El poder de amar

03. Capítulo 3. El Aeropuerto ¿de nuevo?

Mickeyla

Una vez aceptada la propuesta, la Doctora Roberts me pidió que la llamara Emily y además, me envió una serie de documentos sobre los cuales había estado trabajando, sumado a una lista de pendientes que tenía que comenzar justo cuando llegará Sebastián Fuller, es decir, en una semana. 

Por pedido especial de Emily tendría que ir por él al aeropuerto y llevarlo al hotel más cercano de casa de mis padres, ya que Sebastián nunca había visitado el extranjero y quería que tuviera a una persona que conociera cerca. 

Dentro del esquema que planteaba Emily debíamos hacer lo siguiente: 

- Semana 1. Conseguir el lugar para la clínica. 

- Semana 2 y 3. Etapa de negociación y trámites administrativos respecto a los permisos necesarios para poner en funcionamiento la clínica. 

- Semana 4. Visita de Emily Roberts. Decoración y arreglos del establecimiento. 

- Semana 5. Conseguir un lugar para que Emily viviera. Este punto debo confesar que me tomó por sorpresa, es decir, ¿dejaría su vida en Italia?

- Semana 6 y 7. Preparación del inicio de los nuevos proyectos. 

- Semana 8. Cóctel de inauguración. 

Cuando le comenté a mi madre la fase inicial del plan de Emily objetó la idea de llevar a Sebastián a un hotel, con el argumento de que podríamos ambientar la habitación de invitados y de paso la primer semana trabajar en casa porque ya había estado muy lejos de mí y quería verme. 

Me opuse, es decir, ¿Quién invita a un extraño a dormir a su casa? pero mi madre reiteró la idea mientras estaba en videollamada con Emily, a la cuál le encantó la ocurrencia de mi mamá y me indicó que lo mejor era actuar así, ya que usaríamos el dinero del hotel de Sebastián para poder rentar un coche y desplazarnos sin dificultad por la ciudad. Tuve que aceptar a regañadientes, la casa de mis padres estaba a veinte minutos de la ciudad y los autobuses eran un poco escasos, así que aportaba más ventajas tener un auto. 

Olivia se encargó de planificar mi semana antes de que comenzará el trabajo, iríamos al salón, al spa, nos divertiríamos en las salas de ARCADE y dormiríamos como osos en hibernación. 

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La semana se fue más rápido de lo que pensé, era lunes y estaba muy nerviosa. Mi madre entró a la habitación y me dio una cajita, cuando la abrí quedé asombrada. Era una cadena muy delicada con un dije de mariposa, símbolo que siempre me ligaba a ella. Se me empañaron los ojos de lagrimas. 

 — Para que siempre sepas que estoy cerca de tu corazón  — acerca su mano a mi mejilla quitando la lagrima que se me había escapado  — nada de llorar, estás muy hermosa como para arruinar tu maquillaje. 

Las palabras no me salían, pensaba que podría desatar un tsunami de lagrimas si abría mi boca, tenía muchas emociones en mi corazón al punto que solo opté por sonreírle y dejar que colocara el collar en mi cuello. 

 — El auto de alquiler está aquí afuera, baja cuando puedas para que firmes el recibido  — me dice en la puerta. 

 — Mami  — voltea  — gracias, te amo — dije. 

 — Yo te amo más a ti, Mickey — cierra la puerta. 

Respiro profundamente y me doy un vistazo en el espejo. Dentro de los cambios que había querido hacerme, mi cabello fue el más afectado, había optado por hacerlo un poco rubio, lo que aportaba luminosidad a mi rostro y contrastaba con el color castaño original de mi cabello.