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El Oni
Roronoa Zoro

Advertencias: smut, NSFW, violencia, secuestro, lectora con una dudosa salud mental, Zoro super tóxico, Zoro es un Oni, amo este hombre, AU fantasía, un montón de cochinadas, lectora dice/piensa un montón de pendejadas, Soulmates/Almas gemelas.

Un día simplemente despertaste, como cualquiera, lo que cambio fue el hecho de que no estabas en tu cama, ni en tu habitación, de hecho parecía que ni siquiera estabas en tu mundo; En resumidas cuentas al parecer el libro en el que estabas cotilleando para un conjuro en una tardes de chicas  (dónde realmente solo eras tú, unos dulces y quizás alguna película) resultó ser alguna maldición mágica y terminaste en un mundo de fantasía, en una cabaña que parecía abandonada puesto que aunque estuviera en buen estado no había aparecido su dueño en los dos días de tu llegada, sin embargo no evitaste fijarte que todo era demasiado grande o alto; Te habías animado a explorar los alrededores, descubriendo que era un lindo bosque peligroso, puesto que al salir de un rango de aproximadamente 2 kilómetros las bestias querían atacarte, pero estás no se acercaban a la cabaña, como si temieran.

Te encontrabas preparando un poco de té con algunas yerbas de los alrededores de la casa, lo que identifícate como manzanilla, cuando escuchaste un pequeño alboroto afuera de la cabaña, animales corriendo, escondiéndose y aullando. No quisiste mirar afuera, tenías un mal presentimiento de todo esto algo en tu interior te decía que huyeras, puesto que una presencia bastante fuerte te oprimía, casi ordenando el quedarte quieta en tu lugar sin oportunidad de escapar o huir; el estruendo de la puerta siendo azotada te hizo dar un brinco en tu lugar y girar asustada hacia el lugar, encontrándote con un hombre de cabello verde, dos metros de altura, una cicatriz en su ojo izquierdo y su rasgo más llamativo : unos cuernos sobresalientes de su cabeza, eran de un color crema con marmolado verde. Era un puto Oni, de todas las criaturas a las cuales les podía pertenecer está linda cabaña tenía que ser a un Oni, un demonio mitológico japonés y dirías que era algo atractivo si no fuera por el hecho de que lucía enojado casi salvaje, respiraba agitado, su pupila estaba dilatada y su ojo brillaba de un verde floreciente, desprendía un aura dominante. Se acercó a pasos largos a ti mientras retrocedias hasta chocar con la mesada de la cocina quedando acorralada por la criatura que al ver tu estado indefenso sonrió tetricamente y enterró su cara en tu cuello aspirando tu aroma dando un lenguetazo a este mismo,enviando un escalofrío por todo tu cuerpo y con voz de ultratumba susurro "destinada."

Pov. Zoro

Llevaba tres días vagando por el bosque si mi  memoria no fallaba, no estaba perdido, solo el suelo se movió y cambio mi rumbo, estaba molesto, tenía sueño y ganas de llegar a mi cabaña.

Seguí caminando hasta que un extraño olor a frutos rojos con toques de vainilla llegó a mi, era completamente embriagador, atrayente y sacaba  hasta el instinto más bajo en mi. Confundido seguí el rastro acelerando mi caminar, sin darme cuenta mi aura empezó a salir, comprendía está sensación, venía de alguien. Entre a la cabaña de un portazo, y la ví en la cocina una mujer joven,  cabello (c/c) ojos (c/o) realmente linda, me miraba aterrada; lo que me hizo sonreír, lucía completamente indefensa fácil de dominar y hecha a mi medida, di una inhalación profunda aspirando todo ese aroma delicioso acercándome a ella mientras esta retrocedia tratando de esconderse de mi. Me posicione al frente de ella y observé lo baja que era, puesto que su cabeza me llegaba al pecho, enterré mi cabeza en su cuello y el aroma llegó más fuerte; en definitiva era lo que llamaban una destinada, compañeros que estaban hechos para estar juntos y pertenecer al otro, ella era mía por derecho.

Sin tener más miramentos ni un poco de ganas de controlar el instinto animal que burbujeaba furioso en mi interior, tome su rostro plantando un beso desesperado, en definitiva sabía tan delicioso como olía. Su sorpresa fue evidente, tenía los ojos abiertos de par en par mirándome sorprendida, sus nerviosas y pequeñas manos se posaron en mi pecho tratando de alejarme inútilmente con su insignificante fuerza, si estaba aquí en mi hogar siendo mi destinada era porque así lo quería el destino, y no me detendría hasta tomar todo de ella. Sabía que no estaba pensando racionalmente cosa que creo que nunca he hecho pero simplemente me estaba dejando llevar como siempre, la soledad en este estúpido bosque era aburrida muchas veces y una nueva compañía creada solo para mí parecía una idea suficiente atractiva como para empujar la voz de la razón a lo último de consiencia, tome a la pequeña mujer por los muslos alzandola, era liviana y fácil de levantar, tan frágil y fácil de romper _nada comparado con las hembras de mi raza, quienes solo eran mujeres interesadas en ser fuertes como todos los Oni_ la guíe hacia mi habitación, pateando la puerta de madera y al entrar en esta lo sentí, todo su maldito olor estaba impregnado en mi habitación cosa que no ayudo a mantener mi poca cordura, di una inhalación profunda y gruñi satisfecho.

One shots yandere - One piece Donde viven las historias. Descúbrelo ahora