Una madre para esos dos. ||Itachi Uchiha|| (Corrigiendo)

12.- Petición.

Narrador.

El pequeño rubio observaba a su madre peinarlo frente al espejo. Se le veía tan entretenido puesto que movía sus pies contento. Siempre le llamo la atención su color de cabello aperlados además de su linda sonrisa.

Su mamá era muy hermosa....¿Entonces por qué él no había salido así?

Un suspiro salió de sus labios.

--¿acabas de suspirar Naruto?-- preguntó Akane. --¿Qué es lo que te pasa? ¿Te molestan en la academia?

--¿por qué mi cabello no es rojo?-- preguntó haciendo que la pelirroja dejara de peinarlo. —así como el tuyo.

Akane dejo el cepillo a un lado solo pa a apoyarse del tocador mirando al pequeño rubio a la par que cruzaba sus brazos.

—Toda mujer Uzumaki tiene el cabello rojo, sin excepción, sobre todo las Uzumaki puras— movió uno de los mechones de su cabello. —Tu papá era rubio, así que supongo que sus genes eran más fuertes que los de Kushina... — Aquello último lo susurro. —Pero mira, al menos te pareces al héroe de la aldea— le coloco aquellos goggles qué tanto le gustaban.

Naruto por su lado, solo se la quedo mirando antes de enfocarse en el cuadro a su lado, ahí estaba su verdadera madre, a la cual no conocía ni tampoco le tenía cariño.

Apretó sus labios con cierta molestia solo para levantarse y abrazar a Akane.

Para él, ella era su única y verdadera mamá a la cual quería mucho.

La pelirroja sin entender el complejo sentir del pequeño, solo lo abrazo de vuelta acariciando su cabello.

—Te amo mamá.

—...— Akane apretó sus labios al oírlo. —Yo también te amo Naruto.

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Protagonista.

—Adios Naruto, Sasuke— moví mi mano despidiéndome de ambos siendo correspondida de la misma forma. —pórtense bien.

Una mano se coloco en mi cintura haciéndome mirar a mi izquierda encontrándome con Itachi quien también se despedia de los niños.

—¿Y tú?— pregunté.

—Queria verte— me mostró una sonrisa suave. —¿podemos hablar en el templo de Uzushiogakure? Es algo importante.

Beso mi frente.

—¿importante?

Hice una mueca solo para asentir no muy convencida apartandome de él para así comenzar a caminar a la salida de la aldea pasando por el área comercial ya bastante transitada.

Una vez fuera de la aldea comenzamos a correr hacia la entrada "secreta" que había hacia Uzushiogakure. En el templo, abrimos sus puertas sentandonos en los pasillos exteriores.

Mis manos estaban sudorosas a la par que temblaba un poco.

—¿y bien?– pregunte manteniendo la mirada en una de las hermosas flores que crecían en el jardín.

—¿Te pongo nerviosa? — puso sus manos sobre las mías.

—a veces— lo mire de reojo. —¿que es lo que ocurre?

—Mi plan era dejarte fuera de todo esto, pero la situación no da para mucho más— se acercó a mi. —los Uchiha planean un golpe de estado a la aldea, el descontento de la gente es muy grande. — Miro a otro lado. —Shisui y yo intentamos hacer lo que más podemos para evitar todo esto,pero...