Mi Ginecóloga | Freenbecky (G!P)

Capítulo 35. La mejor noche de mi vida

Becky

Al bajar de la rueda de La Fortuna, las dos estábamos tomados de las manos y con una enorme sonrisa que nadie nos la podía quitar. Freen me ayudo a subir al auto y condujo, pero envés de llevarme a casa, se fue por otro lado, le pregunte que a donde me llevaba, pero no me dijo nada, solo me dijo es una sorpresa. La verdad es que sus sorpresas siempre eran buenas, así que me relaje y me dedique a ver por la ventana.

Llegamos a un hotel. Me ayudo a bajar del auto y entramos. Yo la esperé, mientras que ella iba por las llaves de la habitación.

Estaba tan feliz, Tara tenía razón, debí haberle dicho a Freen hace mucho que la amaba pensando en lo que paso hace menos de una hora, se me volvió a formar una sonrisa. Vi como Freen se acercaba con una sonrisa igual a la mía. Subimos por el elevador, en silencio, pero no era uno de esos silencios incómodos.

Al llegar a la habitación, me dejo pasar primero. Me quede con la boca un poco abierta al ver que la habitación estaba decorada con velas y muchas flores de tulipanes. Había un camino de pétalos, sin dudarlo lo seguí, hasta que llegué a la cama, que también estaba decorada con pétalos y velas alrededor. Escuche como Freen entraba a la habitación.

Nos miramos a los ojos y no nos dijimos nada. No hacía falta. Freense acerco a mí, nos besamos despacio, disfrutando del beso. Con mis desabroche los botones de su outfit uno por uno.

Freen por su parte, movió sus manos al cierre de mi vestido y poco a poco lo bajo. Lo bajo por completo, y dejo que se callera al piso. Ahora yo estaba solo con ropa interior. Le quite los jeans. Ahora las dos estábamos iguales. Nos separamos del beso, le sonreí y Freen me sonrió. Volvimos a besarnos con amor. Lentamente le quite la última prenda que le quedaba dejándola desnuda, mientras que ella me quitaba la demás ropa. Una vez desnudas. Nos acostamos. Freen encima de mí y yo debajo.

- Te amo- dije

- Te amo- dijo Freen

Después de eso Freen de hundió en mí, era el mayor placer que pude experimentar. Porque hacíamos el amor. Ya habíamos tenido sexo, pero era totalmente diferente a lo que hacemos en este preciso momento. Durante toda la noche nos hicimos una sola, nos dijimos cuanto nos amábamos.

Definitivamente en la mejor noche de mi vida.

Hicimos el amor, hasta el amanecer, una vez que nuestros cuerpos estuvieron cansados, nos arropamos. Y dormimos juntas.