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CAPITULO 56: Preludio al Amanecer

INICIO DEL CAPITULO 56 "Preludio al Amanecer"

Veo oscuridad, solo oscuridad, no sabía cuánto cuanto tiempo vi eso, pueden haber parecido horas, días, años o siglos, no lo sabía. Mi cuerpo se negaba a responder, como si estuviera flotando en el vacío infinito del espacio sin ningún control sobre nada, ni siquiera sentía nada de mi cuerpo, era como si mi mente era lo único que existiera.

Una parte de mi debería estar aterrado, enojado, horrorizado, pero no.

Me sentía...indiferente a todo esto, como si supiera que esto solo es una pequeña espera para despertar.

Y como si fuera una señal, escucho algo, no en ningún otro lado que, en mi mente, una vos femenina, angélicas con una calma que tranquilizaba el alma, pero en su misma vos estaba un fondo de tristeza que intentaba ocultar.

"Ah, eres tú"

Al escucha esas palabras empezaba a escuchar un sonido en el fondo a lo lejos, una serie de pitidos que actuaban al ritmo de mi corazón, con el paso de poco tiempo empiezo a sentir mi cuerpo volviendo a funcionar, como mis pulmones se expanden y contraen, el latido de mi corazón agarrando fuerza.

Y mi vista vuelve, lo que fue el infinito mar de negro para empezar a ser reemplazar por una barrera de gris que se va a aclarar y lo primero que veo es que estoy en una habitación con casi nada, no había puertas, no había muebles, no había mesas, no había luces, lo único que iluminaba el lugar era la ventana que reemplazaba toda una pared donde a lo lejos solo vea una niebla.

"Ha pasado mucho tiempo desde la última vez que nos vimos."

"Durante este tiempo... has estado tambaleándote al borde de un precipicio."

"Es posible que hayas olvidado quién eres, pero solo recordar tu nombre es suficiente."

"...Es la hora. No te quedes aquí por mucho tiempo."

"Después de todo, aún no eres mi invitado, ni siquiera deberías estar aquí."

"Ella todavía te necesita."

En esta habitación veo a una persona, una niña cautus mirando por la ventana con atención ignorándome, una joven pequeña con un enorme abrigo azul oscuro y pantalones oscuros.

No sé porque, pero siento que debo protegerla, siento su miedo, su inseguridad, pero entre ese mar de emociones negativas veo como su determinación se niega a desaparecer.

No veía su cara, no veo nada que ella pueda identificar, pero siento que era alguien que conozco.

Quería ir a su lado, colocar una mano en su hombro y decir que todo estará bien, pero no lo hacía, simplemente no movía mi cuerpo, ni siquiera sabía si no quería moverme o simplemente no podía hacerlo.

"23 de diciembre"

"Es posible que no recuerde lo que esta fecha significa para usted."

"Y esto te pondrá en peligro."

"..."

"No..."

"Debes tratar de recordar."

Luego vi a lo lejos a como la niebla se desvanecía lentamente mostrando un cielo nublado con nubes grises frías e indiferentes que lentamente se movían formando algo parecido a un ojo de reptil enojado.

Solo para que la oscuridad vuelva y el sonido de máquinas empezó a sonar a mi alrededor con dos voces a mi alrededor, para luego el sonido de explosiones e incendios sonara totalmente al fondo casi siendo totalmente imperceptible.