Óleo [EXO]

2. Un mundo nuevo.

Nota de la autora: Cuando escuché esta canción por primera vez, me aluciné pensando que algún productor de la SM había leído el borrador de esta historia y le había gustado tanto que había decidido hacerle un OST, porque le queda como anillo al dedo. 

🖌️

Yixing alzó su mirada, el prado en donde se encontraba estaba rodeado de arbustos y pinos gigantescos. Todo parecía estar cubierto de nieve y el frío no tardó en colarse hasta sus huesos. No quería creer que lo que le rodeaba era real, pero maldita sea, ese frío se sentía muy real.

Se abrazó a sí mismo y decidió que lo mejor sería empezar a moverse si no quería terminar congelado, la chaqueta de cuero que llevaba encima no era rival para la nieve. A lo lejos distinguió algunos árboles verdes y creyó que lo más sensato era ir allá. 

Mientras avanzaba, hundiendo sus pies cada vez más en la nieve, un aullido rompió el gélido silencio, logrando que otro escalofrío recorriera su cuerpo entero. Carajo, lo que faltaba. Buscó alrededor, pero no fue capaz de verlo. No era un experto en el tema, pero había visto animal planet, sabía que los animales se camuflaban, seguro más de alguno lo acechaba en ese momento. Sus dedos empezaban a doler, los metió bajo su chaqueta y continuó andando.

Después de algunos tortuosos minutos estuvo muy cerca de su objetivo, pero la incredulidad hizo que se detuviera y mirara al frente con los ojos redondos. Lo que veía no podía ser posible.

A solo unos metros la nieve terminaba de una forma tan repentina que parecía haber una línea divisoria dibujada en el suelo y luego todo se volvía verde, como en el cuadro colgado de la pared de la galería.

Era imposible. No podía estar dentro de la pintura, ¿o sí?

Mientras se cuestionaba su cordura, un gruñido le provoco un nuevo escalofrío. Se giró lentamente y su corazón casi se detuvo. Un lobo, un maldito lobo ártico estaba a solo unos metros de él. Yixing sopesó la posibilidad de quedarse inmóvil a ver si el animal perdía el interés, o tal vez debía hacerse el muerto... no esos eran los osos.

El lobo soltó un aullido y avanzó un par de pasos hacia él con sus amenazadores colmillos al aire. Mierda, seguro estaba anunciándole a su manada que había encontrado el almuerzo. Entonces Yixing hizo lo único que podía hacer: echar a correr.

Corrió con todas sus fuerzas, descubriendo que el temor a morir devorado había reemplazado al de morir congelado. La adrenalina incluso llenó su cuerpo de calor.

Cuando echó a correr, el animal se apresuró a seguirlo. Iba a morir, no tenía forma de ganarle la carrera, pero aún así, su instinto lo obligó a seguir corriendo. Pronto sus pies dejaron de pisar la nieve y anduvieron por el pasto húmedo. Las ráfagas que anunciaban una nevada también desaparecieron, y no solo eso, los gruñidos y las pisadas del lobo también.

Yixing se detuvo y se giró para mirar atrás. El lobo caminaba de un lado a otro, justo al borde del área nevada. Parecía frustrado y no dejaba de gruñir y enviarle miradas asesinas, pero Yixing ya no podía escucharlo. Entonces estuvo completamente seguro de que el animal no podía cruzar el límite nevado del bosque, incluso lo vio pararse en dos patas y rascar el aire como si para él hubiera una pared invisible ahí.

Yixing sonrió victorioso entre jadeos y le mostró su dedo medio al animal.

—Púdrete —murmuró y se dejó caer al suelo.

Le dolían las costillas y el pecho y mientras intentaba recuperar el aliento, notó que el frío extremo se había quedado del otro lado.

Miró al cielo y se percató de que habían muchas nubes, ojalá no empezara a llover. Cuando su respiración se volvió menos ruidosa también fue capaz de escuchar el sonido de las aves, parecía haber muchas. Miró al cielo de nuevo y notó al ave que volaba muy alto también, debía ser un animal grande, posiblemente un águila.