𝐇𝐞'𝐬 (𝐧𝐨𝐭) 𝐦𝐢𝐧𝐞 ┊ ┊ 𝐒𝐩𝐫𝐨𝐢𝐞𝐫 /𝐬𝐩𝐢𝐝𝐞𝐫𝐛𝐞𝐚𝐫 [en Edición]

⁷⋆ 𝓓𝓸𝓾𝓫𝓽𝓼.ೃ࿐

Con el paso del tiempo, una sensación de inseguridad se apoderó de mí mientras observaba cómo Spreen gradualmente pasaba menos tiempo en casa. Cada vez que regresaba, parecía estar siempre de paso, como si estuviera aquí pero no del todo, como si su mente estuviera en otro lugar explorando los rincones de la isla. ¿Se había cansado de mí? ¿O tal vez mi personalidad no era suficiente para mantener su interés?

Las paredes de nuestra casa parecían más vacías, y el eco de su ausencia resonaba en cada rincón. Cada objeto, cada mueble, cada fotografía en la pared, todo parecía susurrar su nombre. Me encontraba atrapado en un torbellino de recuerdos y emociones encontradas, una mezcla de nostalgia y anhelo por los días en los que éramos inseparables. ¿Dónde se había perdido esa conexión que una vez compartimos?

No tenía la fuerza para enfrentar directamente mis dudas y temores. El miedo a la respuesta, a la posibilidad de ser rechazado o de descubrir que ya no era suficiente para él, me paralizaba. Así que me sumergí en un mar de incertidumbre, dejando que la nostalgia me envolviera, recordando los momentos compartidos y preguntándome si alguna vez volverían.

- ¿Y si se hartó de mí? - susurré en medio de la incertidumbre.

- No creo que sea eso - Quackity se rascó la cabeza, tan confundido como yo por la situación.

- Yo creo que le gustas - Missa intervino mientras servía jugo, metiéndose en la conversación.

Opté por guardar silencio, sin saber qué pensar. Enterré mi rostro entre mis manos, tratando de encontrar una explicación lógica para la actitud distante de Spreen.

- Creo que Missa tiene razón. Sabes cómo es Spreen, tal vez te está evitando por los sentimientos que tiene hacia ti - Quackity trató de consolarme con una palmada en la espalda.

- No creo... Somos solo amigos - murmuré.

- Pero apenas se conocieron, empezaron a vivir juntos, y sabiendo cómo es él, no creo que solo te vea como un amigo - Missa dio un sorbo a su bebida.

- No sé... - mi mente volvió a atormentarme. No sabía qué hacer, si había hecho algo mal, o si Spreen me odiaba.

- Buenos días - una voz interrumpió mis pensamientos.

Nos quedamos paralizados al escucharla.

- Vengo de la federación de QSMP - continuó la voz.

Todos giramos lentamente para mirar a los demás en la sala, tratando de confirmar si alguien más había escuchado.

- Bueno... Creo que hace mucho calor y mi cabeza se está inventando cosas. Todo esto de Spreen me está sacando un poco de mis casillas - me levanté del asiento y abrí las cortinas para ventilar el lugar. Volteé rápidamente hacia los chicos. - Creo que así está un poco mejor.

- Roier... - murmuró Quackity, con la mirada fija en la ventana detrás de mí.