- Abuela ¡ya llegué! ¿el abuelo ya despertó?
Recorro la estancia inconvenientemente debido al escaso ruido proveniente del domicilio, continuamente tratamos de nutrir un ambiente jovial, mas bien el abuelo es el principal contribuyente, narrando anécdotas graciosas, deleitándonos con su hermosa voz o simplemente una charla observando el atardecer.
- ¡Abuelo, abuela, ¿está todo bien?
Desplego la puerta de la cocina y...
No, no, no, noo...
- Es un sueño de muy mal gusto, ¿cierto? – Mi cabeza comenzó a palpitar violentamente quería despertar lo más pronto posible y dejar de ver esas imágenes atroces.
La sangre asperjada se deslizaba a través de las paredes, dos cuerpos con algunas de sus extremidades mutiladas, sus pupilas aun dilatadas por el terror y miedo miraban directamente hacia la puerta, la mesa que rodeaba a los humanos sin vida se hallaba teñida de rojo intenso, incluso allí había partes del intestino de alguno de los dos sujetos, no había ninguna señal de arma con el cual pudieron haber cometido el crimen, estaba todo fríamente calculado, pero, ¿por qué?, no existe nada de valor en esta casa, ¿enemigos?, no creo.
Mi estomago reclama salir de mi cuerpo, el odio sube como la bilis de mi hígado y mis ojos consumidos por azufre se esfuerzan por adormecer el pánico, las uñas de mis dedos encajaban en la carne blanda de mis palmas ejecutando un sangrado perfecto.
Sangre...
Sangre...
Solo y nada más que sangre.
Mis piernas flaquearon ante los hechos obscenos, deseaba vomitar, llorar, gritar o solamente obtener alguna de las reacciones dichas, pero ninguna apareció. Mi cuerpo paralítico trataba de despertar, trataba de volver el tiempo atrás, trataba de ahogar el dolor asfixiante, trataba de hacer todo y nada a la vez.
Tratando...
Tratando...
Tratando...
Palabras sin hechos y acontecimientos claros, muertes indignas no merecedoras de su existencia.
Ellos eran luz.
Luz que no poseo.
Solo distingo oscuridad.
No existe dicción para explicar lo ocurrido, solo encuentro vacío, una definición bastante sutil para exponer mi interior.
Mis rodillas se postran ante lo único verdadero de mi subsistencia absorbiendo el flujo sanguíneo, mis manos temblorosas se aproximan para con mi abuela. Su pecho, abdomen, piernas y cuello estaban apuñalados atravesando tejidos, órganos y sistemas. Cierro los ojos experimentando un cansancio, odio y dolor devastador, mis iris se mueven a mi abuelo, entonces empieza la verdadera tormenta. La persona que más admiraba, la que inspiraba confianza, lealtad, benevolencia, amor, respeto, perseverancia, integridad. Hacía todo lo posible para que estuviéramos bien, sus anécdotas inundaban las tristezas, su risa era mi sonido favorito, lo era todo para mí.
Era
Algo que fue, y, no está, ni estará más.
Traslado mi figura al lado del cadáver de mi linaje, mi horror se expande a lugares inexplicables cuando observo un tenedor entrevado en su ojo izquierdo y del mismo modo que mi abuela; poseía apuñaladas por todos lados, no obstante había una abertura en su abdomen donde sus viseras quedaban expuestas y sin importarme acerco mi cabeza a su pecho. Y exploto.
Grito
Grito con odio.
Grito con dolor.
Grito como nunca creí que lo haría sintiendo mi garganta desgarrarse generando así lágrimas, mi oxigeno se esfuma como humo, comienzo a temblar con frío, con miedo, percibiendo sangre por todas partes.
Sangre
Otra vez esa maldita palabra.
Veo por ultima vez la cocina hecha pedazos y me desvanezco.
Qionda gente xdd
Solo actualizo los domingos por que me pegan tremendos bloqueos, lo normal ¿no?