Mi Ginecóloga | Freenbecky (G!P)

Capítulo 50. La desconfianza

Becky

Llevo días que no veo a Freen y se me hace raro que no conteste mis llamadas, ni que me hable y no me viene a visitar. En pocas palabras, no me da señales de vida. Como ya estaba harta de esta situación, me encuentro caminando hacia su casa para buscarla.

Toco la puerta, pero no me contesta nadie. Vuelvo a tocar y nada. Ya me estoy preocupando seriamente. Toque una tercera vez. Y la puerta se abrió.

- Eres tú ¿qué quieres?

- ¿Como que quiero?- le dije enojada- llevas días sin dar señales de vida y me preocupé-

- ¿Tu preocuparte por mí? Si claro no me hagas reír- dijo burlona y yo ya me estaba enojando

- ¿Por qué dices esas idioteces?- le dije enojada

- No lo sé- me dijo- por qué mejor no te vas con Ryan a besuquearte de nuevo

- Pero que dices

- ¿No te acuerdas?- me pregunto y si sabía de lo que hablaba, pero no era posible que Freen nos haya visto- los vi besándose el otro día en el centro comercial

- Mira, si él me beso, pero yo no le correspondí el beso- dije más calmada

- Claro por eso duraste pegada a él como por horas- dijo

- Me quede pegada a él, pero no le correspondí porque me quede en shock al saber que mi mejor amigo me ama.

- Te dijo te amo y ya te estabas besando con el- dijo enojada y yo ya estaba perdiendo mi paciencia.

- Que no me bese con el- dije desesperada- entiende a la única que amo es a ti a nadie más, solo tu

- No te creo- ahí fue cuando me enoje

- Sabes una cosa, eres una idiota, te he demostrado todo el amor que siento por ti y me sales con esta idiotez- le dije- mejor me voy y cuando uses el cerebro hablamos.

Como es que dudaba de mi amor hacia ella. Empezó a llover. Perfecto lo que me faltaba. Escuché como me gritaban, pero no hice caso seguí caminando, pero alguien me tomo del brazo haciendo que me parara. Era Freen.

- Perdóname- me dijo- perdón por dudar de ti hermosa, sé que me amas, pero me dieron celos y miedo de que te apartes de mí y me dejes sola.

- Nunca haría eso Freen- le dije- porque te amo

- Yo también te amo, perdóname.

Las dos estábamos empapadas de los pies a la cabeza. No le respondí, simplemente la besé tratando de que entendiera que la amaba con todo mi corazón y que por nadie la iba a cambiar.