Capítulo 2

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Megan
Cuando el avión aterrizó, tuvimos que subirnos a un autobús tres largas horas. Al llegar pasamos varios controles y, finalmente, pudimos ver el barco.

Sin duda, la cara de nosotras tres era digna de enmarcar al ver lo grande que era. En serio, era enorme, ya había leído que era como una ciudad, pero no pensé que tanto.

Después de estar varios segundos mirando al barco con la boca abierta, finalmente volví a la realidad y chasqueé mis dedos delante de la cara de ambas para subir.

Cogimos las maletas y subimos a la habitación , la abrimos con la tarjeta que nos dieron al subir, y no podía creer lo que estaba viendo.

A la derecha había una puerta, lo que supuse que era el baño, más a delante, una litera completamente blanca, a la izquierda un armario de madera enorme, al lado de este, un escritorio con un espejo muy grande rodeado de una tira de luces. Y a la derecha, al final de la habitación, una cama de matrimonio que tenía enfrente una tele, también enorme.
Pero lo que más me impresionó—aparte de lo espaciosa que era la habitación— fue el balcón con vistas al mar.

Jara se debió dar cuenta al mismo tiempo que yo, porque intercámbianos una mirada y fuimos corriendo hacia allí.

Abrimos las puertas y finalmente lo vimos. Vimos el mar, vimos nuestro sueño, fue tan increíble que nos quedamos petrificadas. Jara no era una persona muy sensible, pero pude ver como se tapaba la boca con las manos y le salía una lágrima de sus ojos.

—Es...— dijo, con la voz entrecortada— Es impresionante—

Asentí con la cabeza muy lentamente.

—Finalmente lo hemos conseguido— susurré, sonriendo. Notando como se me llenaban los ojos de lágrimas.

...

Dos horas después el barco ya estaba zarpando, Vari y yo fuimos a investigarlo, habíamos intentado que Jara también viniera, pero quería quedarse más tiempo en el balcón. La verdad es que la entendía.

El centro del barco estaba compuesto por un bar, había una barra circular y dorada en el centro, con cientos de bebidas y muchísimos camareros, todos vestidos con el mismo uniforme blanco, negro y granate. Las mesas eran circulares y en el centro tenían un cristal, las sillas estaban hechas de terciopelo granate. Ambos objetos tenían los bordes y las patas dorados. El techo era azul cielo con nubes dibujadas, y en los lados de aquel bar habían una escalera a cada lado, de cristal. Para poder subir a la planta de arriba.

Pedimos dos Coca-Colas y nos sentamos en una de las mesas.

—Joder, de verdad que no tengo palabra— dijo Vari, mirando a todos lados.

—Si te soy sincera, yo tampoco— contesté, dando un sorbo a la botella— Dijeron que era grande y lujoso, pero jamás me hubiera imaginado... Esto.

—A ver, para lo que ha costado... Normal que sea así— dijo, pensativa.— Encima los tíos están buenísimos.— me miró— Y las tías— eso último lo dijo mirándome mientras bajaba y subía las cejas.

Puse los ojos en blanco.

—No me interesa tener un interés amoroso ahora mismo, Vari—

—Oh, vamos, Meg— se quejó, sacudiéndome el hombro— Llevas sin tener nada con nadie desde...—

—Varinia— la corté, secamente— ahora no.

—Vale— dijo, levantando las manos— Vale.— suspiró— Lo siento.

—Es igual— contesté, más secamente de lo que pretendía, por lo que inmediatamente rectifiqué.— Venga, vamos a cambiarnos para la cena— di el último trago a mi bebida y me levanté, empezando a andar hacia la habitación. Esperara que me siguiera.

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⏰ Última actualización: Dec 24, 2023 ⏰

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