas y torturadas yacían, se convirtió en su punto de partida, ella se adentró al inframundo con un propósito claro: encontrar a su hijo, quien había sido separado injustamente de ella durante tanto tiempo y sacarlo de este deprimente lugar.

Un error que cometió era subestimar qué tan extenso era aquel lugar pasó mucho tiempo navegando entre las almas condenadas hasta que LBD descubrió un objeto singular que emanaba un poder misterioso: una llave con forma de esqueleto, capaz de abrir cualquier cosa según su propietario. La posesión de esta llave se convirtió en su objetivo, pero obtenerla requeriría un pacto con una entidad siniestra, el demonio de la confusión uno de los tantos enemigos del Rey Mono

"¿Qué deseas a cambio de la llave?" preguntó al demonio que custodiaba el objeto.

"Solo deseo que Monkey King sufra, se que eres capaz de hacerle frente" dijo el demonio

La respuesta de LBD fue inmediata y sin vacilación "Lo haré" el demonio se estremeció al sentir que el lugar se volvió aún más frío de lo que era pero él solo sonrió entregando la llave.

LBD continuó su búsqueda avanzando por los oscuros pasajes del Diyu. Cada paso la acercaba más a su objetivo, pero también sentía el peso de la incertidumbre en su corazón. ¿Encontraría a su hija? ¿Y en qué estado lo encontraría?

Cuando ya temía lo peor, lo vio.

La luz de su vida, Shi Hou, estaba acurrucada, retenida de pies y manos. Sus antes brillantes ojos como el cielo ahora eran opacos y distantes. Y mientras más se acercaba más lo escuchaba murmurar disculpas y pedir perdón, especialmente a ella.

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Sin soportar más la angustia, Lady Bone Demon invocó sus poderes. Desatando a su hija de las ataduras que la aprisionaba. Cuando Wukong finalmente se encontró libre, lo abrazó con fuerza, sintiendo su presencia real después de tanto tiempo.

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