Capitulo 4

122 31 10
                                    

Adaptarse

Sunoo subía los escalones con las piernas temblando y el corazón en la boca

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Sunoo subía los escalones con las piernas temblando y el corazón en la boca. Iba hacia la casa de Jungwon.

¡Había recibido una llamada de él!

Pensó que iba a morir de la emoción, aún sigue vivo, pero no por mucho, o eso cree, era domingo, el sol brillaba en lo más alto, resplandeciente.

Se supone que era su día libre, y la guardería ese día cerraba temprano, Jungwon le había pedido el mismo, por el celular, que fuera a su hogar y cuidara de su hija.

Se suponía, también, que Jungwon pasaba los domingos con su pequeña, pero había recibido una llamada para algo importante en la empresa que trabajaba. Por eso tenía que salir y no podía dejar a su cachorra sola.

Estaba halagado, pues que fuera la primera persona en ser llamada por el pelinegro para que cuidara de su pequeña, mostraba que confiaba en él, Jungwon le había dicho que le iba a recompensar después.

Decir que no estaba algo ansioso por eso, sería mentira.

Ahora estaba al frente de la casa, tragó saliva fuertemente, con su mano temblorosa tocó el timbre. Esperó unos segundos antes de que la puerta se abriera, era Jungwon y tenía su traje a medio arreglar.

-¡Sun, me alegra que llegarás tan rápido! - el alfa le dejó lado para que pudiera entrar.

Cuando lo hizo, el aroma a cedro lo golpeó en la cara fuertemente, todo el sitio olía a él, era su territorio y entendía que lo hiciera, también había un ligero aroma a cachorro en el aire, el lugar era espacioso y ordenado.

Jungwon era un padre responsable y lo sabía, miró como el pelinegro acomodaba su corbata y se ponía su chaqueta, de verdad esa junta debía ser importante, pues ese traje de marca negro no era para solo una reunión con amigos.

- Emma está durmiendo su siesta en el segundo cuarto por el pasillo, también es mi cuarto, pero eso no importa, hay papilla en la nevera y unos biberones ya arreglados, cualquier cosa me llamas - Jungwon terminaba de arreglar su traje mientras hablaba, recogió sus llaves y salió por el pasillo hacia la puerta, Sunoo miró un maletín sobre una silla, lo tomó y fue tras él.

-¿Esto no es importante? - Jungwon se estaba arreglando los zapatos en la entrada, volteó para verlo y le sonrió.

—Sí, gracias Sun - esperó a que estuviera de pie para poder darle el maletín, Jungwon lo tomó, pero también, pasó una mano atrás de su cuello y lo atrajo hacia él para darle un beso en la frente - Vuelvo a las nueve, lo prometo.

El pelinegro salió, dejándolo allí en el pasillo con su rostro rojo y su corazón latiendo fuerte en su pecho, la misma sensación cálida de antes se instaló en su estómago.

Volvió despacio por el pasillo, caminó hasta donde estaba la pequeña Emma, abrió la puerta despacio, casi cae al suelo, el aroma del alfa era mucho más fuerte allí.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Sep 02 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

¿Mamá? | SunwonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora