Yixing estaba dentro de una cafetería en donde todas las mesas —tanto las interiores como las que ocupaban la banqueta— estaban llenas, sin embargo, nadie le prestó demasiada atención, como si no acabara de materializarse ahí de la nada.
Giró sobre sus talones y casi chocó con un mesero que traía una bandeja repleta de platos con comida. Se hizo a un lado y buscó el portal. El cuadro colgaba de la pared junto a la puerta de la cocina; una pintura del interior de una cabaña. Era tan realista, que Yixing casi podía sentir de nuevo la suavidad de las pieles que cubrían el sofá.
Salió del lugar y la luz del día lo deslumbró por un instante. El agua turbia del canal reflejaba los rayos de sol y el detective Zhang se sintió muy feliz de haber dejado el frío atrás.
Miró de un lado a otro y no pudo evitar sentirse tan maravillado como un turista. Yixing tenía un corazón viajero y usualmente escogía algún lugar para visitar durante sus vacaciones anuales, pero nunca había podido ir tan lejos. Sus ojos recorrieron los edificios y siguieron a las pequeñas góndolas que navegaban por el agua distraídamente, hasta que recordó que no estaba ahí de paseo.
Dejó de prestar atención al encantador lugar y se concentró en sus habitantes, pero nadie le pareció mágico.
Caminó un poco por las calles, atento a los rostros de los turistas y trabajadores. Necesitaba encontrar a alguien distinto, pero al haber tanta gente en las calles su tarea empezó a tornarse un poco difícil.
Justo cuando encontró una banca vacía en donde podría sentarse a descansar un momento, ese alguien diferente pasó por su lado. Se trataba de un hombre alto que vestía una larga gabardina negra. Más que mágico, el sujeto parecía sospechoso de una forma ridículamente evidente. Iba todo de negro, incluyendo sus manos enguantadas, y llevaba en su cabeza un sombrero de ala larga adornado con una pluma violeta sobre la cinta del mismo color.
Yixing, empujado en parte por ese instinto que había desarrollado gracias a su profesión, lo siguió.
El hombre caminaba tranquilamente por las calles y aunque era de lo más estrafalario, nadie le prestaba demasiada atención. Mientras lo seguía a prudente distancia, Yixing fue recolectando más detalles de aquel hombre: Media alrededor de uno ochenta, era delgado y su cabello, que sobresalía por debajo del sombrero, era de un negro brillante. Parecía que tropezaba cada pocos metros, pero Yixing no tardó en percatarse de que lo que en realidad sucedía era que el extraño personaje iba bailando por las calles.
Se detuvo por fin frente a un edificio blanco de aspecto moderno y observó algún letrero con gran interés. Una sonrisa tiró de las comisuras de sus carnosos labios y se apresuró a entrar. Yixing esperó a que hubiera entrado antes de acercarse para leer el anuncio que había llamado su atención: "Esta semana: exhibición de diamantes".
Yixing miró en todas direcciones, pero no parecía haber ninguna taquilla en el museo. Era extraño, pero no lo pensó demasiado y atravesó las grandes puertas de cristal que se encontraban abiertas.
Era un lugar tan blanco que pronto lo hizo sentir incómodo. No quería ni pensar en el aspecto que debía tener después de su encuentro con la nieve, el lobo y el dragón. Se pasó las manos por el cabello, intentando peinarlo un poco, y deambuló dentro del lugar. No estaba observando las joyas realmente, pero fingió que sí mientras su mirada se mantenía atenta a la gabardina o al gran sombrero.
Después de unos pocos minutos, sus ojos captaron la pluma violeta: el sujeto estaba en el segundo piso, mirándolo desde el barandal.
Yixing supo entonces que aquel extraño personaje había notado que lo seguía. Se apresuró a subir los escalones bajo su atenta mirada y cuando estuvo a unos pasos de él, este se escabulló hacia una habitación a sus espaldas. Yixing lo siguió.
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Óleo [EXO]
FanfictionUna mañana el detective Zhang es llamado al deber para ayudar a resolver un complicado caso de robo y asesinato en una galería de arte, sin tener idea de la larga travesía que tendría que recorrer a través de los vívidos óleos que un talentoso artis...