— ¿Puedo ayudarte en algo?
Adrian voltea a ver a la chica la cuál estaba tomando un mechón de su corto cabello castaño, su mirada parecía la de un ángel con ojos de color verde acompañados de unas cuantas pecas bajo sus ojos. Y aunque la expresión de su rostro indicaba confusión Adrián quedó sin palabras al verla ya que parecía ser alguien que había visto hace poco.
— Estoy... bien, creo — Responde Adrián con voz entre cortada a la pregunta de la chica
— ¿Estas seguro? Por que tus ojos dicen completamente lo contrario — Dice la chica con cierto tono de preocupaciónAdrián se queda en silencio y agacha un poco la cabeza ante tal insistencia de la chica, pero esta al verlo se inca frente a él y le da un cálido y relajante abrazo
— Mi nombre es Mai, puedo estar contigo si lo necesitas, ¿Quieres llorar? Hazlo sin ningún compromiso, te apoyaré en lo que pueda — Hablo en voz baja cerca al oído de Adrián
Adrián al oír esto le devuelve el abrazo mientras empieza a llorar con tal sentimiento que a Mai se le salen un par de lagrimas y esta le dice en voz baja— El llorar no te devolverá una perdida, no regresará el tiempo ni mucho menos borrará tu pasado, pero libera tu pesar y te trae un poco de tranquilidad, puedo percibir sufrimiento y quiero acompañarte a llorar como si desde pequeños nos conociéramos, y aunque solo sea de minutos, comparto plenamente tu lamento.
Las lágrimas de Adrián caían al suelo más y más rápido, a tal grado que alcanzaban el ritmo del latir de su corazón, que aceleraba como si de un locomotor tratase y abrazaba con más sentimiento a la chica la cual lentamente comenzó a recargar su cabeza en el hombro derecho de Adrián mientras este no podía contener su sentimiento.
Las demás personas que estaban en el salón los miraban a lo lejos, desconcertados se miraban entre sí sin entender que estaba pasado.
Se escucha un golpe en la puerta.
— Buenos días jóvenes, ¿Como están? — Saluda en un tono alto y muy alegre
Era una profesora que acababa de entrar al salón y está mira a todos los alumnos, en especial a Adrián y Mai en el fondo del salón abrazándose sin aparente motivo.
— Oigan, ¿que les pasa a ellos? — Pregunta confundida — Ay bueno, díganles que si van a declarase su amor lo hagan en receso, ahora vengo chicos — Bromeó la maestra con una pequeña risa — dejo sus cosas y salió del salón— Oye ya llego la maestra, te veo a la hora del almuerzo para hablar con calma, y aprovechamos para conocernos, y por cierto. Ya no me choques con tu hombro como lo hiciste en el bus — Comentó con tono humorístico Mai cuando dejaba de abrazar a Adrián.
Cuando Mai se levanta, con su mano izquierda levanta el rostro de Adrián apoyándose en su barbilla y le limpia las lágrimas con los dedos de la mano derecha.« Es de las pocas veces que me siento seguro expresar mis sentimientos, ella es muy linda, y al menos no le caigo mal por haberla chocado cuando bajaba del bus, en fin ahora tengo que pensar que mentirá decirle, ¿O le cuento la verdad? » — Pensó Adrián Mientras trataba de aparentar el no suceder nada
Adrian toma su mochila y al abrirla saca una botella de agua y seguido de esto un frasco el cuál trata de esconder con la manga de su sudadera, trata de asegurarse que nadie lo vea y saca lo que parece ser una pastilla y la coloca en su boca para tomarla con un trago de agua.
Mai va con sus compañeros y al acercarse le hacen burla por abrazar al chico nuevo, esta al no saber reaccionar solo se limpia un par de lágrimas con la mano con la que también le limpio lágrimas a Adrián.— Chicos, siéntense vamos a comenzar con la clase — Ordenó la profesora cuando entraba al salón e iba camino a sentarse en el escritorio, — Okay hoy somos uno dos tres, oh okay, veo una cara nueva, puedes presentarte con nosotros por favor — Pidió la profesora a Adrián de forma muy amable
Adrián que aún tenía el frasco y la botella fuera de su mochila los guarda nuevamente y se levanta. — Me llamo Adrián Paterson, Tengo 17 años — Adrián tratando de disimular su llorar dijo esto con voz nerviosa y la mirada perdida
— Tienes lindo nombre, yo soy la Maestra Keyla García, desde hoy te impartiré álgebra y la última clase vendré por la tutoría ya que soy tutora de este grupo, cuando tengas algún problema escolar o personal puedes venir conmigo si lo deseas — Comunico la profesora García con una sonrisa y tono agradable a Adrián
— Bien empezaremos con la clase de este día, 9 de septiembre de 2019 la primera de este año escolar, chicos por favor díganme si recuerdan lo visto en el periodo anterior — Por supuesto maestra — Respondió un chico con mucha seguridad — Oh en serio, bien cuéntame que fue lo ultimo que aprendimos — Vimos la fórmula general en el plano cartesiano donde debemos elevar al cuadrado para poder ...« Tengo un trébol de 4 hojas ahora mismo, de haberme preguntando el porqué cambie de colegio me habría quedado frío, en fin trataré de llevar esto y olvidar que la chica de nombre Mai me acompañó a llorar, que vergüenza esa primera impresión para mi nuevo salón » — Suspirando profundamente pensó Adrián que empezó a relajarse
— donde a, b, c, d y e son números que pertenecen a un cuerpo, usualmente a y ocasionalmente... — Buenos días, profesora García se le espera en dirección a tratar asuntos extra escolares — Informó un hombre a la maestra — Okay ahora voy, chicos en un momento regreso, no salgan del salón — Dijo la profesora que tomo sus cosas y salió del salón entrecerrando la puerta.
— Oye, ¿ Puedes venir ? Queremos conocerte — Le pidió un chico a Adrián
Este se levanta de su silla y empieza a caminar para acercarse al rincón en el que estaban de clase, este se acerca tratando de ocultar su expresión de nerviosismos
— ¿Te gusta Mai?
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La suavidad de mis lágrimas
RomanceAdrián Patterson es un chico de 17 años el cuál se vio obligado a mudarse a un nuevo pueblo en dónde conocerá amigos quienes le ayudarán a superar los traumas que son la razón de haberse mudado pero entre esos nuevos amigos estará su nuevo romance.