LIBERANDO EL JUTSU

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Mientras tanto, dentro de la habitación sellada, Sakura volvió hacia Kakashi.

Al ver la reacción del jutsu pensó que lo mejor era completarlo cuanto antes, así que hizo las posiciones de manos para acabar con las cadenas

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Al ver la reacción del jutsu pensó que lo mejor era completarlo cuanto antes, así que hizo las posiciones de manos para acabar con las cadenas.

En cuanto estas cedieron, Kakashi se abalanzó sobre ella.

- ¿Sabes quién soy? – preguntó

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- ¿Sabes quién soy? – preguntó.

- Si. Eres mi presa – Dijo Kakashi y sus ojos se endurecieron, mostrándose vacíos. Él la besó con desesperación inmovilizándola por las manos. Que ella no pudiera zafarse era algo extraño, pero así no podía romperle nada. Ese jutsu era poderoso. Kakashi apretó sus pechos y mordió bruscamente uno de ellos provocándole dolor.

Ella se asustó. Aquello era tal y como le habían dicho. Ella no pudo evitar pedir clemencia, aunque sabía que no la obtendría.

-¡SUÉLTAME! - Gritó.

El peliplateado se detuvo. Ella de inmediato se alejó, sacando un kunai que llevaba oculto, replegándose en una esquina, pero él no se movió. Notó entonces que los ojos de Kakashi en ese momento, eran rojos en una línea y lloró. Cerró los ojos, esperando que la volviera a atacar y esta vez, estaba dispuesta a completar el jutsu por terrible que este fuera, pero no pasó nada.

Sakura se extrañó porque el no se había movido. Permanecía de rodillas, inmóvil – ¿Me escuchas?

-Si – Respondió simplemente sin moverse.

Respiro aliviada - Parece que Lady Tsunade si hizo algo después de todo – Se abrazó a si misma horrorizada de lo que podía pasar si Kakashi siguiera sin control.

-Sabes si... hay otra forma de romper el jutsu.

-No – Dijo, quejándose porque el jutsu comenzó a apretarlo otra vez, marcando su cuello y causándole asfixia.

-¿Estás consciente?

-No - Respondió, y ella pasó la mano por enfrene de aquellos ojos fijos, sin que el se moviera.

Ella resopló – Si ha de ser... ojala al menos me trataras como a una amante.

Él sonrió – Está bien – Sus pupilas cambiaron a dos corazones rojos.

EL JUTSU PROHIBIDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora